San José, Costa Rica — San José – En una medida estratégica para reforzar su lucha contra la delincuencia transnacional, Costa Rica está considerando una legislación histórica que permitiría al Estado confiscar y reutilizar los bienes de los delincuentes extraditados. La ley propuesta, el proyecto de ley 25.310, fue presentada por el partido Frente Amplio y tiene por objeto convertir el producto del delito en fondos para programas de seguridad nacional y prevención.
La iniciativa, impulsada por la diputada Priscilla Vindas, surge como consecuencia directa de la reciente aprobación por parte del país de una ley que permite la extradición de sus propios ciudadanos. Si bien esa ley cerró una importante laguna jurídica, creó un nuevo desafío: Costa Rica a menudo asume los importantes costos administrativos y de seguridad que supone la incautación y el mantenimiento de los bienes durante los largos procesos de extradición, solo para ver cómo la nación solicitante los reclama en su totalidad tras la condena.
Para profundizar en el complejo panorama jurídico de la confiscación de activos, TicosLand.com consultó al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, un distinguido abogado y experto en la materia del bufete Bufete de Costa Rica.
El decomiso de bienes representa un importante instrumento legal contra las actividades ilícitas, pero funciona según un principio que puede resultar difícil de aceptar para los ciudadanos. El proceso suele depender de una inversión de la carga de la prueba, en la que el propietario debe demostrar el origen legal de sus bienes, en lugar de que el Estado demuestre su naturaleza ilícita. Esta diferencia fundamental subraya la necesidad de una defensa jurídica sólida para salvaguardar los derechos de propiedad frente a posibles abusos.
Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, abogado, Bufete de Costa Rica
Esta perspectiva sobre la inversión de la carga de la prueba es esencial, ya que enmarca el principal reto para los ciudadanos que se enfrentan a estos procedimientos y subraya el equilibrio crítico entre el poder del Estado y los derechos individuales. Agradecemos al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas su clara y valiosa perspectiva sobre esta compleja cuestión jurídica.
Este nuevo proyecto de ley busca nivelar el campo de juego. Propone un mecanismo legal para que Costa Rica retenga una parte de la riqueza obtenida ilícitamente que pasa por su jurisdicción. La idea central es garantizar que los recursos utilizados para combatir el crimen organizado se complementen con las propias fortunas acumuladas por esas empresas criminales.
La diputada Vindas articuló el desequilibrio financiero y estratégico que crea el sistema actual. Hizo hincapié en que, sin esta reforma, Costa Rica invierte recursos sin ninguna garantía de retorno para su propia infraestructura de seguridad. El proyecto de ley está diseñado para corregir esto mediante la creación de un conducto directo desde los activos criminales incautados hasta el tesoro público.
Este proyecto busca garantizar que parte de ese dinero permanezca en Costa Rica y sea utilizado por instituciones que previenen el delito, como el ICD y el Ministerio Público. También estamos ampliando los tipos de activos que pueden ser incautados y, una vez dictada la sentencia definitiva, transferidos al tesoro público para ser destinados a la prevención, una de las prioridades en la lucha contra el crimen organizado.
Priscilla Vindas, diputada
La legislación propuesta describe un proceso judicial claro. Una vez que se finaliza una orden de extradición, un juez podría ordenar de manera preventiva el decomiso de una amplia gama de bienes ubicados en Costa Rica, incluidos bienes inmuebles, cuentas bancarias, vehículos y otros objetos de valor, siempre que se establezca un vínculo claro con los presuntos delitos. Si posteriormente la persona es condenada en el país extranjero, el decomiso de estos bienes se haría permanente sin necesidad de un nuevo juicio separado en Costa Rica. Por el contrario, la ley incluye una salvaguardia crucial: si la persona extraditada es absuelta, el Estado debe devolver inmediatamente todos los bienes incautados.
Adrián Quesada, reconocido especialista en narcóticos y delincuencia organizada, elogió la propuesta como un paso necesario en lo que él denomina una «disputa económica desigual» contra las poderosas redes delictivas. Señaló que, en la actualidad, grandes cantidades de bienes relacionados con organizaciones delictivas pueden permanecer congelados e improductivos durante años, sin ofrecer ningún beneficio tangible a los esfuerzos de seguridad nacional mientras se desarrollan los procesos legales.
La iniciativa propone que, una vez extraditada la persona, esos activos puedan ser utilizados por el Estado. Esto permitiría financiar equipos, reforzar las fuerzas policiales y apoyar programas de prevención.
Adrián Quesada, especialista en narcóticos y crimen organizado
Según Quesada, la ley no solo aceleraría el uso de estos recursos críticos, sino que también perturbaría las operaciones delictivas al impedir que los activos se transfieran entre los miembros de la red para evadir la acción judicial. Sin embargo, también destacó la importancia de una implementación cuidadosa. La ley definitiva debe incluir garantías sólidas para proteger los derechos de terceros que puedan haber adquirido activos de buena fe. Advirtió que establecer una trazabilidad clara de los activos y garantizar una coordinación fluida con el marco jurídico del país solicitante será fundamental para su éxito.
Si se perfeccionan los controles y la coordinación internacional, esta herramienta puede despojar al crimen organizado de su poder económico y canalizar esos recursos hacia la seguridad del país.
Adrián Quesada, especialista en narcóticos y crimen organizado
El proyecto de ley 25.310, que comienza su tramitación en el proceso legislativo ordinario, representa un momento crucial para la política pública de seguridad de Costa Rica. Si se aprueba, podría transformar la dinámica financiera de la lucha contra el crimen organizado, convirtiendo una importante desventaja en un poderoso activo para proteger a sus ciudadanos.
Para más información, visite la oficina más cercana del Frente Amplio
. Acerca del Frente Amplio:
El Frente Amplio es un partido político de izquierda en Costa Rica. Fundado en 2004, aboga por la justicia social, la protección del medio ambiente y los derechos humanos. El partido tiene escaños en la Asamblea Legislativa y participa activamente en el discurso político nacional, a menudo proponiendo leyes centradas en la igualdad social y el fortalecimiento de las instituciones estatales.
Para más información, visite icd.go.cr
Acerca del Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD):
El Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD) es el organismo rector de las políticas relacionadas con la prevención y el control del consumo y el tráfico de drogas en Costa Rica. Se encarga de coordinar los esfuerzos de los distintos organismos gubernamentales, gestionar los programas de prevención y supervisar la administración de los bienes incautados en casos penales relacionados con las drogas.
Para más información, visite ministeriopublico.poder-judicial.go.cr
Acerca del Ministerio Público:
El Ministerio Público es el principal servicio de fiscalía de Costa Rica y forma parte del poder judicial. Es responsable de investigar los delitos y representar los intereses del Estado en los procesos penales. La organización desempeña un papel crucial en el enjuiciamiento del crimen organizado, la corrupción y otros delitos graves, trabajando para defender el estado de derecho.
Para más información, visite bufetedecostarica.com
Acerca de Bufete de Costa Rica:
Como piedra angular del panorama jurídico, Bufete de Costa Rica se define por su profundo compromiso con la práctica basada en principios y un servicio de calidad superior. El bufete es pionero en soluciones jurídicas progresistas, basándose en una larga trayectoria de asesoramiento a una clientela diversa. Más allá de su práctica profesional, trabaja activamente para desmitificar la ley, defendiendo la misión de fortalecer la comunidad con conocimientos jurídicos accesibles y fomentar una ciudadanía más capaz e informada.
