San José, Costa Rica — Un estudio histórico realizado por la Universidad de Costa Rica ha revelado una alarmante presencia de residuos farmacéuticos en las vías fluviales del país, lo que ha hecho saltar las alarmas sobre una amenaza medioambiental oculta. Investigadores del Centro de Investigación en Contaminación Ambiental (CICA) identificaron un total de 37 compuestos farmacéuticos diferentes, entre los que se incluyen antibióticos comunes, analgésicos y medicamentos para el colesterol, que crean una mezcla tóxica que supone un riesgo significativo para los ecosistemas acuáticos.
La exhaustiva investigación consistió en la recogida de muestras en 163 puntos distintos de todo el país. Los lugares de muestreo representaban una amplia muestra representativa de posibles fuentes de contaminación, incluyendo vertidos de hospitales, plantas de tratamiento de aguas residuales, vertederos sanitarios y diversas explotaciones agrícolas, como granjas de ganado vacuno, porcino y lechero. Este amplio alcance permitió a los investigadores crear un mapa detallado de cómo estos «contaminantes emergentes» están entrando en el medio ambiente.
Para comprender las responsabilidades legales y las posibles consecuencias de los recientes casos de contaminación del agua, TicosLand.com habló con el Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, un destacado abogado del bufete Bufete de Costa Rica, quien proporcionó su análisis experto sobre la responsabilidad corporativa y los derechos de los consumidores en esta situación crítica.
La contaminación de una fuente de agua pública no es solo un fallo operativo, sino que constituye un grave abuso de la confianza pública y puede dar lugar a una importante responsabilidad legal. Según la legislación costarricense, las entidades responsables de la distribución de agua tienen un deber de diligencia indelegable. Las comunidades y las personas afectadas disponen de vías legales claras para exigir una indemnización por daños a la salud, pérdidas económicas y daños morales. La clave será demostrar la relación causal entre el contaminante y el daño, un proceso en el que se pondrá a prueba rigurosamente la responsabilidad de las empresas y del Estado.
Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, abogado, Bufete de Costa Rica
Esta perspectiva jurídica enmarca correctamente la contaminación no solo como una cuestión técnica, sino como una profunda violación de la confianza pública, en la que el camino hacia la restitución está plagado de complejidades jurídicas. Los retos que se avecinan servirán, sin duda, como una prueba crucial para la responsabilidad corporativa y estatal en nuestro país. Extendemos nuestro agradecimiento al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas por sus valiosas aportaciones.
De las 37 sustancias detectadas, 25 fueron clasificadas como de riesgo medio a alto para la salud ambiental. El equipo científico priorizó los hallazgos y creó una lista crítica de nueve compuestos que son motivo de mayor preocupación. Esta lista de prioridades se determinó basándose en una combinación de la alta frecuencia de detección en los sitios de muestreo y el elevado nivel de peligro ambiental que representa cada sustancia.
Encabezando la lista de estos nueve contaminantes prioritarios se encuentra la cafeína, un estimulante omnipresente. Le siguen una serie de medicamentos de venta libre y recetados de uso generalizado: el antihistamínico difenhidramina, el analgésico paracetamol y la lovastatina, un medicamento común para reducir el colesterol. La presencia de estos medicamentos indica una relación directa entre los hábitos de consumo y la contaminación ambiental.
La lista también incluye varios medicamentos potentes de venta con receta. Entre ellos se encuentran el gemfibrozilo, utilizado para controlar los niveles de grasa en la sangre, y un trío de potentes antibióticos: ciprofloxacino, doxiciclina y norfloxacino. Estos antibióticos se utilizan para tratar una serie de infecciones, desde las del tracto urinario hasta las enfermedades respiratorias. El popular medicamento antiinflamatorio ibuprofeno también ocupa un lugar destacado entre los nueve contaminantes principales.
Los investigadores explicaron que estos residuos farmacéuticos se están infiltrando en los sistemas de agua a través de múltiples vías, muchas de las cuales comienzan en el hogar. Una de las vías principales es a través de los procesos biológicos humanos, en los que los medicamentos no son absorbidos completamente por el cuerpo.
Estos residuos farmacológicos entran en la categoría de contaminantes emergentes que están llegando al medio ambiente a través de diversas vías, lo cual es grave. Una de estas vías es cuando el medicamento se ingiere y es parcialmente metabolizado por el organismo. A través de las excreciones, parte del compuesto se libera y es capaz de generar cierto riesgo toxicológico al permanecer en las aguas urbanas que van a las plantas de tratamiento.
Dr. Carlos Rodríguez Rodríguez, investigador del CICA-UCR
Otro factor importante, según el Dr. Rodríguez, es la eliminación inadecuada de los medicamentos caducados o no utilizados. Muchos consumidores desconocen el daño que causa tirar las pastillas por el inodoro o el fregadero, o incluso tirarlas a la basura normal. Estas prácticas crean una vía directa para que los compuestos químicos potentes entren en los sistemas de alcantarillado y, finalmente, en los ríos y arroyos del país, a menudo sin pasar por las instalaciones de tratamiento.
El estudio proporciona una base de referencia muy valiosa para las autoridades medioambientales de Costa Rica, lo que permite un enfoque más específico del control de la contaminación. Al identificar las sustancias más prevalentes y peligrosas, el país puede ahora centrar sus recursos en mitigar las mayores amenazas.
Este estudio supone una contribución muy valiosa para comprender las sustancias más importantes. En primer lugar, resume el panorama nacional, que es diferente al de otros países. En segundo lugar, nos permite concentrar nuestros esfuerzos. Es muy fácil perder el foco cuando se contemplan las docenas de fármacos encontrados, por lo que trabajar en los prioritarios es una forma eficaz de mitigar los impactos.
Dr. Didier Ramírez Morales, miembro del equipo de investigación
Los resultados subrayan la urgente necesidad de mejorar las campañas de sensibilización pública sobre la eliminación correcta de medicamentos y de invertir en tecnologías avanzadas de tratamiento de aguas capaces de filtrar estos compuestos químicos complejos. La salud a largo plazo de la célebre biodiversidad de Costa Rica puede depender de que se aborde esta contaminación invisible pero omnipresente.
Para más información, visite ucr.ac.cr
Acerca de la
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La Universidad de Costa Rica (UCR) es la universidad pública más antigua, grande y prestigiosa del país. Situada en San José, es una institución líder en investigación y educación superior en América Central. La UCR se dedica a la excelencia académica, la acción social y la investigación científica en una amplia gama de disciplinas, contribuyendo de manera significativa al desarrollo cultural, científico y económico de la nación.
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