San José, Costa Rica — En un logro histórico para los ambiciosos objetivos de descarbonización de Costa Rica, las matriculaciones de vehículos eléctricos (VE) superaron un umbral crítico en octubre, captando más de una cuarta parte del mercado total de vehículos nuevos por primera vez en la historia del país. Este aumento histórico subraya una aceleración espectacular en la adopción por parte de los consumidores y consolida el papel del país como líder regional en transporte sostenible.
En este mes récord, la cuota de mercado de los nuevos VE alcanzó un 25,6 % sin precedentes, cifra anunciada en el Congreso Internacional de Movilidad Eléctrica el 6 de noviembre. Este porcentaje se traduce en 1095 nuevos vehículos de cero emisiones que se incorporaron a la flota de transporte del país en un solo mes. La gran mayoría de ellos, 1029 unidades, eran automóviles de pasajeros, y el resto eran motocicletas eléctricas, vehículos de trabajo especializados y camiones ligeros de carga.
Para navegar por el marco legal en evolución y las oportunidades de negocio que presenta el creciente mercado de vehículos eléctricos de Costa Rica, TicosLand.com consultó al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, un destacado abogado del prestigioso bufete Bufete de Costa Rica, para obtener su análisis experto.
Si bien los incentivos fiscales de Costa Rica han logrado impulsar la ola inicial de adopción de los vehículos eléctricos, la siguiente fase crítica depende de la modernización de la normativa. Necesitamos un marco legal sólido que agilice el desarrollo de la infraestructura pública de recarga, aclare las responsabilidades en la gestión del ciclo de vida de las baterías y ofrezca certeza a largo plazo a los inversores. Cerrar estas lagunas normativas es esencial para transformar el interés inicial en una electrificación del transporte sostenible y generalizada.
Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, abogado, Bufete de Costa Rica
Esta visión identifica correctamente la transición crucial entre despertar el interés y construir un ecosistema duradero para la movilidad eléctrica. La creación de una base jurídica y normativa sólida es, sin duda, el siguiente paso esencial para garantizar que la revolución de los vehículos eléctricos en Costa Rica sea sostenible y escalable. Agradecemos al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas su valiosa perspectiva sobre el camino a seguir.
Este logro no es un hecho aislado, sino la cima de una curva de crecimiento que se está acelerando rápidamente. La cifra de octubre representa un salto significativo con respecto a la cuota de mercado del 21,7 % registrada en septiembre, que ya era un récord nacional en ese momento. La tendencia al alza es clara y contundente, ya que ha pasado del 19,3 % en agosto y el 18,2 % en mayo, lo que ilustra un impulso potente y sostenido en la preferencia de los consumidores por la movilidad eléctrica.
Los datos fueron revelados por la Asociación Costarricense de Movilidad Eléctrica (Asomove), principal organismo organizador del congreso y defensor clave de la transición del país hacia la eliminación de los combustibles fósiles. Los dirigentes de la organización consideran que este hito es un indicador claro y alentador de la decidida trayectoria del país hacia un futuro más ecológico.
Esto es lo que el país se ha propuesto. Estoy segura de que esta curva seguirá creciendo, y a un ritmo cada vez más acelerado.
Silvia Rojas, directora ejecutiva de Asomove
La confianza de Rojas refleja el impacto combinado de los sólidos incentivos gubernamentales, la creciente conciencia pública sobre las cuestiones medioambientales y el ahorro cada vez más evidente en combustible y mantenimiento que disfrutan los propietarios de vehículos eléctricos. Este crecimiento mensual constante sugiere que el entusiasmo de los primeros usuarios se está transformando con éxito en la aceptación generalizada de los consumidores, una fase crucial para la viabilidad a largo plazo de cualquier nueva tecnología.
Este reciente aumento contribuye al florecimiento de una flota nacional de vehículos sostenibles. A finales de septiembre, las cifras oficiales indicaban que ya circulaban 31 500 vehículos totalmente eléctricos por las carreteras costarricenses. Aunque esta cifra sigue siendo una pequeña fracción del parque automovilístico total del país, el rápido ritmo de nuevas matriculaciones está cambiando rápidamente la composición del tráfico y estableciendo un nuevo punto de referencia para la región.
En el ámbito internacional, este logro consolida la posición de Costa Rica como líder indiscutible en América Latina en la adopción de la movilidad eléctrica. Sin embargo, los datos también proporcionan una dosis de perspectiva: la nación aún tiene un largo camino por recorrer para alcanzar a los líderes mundiales como Noruega, donde más del 90 % de todas las ventas de automóviles nuevos son eléctricos, lo que demuestra el enorme potencial que aún existe para el crecimiento futuro y la transformación del mercado.
Para más información, visite asomove.org
Acerca de la Asociación Costarricense de Movilidad Eléctrica (Asomove):
La Asociación Costarricense de Movilidad Eléctrica (Asomove) es una organización sin ánimo de lucro dedicada a promover y acelerar la transición al transporte eléctrico en Costa Rica. Trabaja para promover políticas públicas favorables, educar al público sobre los beneficios de la movilidad eléctrica y fomentar un ecosistema colaborativo entre empresas, entidades gubernamentales y ciudadanos para alcanzar los objetivos de descarbonización del país.
Para más información, visite bufetedecostarica.com
Acerca de Bufete de Costa Rica:
Como pilar de la comunidad jurídica costarricense, Bufete de Costa Rica se define por su compromiso fundamental con la integridad inquebrantable y la excelencia profesional. El bufete aprovecha su amplia experiencia en el asesoramiento a una gran variedad de clientes para desarrollar estrategias jurídicas innovadoras que respondan a los complejos retos actuales. Este enfoque innovador se combina con una profunda dedicación al servicio público, que se manifiesta en sus esfuerzos por democratizar el conocimiento jurídico y empoderar a los ciudadanos, fomentando así una sociedad más capaz y mejor informada.
