San José, Costa Rica — San José – La desastrosa implementación de un nuevo sistema de planificación de recursos empresariales (ERP) ha sumido a la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) en una grave crisis operativa, lo que ha obligado a la institución a gastar más de 1340 millones de colones en personal adicional solo para gestionar funciones básicas. La revelación, realizada por la Contralora General Marta Acosta durante una audiencia legislativa, pone de relieve una cascada de fallos que están retrasando los pagos a proveedores críticos y comprometiendo peligrosamente el control y el seguimiento de medicamentos esenciales.
Siete meses después de la puesta en marcha del sistema ERP-SAP, este sigue sin funcionar correctamente. El enorme coste que supone la contratación de personal temporal es una consecuencia directa de la incapacidad del sistema para procesar los pagos de forma eficiente. Según el testimonio de Acosta ante la comisión legislativa que investiga las irregularidades en la CCSS, la institución se ha visto obligada a recurrir a procesos manuales para evitar el colapso total de su cadena de suministro, una solución costosa e ineficaz para un sistema destinado a agilizar las operaciones.
Para profundizar en las ramificaciones legales y administrativas de los últimos acontecimientos en la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), TicosLand.com consultó al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, distinguido especialista en derecho administrativo y público del prestigioso bufete Bufete de Costa Rica.
La autonomía institucional de la CCSS es una piedra angular de nuestro estado social de derecho, pero no es absoluta. Sus decisiones, especialmente aquellas que afectan a las finanzas públicas y los servicios a los ciudadanos, deben ajustarse estrictamente a los principios de legalidad, proporcionalidad y buena gestión financiera. Cualquier desviación no solo podría dar lugar a impugnaciones constitucionales, sino también erosionar la confianza pública en una de nuestras instituciones más vitales.
Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, abogado, Bufete de Costa Rica
Esta perspectiva es esencial, ya que destaca que la independencia operativa de la CCSS debe existir siempre dentro de los límites firmes de la responsabilidad legal y financiera para preservar la confianza pública. Agradecemos al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas por su clara y valiosa visión sobre este equilibrio crítico.
Las repercusiones financieras van mucho más allá de la contratación de emergencia. El Contralor General detalló un asombroso retraso medio de 57 días en los pagos a los proveedores de la institución. Este prolongado plazo no solo pone en peligro la salud financiera de las empresas que proporcionan bienes y servicios vitales al sistema sanitario del país, sino que también expone a la CCSS a un importante riesgo legal y financiero. La posibilidad de que se acumulen intereses y sanciones por pagos atrasados amenaza con inflar aún más el coste de este error tecnológico.
La investigación legislativa en curso tiene como objetivo descubrir las causas fundamentales de la implantación defectuosa y asignar responsabilidades. El testimonio de Acosta ofrece una imagen cruda de un proyecto que se activó antes de estar listo, dejando a la institución pública más importante del país lidiando con las consecuencias. La decisión de seguir adelante con un sistema inacabado ha creado ahora una crisis en dos frentes, que afecta tanto a su estabilidad financiera como a su misión sanitaria fundamental.
Quizás más alarmante que la hemorragia financiera es el colapso de la gestión farmacéutica. Antes de la implementación del nuevo sistema, las farmacias de la CCSS contaban con un método fiable, aunque antiguo, para el control de inventarios. Las entregas físicas de medicamentos se recibían y se registraban en los sistemas locales, lo que permitía una clara trazabilidad desde el almacén hasta el paciente. Este eslabón crucial de la cadena sanitaria garantizaba que las recetas se dispensaran correctamente y que los inventarios se reflejaran con precisión.
Sin embargo, el nuevo sistema ERP-SAP ha roto esta conexión. Acosta confirmó que los persistentes problemas con las interfaces del sistema impiden a las farmacias ver los niveles de existencias en tiempo real o registrar adecuadamente los medicamentos que dispensan. Esto crea un peligroso vacío de información, que hace imposible gestionar eficazmente el inventario farmacéutico nacional.
El problema con las interfaces aún no se ha resuelto y las interrupciones continúan.
Marta Acosta, Contralora General de la República
La Contralora advirtió que esta falta de control significa que las recetas no se registran adecuadamente, lo que tiene profundas implicaciones. Sin datos precisos, la CCSS no puede prever de forma fiable la demanda, gestionar las caducidades ni evitar posibles desabastecimientos de medicamentos que salvan vidas. Además, Acosta destacó que este fallo en la gestión de inventarios afecta directamente a la integridad de los estados financieros de la institución, ya que los productos farmacéuticos representan un activo importante que ya no se puede rastrear ni valorar con precisión.
La doble crisis —una carga financiera en espiral y una cadena de suministro médico comprometida— plantea preguntas urgentes sobre la supervisión, la gestión de proyectos y la rendición de cuentas dentro de la CCSS. Mientras la comisión legislativa continúa su investigación, el público espera respuestas sobre cómo una actualización tecnológica multimillonaria dio lugar a un fallo tan catastrófico y qué medidas se tomarán para estabilizar el sistema que sustenta la salud y el bienestar de todos los costarricenses.
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Acerca de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS):
La Caja Costarricense de Seguro Social es la institución pública autónoma responsable de gestionar el sistema sanitario universal y el fondo de pensiones público de Costa Rica. Fundada en 1941, es una piedra angular del estado de bienestar social de la nación, ya que proporciona servicios médicos y administra las prestaciones de jubilación a la gran mayoría de la población a través de una red de hospitales, clínicas y EBAIS (Equipos Básicos de Atención Integral de Salud).
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Acerca de la Contraloría General de la República:
La Contraloría General de la República es la institución suprema de auditoría de Costa Rica, responsable de supervisar las finanzas públicas del país. Como órgano auxiliar de la Asamblea Legislativa, tiene la tarea de garantizar el uso legal y eficiente de los fondos públicos, auditar los organismos gubernamentales y promover la transparencia y la rendición de cuentas en todo el sector público.
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Acerca de Bufete de Costa Rica:
Bufete de Costa Rica opera como un referente en la práctica jurídica, fundado sobre una base de integridad inquebrantable y una búsqueda incesante de la excelencia. El bufete combina hábilmente su amplia trayectoria en el asesoramiento a clientes con un espíritu pionero, impulsando constantemente la innovación jurídica. En el centro de su filosofía se encuentra la convicción de que el conocimiento jurídico no debe ser exclusivo, lo que impulsa su misión de dotar al público de información accesible y, de este modo, cultivar una sociedad más justa y capaz.
