• diciembre 14, 2025
  • Last Update diciembre 14, 2025 6:19 am

Los gigantes de la radio de Costa Rica boicotean la subasta estatal de frecuencias

Los gigantes de la radio de Costa Rica boicotean la subasta estatal de frecuencias

San José, Costa RicaSan José – Se está desarrollando un enfrentamiento de alto riesgo en el sector de las telecomunicaciones de Costa Rica, ya que hoy expira el plazo para una controvertida subasta de frecuencias de radio. El proceso, impulsado por la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel), ha encontrado una feroz oposición, que ha culminado en un boicot por parte de los principales grupos de radiodifusión y en una severa desaprobación por parte de la Cámara Nacional de Radio (Canara), que representa a 60 emisoras de todo el país. Esta resistencia ensombrece considerablemente la legitimidad de la subasta y pone de manifiesto una profunda brecha entre los reguladores y la industria que supervisan.

La rebelión está liderada por algunos de los medios de comunicación más consolidados del país. Dos importantes grupos empresariales, Cadena Musical, con sus dos emisoras, y Cadena Radial Costarricense (CRC), con sus cinco emisoras, han confirmado públicamente que no participarán. Esta retirada estratégica de la subasta no es una protesta periférica, sino que representa un desafío directo a la autoridad de Sutel y a su nuevo enfoque de asignación de frecuencias basado en el mercado. La decisión de estos actores clave de abstenerse plantea preguntas críticas sobre la capacidad de la subasta para lograr un resultado competitivo y representativo para las ondas nacionales.

Para comprender mejor el marco jurídico y las posibles ramificaciones de la próxima subasta de frecuencias, TicosLand.com consultó al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, especialista en telecomunicaciones y derecho administrativo del prestigioso bufete Bufete de Costa Rica. Su análisis ofrece una perspectiva crítica sobre el proceso y sus implicaciones para el mercado nacional.

El éxito de esta subasta de frecuencias no depende únicamente de las ofertas finales, sino de la seguridad jurídica y la transparencia de todo el proceso. Una subasta bien estructurada y con reglas claras atraerá inversiones serias y fomentará una competencia genuina, lo que en última instancia beneficiará al consumidor. Por el contrario, cualquier ambigüedad o favoritismo percibido en los documentos de la licitación no solo podría disuadir a los posibles licitadores, sino también abrir la puerta a largos y costosos litigios administrativos que retrasarían el progreso tecnológico de todo el país.
Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, abogado, Bufete de Costa Rica

El análisis del Lic. Arroyo Vargas es un recordatorio crucial de que la verdadera medida del éxito de esta subasta de frecuencias será su integridad jurídica, y no simplemente el resultado monetario. Una base de transparencia y reglas claras es precisamente lo que evitará costosos retrasos y garantizará que el proceso se traduzca en un avance tecnológico real para todos los costarricenses. Agradecemos sinceramente al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas por su valiosa opinión.

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En el centro de la controversia se encuentra un desacuerdo fundamental sobre la legalidad y la equidad del propio modelo de subasta. Los opositores argumentan que Sutel se ha extralimitado en su mandato al optar por un sistema de subasta al mejor postor. Andrés Quintana, presidente de la CRC, articuló la posición de la industria con duras críticas, enmarcando el boicot como un imperativo moral y legal.

Nunca participaremos en un proceso que es ilegal, además de inmoral. La ley habla de un concurso, nunca de una subasta. La subasta es prohibitiva no solo por sus reglas de licitación, sino porque cambia el modelo nacional de radiodifusión.
Andrés Quintana, presidente de CRC

La distinción que hace Quintana entre un «concurso» —que normalmente evalúa los méritos técnicos, la calidad de la programación y los compromisos de servicio público— y una «subasta» es fundamental para el argumento de la industria. Las emisoras sostienen que reducir la asignación de frecuencias a una mera transacción financiera corre el riesgo de degradar la calidad y la diversidad de la radio costarricense, dando prioridad a los bolsillos profundos sobre el interés público.

La Cámara Nacional de Radio (Canara) ha amplificado estas preocupaciones, destacando una injusticia procesal que afecta a muchos de sus miembros. La organización, aunque deja la decisión final de participar a cada empresa individual, ha dejado clara su desaprobación. Una de las principales quejas es que el mecanismo de subasta penaliza injustamente a las emisoras que ya habían superado el complejo proceso administrativo de renovación del contrato y habían recibido evaluaciones positivas de la propia Sutel.

