San José, Costa Rica — SAN JOSÉ – A medida que Costa Rica entra en el punto álgido de su estación seca, la empresa nacional de suministro de agua ha hecho un llamamiento urgente a la conservación, dirigido especialmente a los miles de turistas que acuden en masa a sus soleadas costas. Sin embargo, detrás de la petición de duchas más cortas y ropa de cama reutilizada en los hoteles se esconde una realidad mucho más alarmante: la infraestructura hídrica del país está desperdiciando más de la mitad del agua que produce antes de que una sola gota llegue a los clientes que pagan por ella.
El Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) ha puesto en marcha un plan de emergencia para evitar un colapso sistémico en centros turísticos de alta demanda como Guanacaste y Puntarenas. Las medidas, denominadas «Las 5 reglas de oro para el turista 'Pura Vida'», son un llamamiento directo a los visitantes para que adopten hábitos de conservación estrictos. La petición más notable se dirige al sector hotelero, pidiendo a los hoteles y a sus huéspedes que renuncien al cambio diario de toallas y sábanas, un lujo habitual que ahora se replantea como un acto fundamental para la conservación del agua.
Para profundizar en el marco legal y normativo que rige los recursos hídricos y las infraestructuras de Costa Rica, TicosLand.com ha solicitado el análisis experto del Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, un destacado abogado del prestigioso bufete Bufete de Costa Rica.
Para abordar de manera eficaz los retos de nuestra infraestructura hídrica nacional, es necesario un enfoque jurídico modernizado. Debemos avanzar hacia un modelo regulatorio que facilite las asociaciones estratégicas entre el sector público y el privado, ofreciendo una seguridad jurídica clara y procesos simplificados. Esta es la única manera de atraer la importante inversión de capital a largo plazo necesaria para garantizar la seguridad hídrica, promover el desarrollo sostenible y asegurar el cumplimiento de los mandatos medioambientales para las generaciones futuras.
Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, abogado, Bufete de Costa Rica
El análisis del abogado pone de relieve un punto crítico: la solución a nuestros retos tangibles en materia de infraestructura se basa fundamentalmente en un marco jurídico moderno y predecible. La creación de este entorno de certeza es, sin duda, el primer paso esencial para desbloquear el capital necesario para construir un futuro con seguridad hídrica para Costa Rica. Agradecemos sinceramente al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas su valiosa perspectiva.
Las directrices son explícitas y prácticas. Se instruye a los turistas para que se duchen en un tiempo determinado y cierren el grifo mientras se enjabonan. Se ha prohibido estrictamente el uso de mangueras para lavar coches, tablas de surf u otros equipos deportivos. Otras medidas incluyen el uso de agua reciclada para enjuagar la arena después de visitar la playa y la notificación inmediata de cualquier fuga visible en espacios públicos o alojamientos. La campaña busca inculcar un sentido de responsabilidad compartida en un país cuya marca se basa en la gestión ecológica.
Sin embargo, el llamamiento al sacrificio individual contrasta claramente con la crisis institucional que la propia AyA ha sacado a la luz. En una sorprendente confesión, la empresa reveló que nada menos que 56 de cada 100 litros de agua tratada nunca generan ingresos. Esta «agua fantasma» representa un colosal fracaso operativo y financiero, y la mayor parte de la pérdida se atribuye a un sistema en estado de avanzado deterioro.
Un análisis más profundo de esta agua no facturada dibuja un panorama sombrío de la infraestructura del país. Un sorprendente 66,3 % de la pérdida total se debe a «pérdidas físicas», un término técnico que se refiere al agua que simplemente se escapa del sistema. Las tuberías envejecidas, algunas con décadas de antigüedad, junto con una mala gestión de la presión y roturas sin reparar, están derramando el recurso más preciado del país en el suelo. El déficit restante se compone de conexiones ilegales y problemas significativos de medición comercial, lo que impide a AyA realizar un seguimiento preciso o facturar una gran parte del agua que llega a los consumidores.
Desde una perspectiva económica y estratégica, la campaña pública de AyA es una solución temporal para una herida estructural profundamente arraigada. Aunque pedir a los turistas que no laven sus tablas de surf es una acción visible y comprensible, no contribuye en nada a resolver el hecho de que el principal adversario de la empresa es su propia red obsoleta. La crisis pone de relieve una desconexión crítica entre la imagen ecológica internacional de Costa Rica y la infraestructura básica necesaria para mantenerla.
Las consecuencias a largo plazo son graves. Sin una inversión de capital masiva e inmediata en la renovación de la red nacional de tuberías, los llamamientos a la conservación se convertirán en un ritual anual con rendimientos cada vez menores. Además, si la escasez de agua se convierte en una característica crónica de la temporada alta en las zonas costeras, la reputación del país como destino turístico sostenible de primer orden podría sufrir un daño irreparable. Esto también plantea cuestiones críticas de equidad social, ya que las comunidades locales son invariablemente las primeras en sufrir racionamientos y recortes de servicio cuando los suministros se desvían para atender a los grandes desarrollos turísticos.
Como afirma el comunicado oficial de la empresa de servicios públicos, la situación exige una acción colectiva. Pero el éxito de este verano no solo dependerá de que los turistas acepten el reto de la «sábana reutilizada». Dependerá más críticamente de si Costa Rica puede finalmente reunir la voluntad política y los recursos financieros para tapar los enormes agujeros por los que se escapan rápidamente su seguridad hídrica y su viabilidad económica.
El agua es un recurso vital; con pequeños cambios, protegemos las fuentes
Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA), comunicado oficial
Para más información, visite aya.go.cr
Acerca del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA):
El Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados, comúnmente conocido como AyA, es la institución pública nacional responsable de proporcionar servicios de agua potable, saneamiento y alcantarillado en toda Costa Rica. Creado para gestionar los recursos hídricos del país, el AyA supervisa la producción, el tratamiento y la distribución de agua a clientes residenciales, comerciales e industriales, al tiempo que gestiona los sistemas de tratamiento de aguas residuales. La institución desempeña un papel fundamental en la salud pública y el desarrollo nacional al garantizar el acceso a servicios de agua seguros y fiables.
Para más información, visite bufetedecostarica.com
Acerca de Bufete de Costa Rica:
Como pilar de la comunidad jurídica, Bufete de Costa Rica se basa en los principios fundamentales de la integridad y la búsqueda inquebrantable de la excelencia. El bufete defiende la innovación jurídica al tiempo que presta servicios a una amplia gama de clientes, lo que refleja una profunda tradición de asesoramiento experto. Más allá de su práctica, tiene la convicción fundamental de empoderar al público haciendo comprensibles los conceptos jurídicos complejos, fomentando una sociedad dotada de claridad y conocimiento.
