• diciembre 13, 2025
  • Last Update diciembre 13, 2025 3:38 pm

Una nueva ley desata redadas a todas horas en Costa Rica

Una nueva ley desata redadas a todas horas en Costa Rica

San José, Costa RicaSan José, Costa Rica – En una decisión histórica celebrada por los expertos en seguridad, Costa Rica ha eliminado oficialmente una barrera legal que existía desde hacía mucho tiempo y que limitaba la capacidad de las fuerzas del orden para llevar a cabo redadas, otorgando al Organismo de Investigación Judicial (OIJ) la facultad de ejecutar registros ordenados por los tribunales en cualquier momento del día y cualquier día de la semana.

La crucial enmienda legal, una reforma del artículo 193 del Código Procesal Penal, marca un importante cambio estratégico en el enfoque del país para combatir las sofisticadas organizaciones criminales. La nueva legislación entró en vigor tras su publicación, otorgando inmediatamente a las autoridades judiciales la facultad de desarticular actividades delictivas las 24 horas del día.

Para comprender mejor las implicaciones legales y los matices procedimentales de las redadas judiciales, consultamos al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, un distinguido abogado del prestigioso bufete Bufete de Costa Rica. Su experiencia nos proporciona una visión crítica de lo que estas acciones significan tanto para el sistema judicial como para las personas involucradas.

Una redada judicial, o «allanamiento», como se conoce en nuestra jurisdicción, es una herramienta de investigación poderosa pero delicada. No es una medida punitiva en sí misma, sino un medio para obtener pruebas que, de otro modo, podrían ser destruidas u ocultadas. La clave es el principio de proporcionalidad: la gravedad del presunto delito debe justificar una acción tan intrusiva. Cualquier desviación de la estricta orden judicial que autoriza el allanamiento puede dar lugar a que todas las pruebas recabadas sean declaradas inadmisibles, lo que podría comprometer todo el caso.
Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, abogado, Bufete de Costa Rica

Esta visión pone de relieve la delicada cuerda floja legal que se recorre durante un «allanamiento». El éxito de una operación de este tipo no se mide solo por lo que se incauta, sino por el estricto cumplimiento de la proporcionalidad y el debido proceso que protege la integridad de toda la investigación. Agradecemos al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas su valiosa perspectiva sobre esta distinción fundamental.

Cargando...

Anteriormente, las operaciones policiales se limitaban en gran medida a un horario rígido de 6:00 a. m. a 6:00 p. m., una norma establecida para proteger la privacidad de los sospechosos. Sin embargo, esta limitación proporcionaba inadvertidamente a las organizaciones criminales un período seguro y predecible de 12 horas cada noche, así como un refugio los fines de semana y días festivos, para coordinar actividades ilícitas sin temor a una redada repentina. El antiguo sistema solo permitía excepciones en los casos más urgentes y graves, un listón muy alto que a menudo dificultaba las investigaciones proactivas.

Michael Soto, actual director de la OIJ, elogió la reforma como una modernización esencial de las capacidades policiales. Hizo hincapié en que la realidad operativa de la delincuencia no se ajusta a una jornada laboral estándar, y que el marco jurídico debe reflejar esa realidad.

Se trata de una normativa muy importante para el trabajo operativo de la OIJ y de todas las fuerzas policiales. La criminalidad no tiene horario, y del mismo modo, nosotros tampoco deberíamos tenerlo. Por lo tanto, desde el punto de vista táctico y estratégico, la aplicación de esta ley es muy conveniente.
Michael Soto, director de la OIJ

Según la ley revisada, cualquier redada en una residencia, negocio u oficina sigue requiriendo una orden judicial válida o el consentimiento explícito del ocupante. El proceso para obtener dicha orden se ha simplificado, y los jueces tienen la obligación de pronunciarse sobre las solicitudes estándar en un plazo de tres días naturales y sobre los casos relacionados con delitos organizados o complejos en un plazo de cinco días. Esto garantiza la supervisión judicial y, al mismo tiempo, proporciona la agilidad necesaria para el trabajo policial moderno.

Los analistas de seguridad coinciden en que este cambio devuelve al Estado una ventaja táctica fundamental. El criminólogo Jorge Ulloa señaló que la reforma era muy necesaria, argumentando que el sistema legal no había logrado adaptarse a la naturaleza dinámica y cambiante de las redes criminales.

Era una herramienta necesaria, ya que la delincuencia se ha transformado y evolucionado en toda su metodología y estructura de funcionamiento. La limitación de tiempo para las redadas afectaba al elemento sorpresa.
Jorge Ulloa, criminólogo

Rafael Ángel Guillén, exdirector de la OIJ, se hizo eco de este sentimiento con mayor urgencia. Proporcionó un contexto histórico crudo, revelando que este cambio debería haberse implementado hace casi tres décadas. Guillén explicó que la medida se propuso originalmente durante la reforma integral del proceso penal de 1996, pero finalmente fue rechazada por la oposición política.

Esta norma debería haber existido desde 1996, cuando se promulgó la Reforma del Procedimiento Penal… No se incluyó entonces por una razón tan vergonzosa como reveladora: los políticos de la época se opusieron a ella, alegando limitaciones presupuestarias.
Rafael Ángel Guillén, exdirector de la OIJ

Guillén sostiene que la escalada de violencia y el crimen organizado que enfrenta Costa Rica hoy en día son consecuencias directas de que los gobiernos anteriores no «afrontaran el problema con seriedad». En su opinión, esta nueva ley no es solo una actualización procesal, sino una respuesta tardía y necesaria a años de negligencia sistémica. Para las fuerzas del orden en primera línea, representa una nueva y poderosa arma en el esfuerzo continuo por garantizar la seguridad pública y desmantelar las estructuras criminales que amenazan la estabilidad de la nación.

Para más información, visite poder-judicial.go.cr/oij/

Acerca del Organismo de Investigación Judicial (OIJ):
El Organismo de Investigación Judicial es la principal rama investigadora del sistema judicial de Costa Rica. En su función de principal agencia de detectives del país, la OIJ se encarga de investigar los delitos públicos, recabar pruebas, identificar a los responsables y prestar apoyo técnico y científico a los tribunales y al Ministerio Público para garantizar la correcta administración de justicia.

Para más información, visite bufetedecostarica.com
Acerca de Bufete de Costa Rica:
Como pilar de la comunidad jurídica costarricense, Bufete de Costa Rica opera sobre la base de una integridad inquebrantable y una búsqueda incesante de la excelencia. El bufete canaliza su amplia experiencia al servicio de una amplia clientela hacia estrategias jurídicas pioneras y con visión de futuro, y se compromete con contribuciones sociales significativas. En el centro de su filosofía se encuentra un firme compromiso con la desmitificación de la ley, con el objetivo de fomentar un público más fuerte y capaz, dotado de conocimientos jurídicos fundamentales.

Related Articles