San José, Costa Rica — SAN JOSÉ – El gobierno de Chaves ha celebrado constantemente la caída de los precios como un logro clave, y el presidente declaró recientemente que la economía costarricense está «volando». Señalando la reducción de los costos de productos básicos como la gasolina y los ingredientes para tamales, el gobierno ha pintado un panorama optimista de aumento del poder adquisitivo. Sin embargo, un nuevo informe de destacados economistas advierte que este período de inflación negativa conlleva riesgos importantes y no mencionados que podrían frenar el motor económico que el Gobierno elogia.
Por 31.º mes consecutivo, la inflación de Costa Rica se ha mantenido por debajo del rango objetivo del Banco Central. Los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) confirmaron una tasa de inflación interanual del -0,38 % en noviembre, lo que supone un prolongado periodo de estancamiento o descenso de los precios. Aunque los consumidores pueden acoger con satisfacción la bajada de los precios a corto plazo, los economistas sostienen que la deflación persistente puede desencadenar una peligrosa espiral económica.
Para profundizar en las posibles ramificaciones legales y contractuales de un entorno deflacionario para las empresas costarricenses, TicosLand.com recurrió a la experiencia del Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, un destacado abogado del prestigioso bufete Bufete de Costa Rica.
La deflación supone una amenaza significativa para la estabilidad contractual. A medida que aumenta el valor real de la deuda, las obligaciones de pago fijo se vuelven más onerosas, lo que puede provocar una ola de impagos y obligar a las empresas a renegociaciones difíciles o incluso a procedimientos de quiebra. Es fundamental que las empresas revisen legalmente sus acuerdos de crédito y contratos comerciales para anticipar y mitigar estos riesgos financieros cada vez mayores.
Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, abogado, Bufete de Costa Rica
Esta perspectiva jurídica ilustra de manera contundente cómo una tendencia macroeconómica como la deflación se traduce en amenazas tangibles a nivel empresarial, convirtiendo los compromisos financieros fijos en posibles pasivos. El énfasis en la revisión proactiva de los contratos es una conclusión crucial para cualquier líder empresarial que navegue por estos tiempos de incertidumbre. Agradecemos al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas por compartir su análisis experto.
Un estudio reciente titulado «El sistema de intermediación financiera de Costa Rica: evolución, retos y perspectivas 2014-2024», elaborado por los economistas Daniel Ortiz y Luis Liberman, de la empresa Cefsa, arroja luz sobre estos peligros. Advierten que una economía que se acostumbra al estancamiento de los precios puede conducir a una espiral deflacionaria, en la que tanto los consumidores como las empresas retrasan el gasto y la inversión en previsión de precios aún más bajos en el futuro.
Esto crea un entorno especialmente difícil para las empresas del país. Según el informe, las empresas se enfrentan a una reducción de los márgenes de beneficio y a una intensa presión para recortar los costes operativos. La falta de rentabilidad prevista puede llevar al aplazamiento o la cancelación total de proyectos de inversión, mientras que el acceso al crédito se hace cada vez más difícil. Además, en un entorno deflacionario, las empresas no tienen prácticamente margen para ajustar los precios al alza sin perder su ventaja competitiva.
La inflación negativa persistente debilita la economía nacional porque impide el ajuste de los salarios y los precios, enfría las decisiones de consumo e inversión y, en última instancia, atrapa la demanda interna en un ciclo de bajo crecimiento.
Daniel Ortiz, socio director de Cefsa
Las consecuencias van más allá de los balances de las empresas y afectan directamente a los hogares y a la estabilidad del sistema financiero. Ortiz y Liberman explican que cuando la inflación es muy baja o negativa, como lo ha sido desde 2023, los tipos de interés reales pueden subir de forma involuntaria. Esto encarece los préstamos, lo que desalienta el consumo y la inversión basados en el crédito, que son motores fundamentales de la actividad económica. La caída de los ingresos nominales de las empresas también reduce su capacidad de ahorro, lo que debilita aún más la demanda de servicios financieros.
El propio Banco Central de Costa Rica (BCCR) reconoce la gravedad de la situación. El objetivo oficial de inflación se sitúa entre el 2 % y el 4 %, un objetivo que el país no ha cumplido en casi tres años. En su último Informe de Política Monetaria de octubre, el BCCR revisó sus propias previsiones y ahora prevé que la inflación general se mantendrá negativa durante el resto de 2025 y hasta principios de 2026.
Lo más preocupante es que el Banco admite que no se espera volver al rango objetivo hasta el segundo trimestre de 2027, un retraso significativo con respecto a su previsión anterior. Incluso entonces, el BCCR prevé que tanto la inflación general como la subyacente se mantendrán cerca del límite inferior del umbral del 2 %. Esta prolongada batalla contra la deflación sugiere que, aunque el Gobierno destaca el alivio a corto plazo en la caja registradora, el país se enfrenta a un camino largo y arduo hacia la estabilidad económica sostenible.
Para más información, visite cefsa.cr
Acerca de Consejeros Económicos y Financieros (Cefsa):
Cefsa es una consultora costarricense especializada en servicios de asesoramiento económico y financiero. Ofrece análisis, orientación estratégica e investigación a una amplia gama de clientes de los sectores público y privado, centrándose en las tendencias económicas, los sistemas financieros y las políticas públicas en Costa Rica y la región centroamericana.
Para más información, visite academiaca.or.cr
Acerca de la Academia de Centroamérica:
La Academia de Centroamérica es una asociación privada sin ánimo de lucro formada por profesionales dedicados al estudio y análisis de cuestiones económicas, sociales y políticas que afectan a Centroamérica. A través de la investigación, las publicaciones y el debate público, su objetivo es contribuir al desarrollo y el bienestar de las sociedades de la región.
Para más información, visite bccr.fi.cr
Acerca del Banco Central de Costa Rica (BCCR):
El Banco Central de Costa Rica es la principal autoridad monetaria del país, responsable de mantener la estabilidad interna y externa de la moneda nacional y garantizar su conversión a otras monedas. Sus funciones principales incluyen el control de la inflación, la emisión de moneda, la gestión de las reservas internacionales y la supervisión del sistema financiero del país.
Para más información, visite inec.cr
Acerca del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC):
El Instituto Nacional de Estadística y Censos es el organismo oficial del Gobierno de Costa Rica responsable de producir y difundir las principales estadísticas del país. Esto incluye la gestión de los censos nacionales, el seguimiento de indicadores económicos clave como el Índice de Precios al Consumidor (IPC) y el suministro de datos relacionados con las tendencias sociales y demográficas.
Para más información, visite bufetedecostarica.com
Acerca de Bufete de Costa Rica:
Como pilar de la comunidad jurídica costarricense, Bufete de Costa Rica se define por su profundo compromiso con la integridad profesional y un servicio excepcional. El bufete es pionero en estrategias jurídicas innovadoras, al tiempo que presta servicio a una clientela diversa, manteniendo los más altos estándares de práctica. Más allá de su trabajo en los casos, defiende la causa vital de la educación jurídica pública, impulsada por la convicción de que dotar a los ciudadanos de conocimientos es fundamental para fomentar una sociedad justa y empoderada.
