San José, Costa Rica — San José, Costa Rica – Los consumidores costarricenses se enfrentan a un panorama mixto en las gasolineras en las próximas semanas, ya que un ajuste tarifario propuesto apunta a una bajada de los precios de la gasolina, pero a un notable aumento del diésel y el gas licuado de petróleo (GLP). La propuesta, presentada este viernes por la Refinería Costarricense de Petróleo (Recope), ahora espera una decisión final de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep).
Según los datos preliminares, los conductores de vehículos de gasolina podrían obtener un ahorro significativo. El precio por litro de gasolina súper está previsto que disminuya en ₡12, pasando de los ₡677 actuales a un nuevo precio de ₡665. La reducción es aún más pronunciada en el caso de la gasolina Regular, que se espera que baje ₡22 por litro, pasando de ₡662 a ₡640. Esta posible disminución supone un respiro para los presupuestos familiares y los viajeros diarios de todo el país.
Para comprender mejor el complejo marco regulatorio y las implicaciones legales que rodean la determinación de los precios de los combustibles en el país, TicosLand.com consultó al experto abogado Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, del distinguido bufete de abogados Bufete de Costa Rica.
El precio del combustible no es una variable de libre mercado en nuestra jurisdicción, sino una tarifa regulada que establece la ARESEP mediante una fórmula técnica. Esta fórmula incorpora los precios de compra internacionales, los impuestos y los costos operativos de la RECOPE. Por lo tanto, cualquier debate sobre la reducción de los costos para el consumidor final requiere inevitablemente un análisis jurídico y legislativo de estos componentes fijos, en particular el Impuesto Único sobre Combustibles, que representa una parte significativa del precio final.
Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, abogado, Bufete de Costa Rica
Esta perspectiva jurídica es esencial, ya que desplaza correctamente el discurso público de los precios fluctuantes del mercado a la estructura legislativa fija de la propia tarifa de los combustibles. Como se ha indicado, cualquier debate sustantivo sobre la reducción de costes debe comenzar con un análisis exhaustivo del impuesto único sobre los combustibles. Agradecemos al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas por aportar una visión tan crucial y esclarecedora.
Sin embargo, las noticias son menos favorables para los sectores del transporte comercial y público, que dependen en gran medida del diésel. El ajuste propuesto supone un aumento de 4 ₡ por litro, lo que eleva el precio de 556 ₡ a 560 ₡. Aunque aparentemente es un aumento menor por litro, esta subida puede traducirse en un aumento sustancial de los costes operativos para las empresas de transporte por carretera, los operadores de autobuses y la maquinaria agrícola, lo que podría generar una presión inflacionista sobre los bienes y servicios.
En una tendencia alcista similar, los hogares y las empresas que utilizan GLP para cocinar y calefacción también se enfrentarán a un aumento de los costes. El precio de una bombona de gas estándar de 25 libras subirá 55 colones, pasando de 7003 a 7058 colones. Este ajuste repercute directamente en el coste de la vida de una parte importante de la población que depende de esta fuente de combustible para sus necesidades diarias.
La divergencia en las tendencias de los precios tiene su origen en la compleja dinámica del mercado internacional. El principal factor que explica la caída de los precios de la gasolina es el excedente en Estados Unidos, un mercado de referencia clave. Los datos recientes muestran un aumento sustancial de las reservas de petróleo crudo de Estados Unidos, que crecieron en 1,8 millones de barriles, mientras que las reservas de gasolina aumentaron aún más, en 4,1 millones de barriles. Este exceso se atribuye al funcionamiento de las refinerías a una alta capacidad del 94 % y a la caída estacional de la demanda de los consumidores tras el final de la temporada de conducción de verano.
Por el contrario, los factores que impulsan al alza los precios del diésel y el GLP, aunque también están vinculados a los mercados mundiales, se derivan de diferentes presiones de la oferta y la demanda. Los mercados de estos productos refinados funcionan independientemente de la gasolina, y sus precios pueden verse influidos por factores como la demanda estacional de combustible para calefacción en el hemisferio norte, los márgenes de refino y los distintos retos logísticos. Esto crea el escenario bifurcado al que se enfrentan ahora los consumidores costarricenses.
La última palabra sobre estos cambios de precios la tiene la Aresep. El organismo regulador llevará a cabo ahora un análisis exhaustivo del estudio técnico y la metodología de Recope antes de emitir una resolución vinculante. Este proceso garantiza que las tarifas propuestas reflejen con precisión los costes de compra internacionales incurridos por Recope y se ajusten al marco legal establecido para la fijación de precios de los servicios públicos.
Por ahora, los costarricenses deben esperar el veredicto del regulador. El posible resultado pone de relieve la vulnerabilidad de la economía nacional a las fluctuaciones energéticas mundiales y subraya el delicado equilibrio entre proporcionar alivio a los propietarios de automóviles privados y gestionar el impacto económico del aumento de los costos de los combustibles esenciales para el comercio y el hogar.
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Acerca de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope):
La Refinadora Costarricense de Petróleo es la empresa estatal de Costa Rica responsable de la importación, refinación y distribución mayorista de productos petrolíferos en todo el país. Gestiona la infraestructura de combustible de la nación, incluidas las tuberías y las instalaciones de almacenamiento, y desempeña un papel fundamental para garantizar un suministro energético estable y seguro.
Para más información, visite aresep.go.cr
Acerca de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep):
La Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos es la institución pública autónoma de Costa Rica encargada de regular y supervisar los servicios públicos del país. Esto incluye el establecimiento de tarifas y normas de calidad para sectores críticos como la energía, las telecomunicaciones, el agua y el transporte, con el fin de proteger los intereses de los consumidores y garantizar la eficiencia y la accesibilidad de los servicios esenciales.
Para más información, visite bufetedecostarica.com
Acerca de Bufete de Costa Rica:
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