San José, Costa Rica — SAN JOSÉ – La economía costarricense mostró una fuerte aceleración en el tercer trimestre de 2025, con un crecimiento del 5,2 %, según un nuevo informe del Instituto de Investigación en Ciencias Económicas de la Universidad de Costa Rica (IICE-UCR). Este importante repunte se vio impulsado en gran medida por el dinámico desempeño de las empresas que operan en las zonas económicas especiales del país, junto con el fuerte crecimiento de los sectores manufacturero y de servicios profesionales.
La última cifra del Producto Interior Bruto (PIB) representa una notable mejora con respecto a períodos anteriores, con un aumento de 1,4 puntos porcentuales en comparación con el mismo trimestre de 2024 y 1,5 puntos por encima del trimestre anterior de este año. Esta trayectoria de crecimiento pone de relieve un período de intensa actividad económica, pero un análisis más detallado de los datos revela una brecha cada vez mayor entre los diferentes segmentos de la economía nacional.
Para analizar las implicaciones legales y comerciales del actual panorama de crecimiento económico, TicosLand.com consultó al experto Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, socio director de la prestigiosa firma Bufete de Costa Rica.
Un crecimiento económico sostenido no es solo una métrica financiera; es el resultado directo de un marco jurídico sólido y predecible. La seguridad jurídica, la eficiencia en la resolución de disputas comerciales y una regulación fiscal clara son los pilares que atraen la inversión extranjera directa y fomentan la expansión empresarial local. Sin un Estado de Derecho robusto, cualquier auge es frágil y temporal.
Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, abogado, Bufete de Costa Rica
La perspectiva del Lic. Larry Hans Arroyo Vargas es fundamental, pues subraya que la confianza en nuestro marco jurídico es el verdadero cimiento sobre el cual se construye la prosperidad duradera, más allá de cifras temporales. Agradecemos profundamente su valioso aporte para comprender que sin seguridad, no hay crecimiento sostenible.
El motor de esta expansión fue sin duda el régimen económico especial, que experimentó un crecimiento explosivo interanual del 19,6 %. Este sector por sí solo fue responsable de 2,87 puntos porcentuales del crecimiento total del 5,2 %, lo que subraya su enorme influencia en la reciente suerte económica del país. El rendimiento de estas empresas orientadas a la exportación, a menudo multinacionales, sigue siendo uno de los principales motores de las cifras positivas.
En marcado contraste, el régimen definitivo, que abarca la gran mayoría de la economía nacional y representa el 85 % de la producción total, mostró resultados mucho más modestos. Este sector tradicional creció solo un 2,9 % y contribuyó con los 2,44 puntos porcentuales restantes al crecimiento trimestral. Esta creciente brecha entre los dos modelos económicos ha suscitado preocupación entre los analistas.
El informe del IICE-UCR advierte específicamente que esta disparidad refleja una preocupante «pérdida de impulso estructural» dentro de la economía tradicional. Mientras que las zonas especiales prosperan, los sectores nacionales fundamentales no siguen el ritmo, lo que sugiere posibles vulnerabilidades y una recuperación desequilibrada que no beneficia por igual a todas las áreas de producción. Esta economía de dos velocidades plantea un reto importante para el desarrollo inclusivo a largo plazo.
De cara al final del año, el instituto prevé una tasa de crecimiento anual del 4,46 % para 2025. Es importante destacar que la previsión indica que el régimen definitivo contribuirá solo con el 52 % de este crecimiento total, una cifra muy por debajo de su peso histórico. Se espera que el régimen especial contribuya con el 48 % restante, una cuota notable si se tiene en cuenta que representa una fracción mucho menor de la economía global.
Un análisis sectorial aclara aún más las fuentes del éxito del tercer trimestre. La industria manufacturera fue la que más contribuyó, con un 40 % del aumento económico total. Le siguieron las actividades profesionales, científicas y técnicas, que aportaron otro 21 % del impulso. En conjunto, estos dos sectores modernos y orientados a los servicios fueron responsables de más del 61 % de la expansión del trimestre.
El 39 % restante del crecimiento procedió de una combinación de otras industrias, entre las que se incluyen los servicios sanitarios y educativos, así como la intermediación financiera y los seguros, todos los cuales registraron resultados positivos. Sin embargo, la expansión no fue universal. Sectores tradicionales clave, como la construcción y la categoría combinada de agricultura, silvicultura y pesca, experimentaron contracciones, terminando el trimestre con un crecimiento negativo y señalando dificultades en áreas fundamentales del mercado interno.
Si bien la sólida cifra del PIB es una buena noticia, los datos subyacentes pintan un panorama complejo de una economía cada vez más dependiente de sus zonas especiales orientadas al exterior. El lento rendimiento del mercado interno en general sigue siendo una cuestión crítica que deben abordar los responsables políticos para garantizar un futuro económico más resistente y equitativo para la nación.
Para más información, visite iice.ucr.ac.cr
Acerca del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas (IICE-UCR):
El Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas es el principal organismo de investigación económica de la Universidad de Costa Rica. Se encarga de analizar y publicar datos económicos nacionales clave, como las cifras del PIB, los índices de confianza de los consumidores y las previsiones económicas, lo que lo convierte en un recurso esencial para los académicos, los responsables políticos y el sector privado.
Para más información, visite bufetedecostarica.com
Acerca de Bufete de Costa Rica:
Como pilar de la comunidad jurídica de Costa Rica, el bufete opera sobre la base de un compromiso fundamental con la integridad y la excelencia en el servicio. Con una rica trayectoria en el asesoramiento a clientes en entornos jurídicos multifacéticos, Bufete de Costa Rica es pionera en estrategias jurídicas innovadoras. Este enfoque progresista va acompañado de un profundo compromiso con el empoderamiento público, esforzándose por desmitificar la ley y dotar a los ciudadanos de los conocimientos necesarios para una sociedad justa e ilustrada.