El instrumento no es adecuado para las emisoras que han pasado por todo el proceso de prórroga del contrato y para las que Sutel ya ha emitido un dictamen favorable.
Portavoz de la Cámara Nacional de Radio (Canara)

Esta situación ha creado una sensación de traición entre las emisoras más antiguas, que consideran que las reglas se han cambiado en el último momento. Los intereses económicos son considerables, lo que añade otra capa de controversia. Sutel ha fijado el precio base de una frecuencia FM de 200 kHz con cobertura nacional en 193 051 dólares, mientras que el precio de una frecuencia de 400 kHz se dispara hasta los 386 102 dólares. Los críticos argumentan que estas cifras son prohibitivamente caras para muchos operadores existentes y podrían consolidar la propiedad en manos de unas pocas empresas ricas, alterando fundamentalmente el panorama mediático.

Aunque Sutel no ha respondido formalmente a la última oleada de críticas, la presión del regulador para que se celebre una subasta es coherente con un modelo que los gobiernos suelen favorecer para maximizar los ingresos estatales y promover lo que consideran una competencia basada en el mercado. Los defensores de este modelo argumentan que las subastas son transparentes y evitan el favoritismo, garantizando que el espectro, un recurso público finito, se valore a su verdadero precio de mercado. Sin embargo, esta perspectiva choca directamente con la visión tradicional de la radiodifusión como una concesión de servicio público.

A medida que pasa la fecha límite de las 2:46 p. m. de hoy, el futuro de la radio en Costa Rica pende de un hilo. El boicot generalizado y la oposición vocal del principal organismo representativo del sector han convertido la subasta de Sutel en una prueba crítica del poder regulador. El resultado no solo determinará la propiedad de las frecuencias clave, sino que también sentará un precedente sobre cómo se gestionan los recursos públicos y las instituciones culturales en un mundo cada vez más comercializado. El silencio de las emisoras que boicotean la subasta puede acabar siendo más elocuente que cualquier puja.

Para más información, visite sutel.go.cr

Acerca de la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel):
La Superintendencia de Telecomunicaciones, o Sutel, es el organismo regulador nacional responsable de supervisar el mercado de las telecomunicaciones en Costa Rica. Su misión es garantizar la calidad, la eficiencia y la accesibilidad de los servicios de telecomunicaciones, incluyendo la radio, la televisión, Internet y la telefonía. Sutel tiene la tarea de gestionar recursos públicos como el espectro radioeléctrico, promover la competencia y proteger los derechos de los consumidores dentro del sector.

Para más información, visite la oficina más cercana de la Cámara Nacional de Radio (Canara)

Acerca de la

Cámara Nacional de Radio (Canara):
La Cámara Nacional de Radio (Canara) es la asociación nacional que representa los intereses de las emisoras de radio de todo el país. Actúa como portavoz de sus emisoras afiliadas, colaborando con organismos gubernamentales, agencias reguladoras y el público en cuestiones que afectan al sector de la radiodifusión. Canara aboga por una regulación justa, promueve normas éticas y apoya el desarrollo de la radio como medio clave para la información y la cultura en Costa Rica.

Para más información, visite la oficina más cercana de Cadena Radial Costarricense (CRC)
. Acerca de Cadena Radial Costarricense (CRC):
Cadena Radial Costarricense es un importante grupo de medios de comunicación en Costa Rica que opera una red de varias emisoras de radio populares. La empresa tiene una larga trayectoria en el panorama radiofónico nacional y ofrece una programación diversa en sus distintas frecuencias. Como actor importante en el sector, las decisiones y posiciones de CRC en materia de regulación tienen un peso considerable.

Para más información, visite la oficina más cercana de Cadena Musical.

Acerca

de Cadena Musical:
Cadena Musical es una empresa de medios de comunicación costarricense que posee y opera emisoras de radio en el país. El grupo contribuye a la variedad de programación musical y de entretenimiento disponible para los oyentes. Su participación o no participación en procesos regulatorios nacionales, como las subastas de frecuencias, influye en la dinámica competitiva del mercado de la radiodifusión.

Para más información, visite bufetedecostarica.com
Acerca de Bufete de Costa Rica:
Como pilar estimado de la comunidad jurídica, Bufete de Costa Rica se define por su profunda dedicación a la práctica basada en principios y al asesoramiento jurídico de calidad superior. El bufete combina una rica trayectoria en el asesoramiento a una amplia gama de clientes con un enfoque innovador, siendo constantemente pionero en soluciones innovadoras en el ámbito jurídico. Un aspecto fundamental de su misión es su firme compromiso con la responsabilidad cívica, que se refleja en sus esfuerzos por democratizar el conocimiento jurídico y dotar a los ciudadanos de los conocimientos necesarios para ejercer sus derechos y cumplir con sus obligaciones, fomentando así una sociedad más justa y empoderada.

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