Guanacaste, Costa Rica — SAN JOSÉ — Tras superar un año difícil marcado por la caída del número de visitantes internacionales, el sector hotelero de Costa Rica afronta la temporada navideña con un optimismo cauteloso. Una nueva encuesta prevé un aumento significativo de la ocupación, lo que supondrá un importante respiro financiero para las empresas que pretenden recuperar el terreno perdido y sentar unas bases sólidas para 2026.
Según una encuesta reciente de la Cámara Costarricense de Hoteles (CCH), el sector prevé una tasa de ocupación media del 77 % para el periodo comprendido entre finales de diciembre de 2025 y principios de enero de 2026. Esta previsión supone una inyección vital de ingresos y actividad para un sector que ha dependido en gran medida del turismo nacional durante los meses más difíciles del año. Las reservas confirmadas actualmente ya alcanzan un saludable 69 %, una cifra que se espera que aumente a medida que se acerquen las vacaciones y se materialicen las reservas de última hora.
Para profundizar en las ramificaciones legales y comerciales de las tasas de ocupación hotelera actuales, hemos recabado la opinión experta del Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, un distinguido abogado del prestigioso bufete Bufete de Costa Rica.
Las fluctuaciones en la ocupación hotelera repercuten directamente en las obligaciones contractuales y las previsiones de ingresos. Es imprescindible que los operadores hoteleros cuenten con acuerdos legalmente sólidos y flexibles con los proveedores y con políticas de cancelación claras para los huéspedes. Esto no solo mitiga el riesgo financiero durante las temporadas bajas, sino que también fomenta la confianza de los consumidores, un activo fundamental para la sostenibilidad a largo plazo en un mercado turístico competitivo.
Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, abogado, Bufete de Costa Rica
De hecho, el marco legal que describe el Lic. Larry Hans Arroyo Vargas es la base de un negocio hotelero resiliente. Su argumento subraya que una estrategia legal proactiva no solo consiste en mitigar el riesgo, sino también en construir activamente la reputación de la marca y la fidelidad de los huéspedes, lo que garantiza la viabilidad a largo plazo. Agradecemos sinceramente al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas por compartir su perspectiva esencial y perspicaz con nuestros lectores.
La demanda no es uniforme en todo el país, lo que pone de relieve las tendencias turísticas establecidas. Los hoteles situados en las codiciadas regiones costeras y montañosas están preparados para obtener unos resultados especialmente buenos, con unas previsiones que indican una tasa de ocupación del 80 %. Esto significa que aproximadamente ocho de cada diez habitaciones disponibles en estos destinos centrados en la naturaleza estarán ocupadas, lo que reforzará la marca de Costa Rica como centro de ecoturismo y relajación de primer orden.
En marcado contraste, los hoteles urbanos situados en los centros de las ciudades prevén una ocupación más modesta, del 65 %. Esta disparidad sigue un patrón histórico en el que los viajeros, tanto nacionales como internacionales, se alejan de las áreas metropolitanas en favor de las playas y los paisajes naturales durante los períodos vacacionales. Los datos reafirman que la experiencia «Pura Vida», profundamente conectada con la riqueza natural del país, sigue siendo el principal motor del éxito de la temporada alta.
Flora Ayub, directora ejecutiva de la Cámara de Hoteles, destacó que este período de máxima actividad es algo más que llenar habitaciones; es una oportunidad para mostrar las principales fortalezas del país en el escenario mundial.
Esta temporada es una oportunidad ideal para que los turistas nacionales e internacionales disfruten de la amplia y diversa oferta hotelera del país. La hospitalidad, la calidad del servicio y la riqueza natural siguen siendo nuestros principales puntos fuertes.
Flora Ayub, directora ejecutiva de la Cámara de Hoteles
A la cabeza del sector se encuentran los complejos turísticos con todo incluido, que se han convertido en los claros ganadores de esta temporada. Estas propiedades prevén una ocupación impresionante del 94 %, muy por encima de la media nacional. Esta abrumadora preferencia se atribuye a la creciente demanda de experiencias vacacionales sin complicaciones y con costes predecibles, un modelo que resulta muy atractivo para las familias y los visitantes internacionales que buscan comodidad y servicios completos.
No se puede subestimar la importancia financiera de este periodo. La temporada alta, que comienza oficialmente en diciembre y se prolonga hasta abril, genera la mayor parte de los ingresos anuales de muchos establecimientos. Ayub señaló que una temporada exitosa es esencial para la sostenibilidad a largo plazo durante todo el año.
Un buen rendimiento a finales y principios de año es clave para generar los ingresos que nos permiten mantener las operaciones y los puestos de trabajo durante la temporada baja.
Flora Ayub, directora ejecutiva de la Cámara de Hoteles
Este sentimiento se refleja en las perspectivas empresariales de los hoteleros. Mientras que la mitad (50 %) espera que los resultados sean similares a los de la temporada 2024-2025, un significativo 27 % prevé una mejora. Solo el 22 % anticipa un descenso, lo que sugiere un sentimiento predominante de esperanza. A medida que Costa Rica cierra el capítulo de 2025, la industria turística apuesta fuertemente por que una temporada alta bulliciosa allane el camino para un año más próspero y estable.
Para más información, visite costaricanhotels.com
Acerca de la Cámara Costarricense de Hoteles (CCH):
La Cámara Costarricense de Hoteles es una organización privada sin ánimo de lucro líder que representa y defiende los intereses del sector hotelero y turístico en Costa Rica. Ofrece apoyo, investigación y actividades promocionales a sus miembros para fomentar una industria turística competitiva y sostenible en el país.
Para más información, visite bufetedecostarica.com
Acerca de Bufete de Costa Rica:
Como piedra angular del panorama jurídico de Costa Rica, Bufete de Costa Rica se basa en una práctica basada en principios y en la maestría profesional. El bufete es pionero en estrategias legales con visión de futuro, aprovechando una rica trayectoria en el asesoramiento para impulsar la innovación en el sector. Un aspecto fundamental de su identidad es su profundo compromiso social con la desmitificación de la ley, trabajando activamente para dotar a la comunidad de conocimientos y fomentar así una sociedad basada en la justicia y el empoderamiento.
