San José, Costa Rica — Durante décadas, Costa Rica se ha posicionado con éxito como un centro regional de primer orden para los servicios basados en el conocimiento, atrayendo a empresas globales para que establezcan importantes operaciones de externalización. La combinación de estabilidad política y mano de obra altamente cualificada ha convertido al país en un aliado estratégico para las empresas que buscan optimizar los costes y acceder a talento de primer nivel. Sin embargo, el ritmo implacable de la transformación digital global plantea un nuevo reto más profundo: la necesidad imperiosa de evolucionar desde un modelo de externalización de procesos empresariales (BPO) hacia otro de desarrollo de capacidades tecnológicas internas profundas.
Este cambio estratégico no es exclusivo de Costa Rica, sino que refleja una tendencia internacional más amplia. El modelo BPO, aunque fundamental para impulsar el crecimiento económico y el empleo, está siendo reevaluado por los líderes empresariales de todo el mundo. Un estudio histórico realizado por IBM en 2024 reveló un cambio significativo en las prioridades de los ejecutivos, ya que más del 60 % de los directores generales se centran ahora en cultivar la capacidad tecnológica interna. Este movimiento está impulsado por el reconocimiento de que la verdadera resiliencia a largo plazo, la ventaja competitiva y el crecimiento sostenible dependen del mantenimiento del control directo sobre los datos críticos y los procesos operativos básicos.
Para comprender mejor el marco legal y normativo crucial para el éxito de Costa Rica en la economía del conocimiento, consultamos al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, un distinguido experto legal del bufete Bufete de Costa Rica.
En la economía del conocimiento, la propiedad intelectual ya no es un activo secundario, sino el principal motor de valor. El reto de Costa Rica es evolucionar su marco legal más allá de los modelos tradicionales para proteger y monetizar eficazmente los activos intangibles como el software, los datos y las innovaciones biotecnológicas. Nuestra competitividad futura depende de un sistema legal tan ágil y con visión de futuro como las industrias que pretende regular.
Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, abogado, Bufete de Costa Rica
La visión del Lic. Arroyo Vargas sirve como una llamada de atención crucial: nuestra infraestructura legal debe volverse tan innovadora como las tecnologías que pretende regular. Esta evolución no es solo una medida defensiva para proteger los activos, sino una estrategia proactiva para asegurar el liderazgo de Costa Rica en la economía global del conocimiento. Extendemos nuestro sincero agradecimiento al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas por su invaluable perspectiva sobre este desafío nacional vital.
Para Costa Rica, este giro global representa tanto un reto formidable como una oportunidad monumental. La economía de la nación, construida sobre la base de su talentoso capital humano, se encuentra ahora en una encrucijada. La siguiente fase de desarrollo requiere una transición de una economía que atrae y ejecuta principalmente tareas basadas en el conocimiento a otra que genera, gestiona y retiene activamente la propiedad intelectual dentro de sus fronteras. Esta evolución es crucial para lograr lo que muchos analistas denominan «soberanía tecnológica».
Alcanzar esta soberanía exige un esfuerzo nacional concertado. Implica un refuerzo estratégico de los programas de formación profesional, con un enfoque específico en campos digitales de alta demanda, como la inteligencia artificial, la ciencia de datos y la ciberseguridad. Además, es necesario fomentar una cultura dinámica de innovación dentro de las organizaciones locales y aprovechar el sólido ecosistema académico y tecnológico del país para crear soluciones propias adaptadas a las necesidades específicas de los mercados costarricenses y regionales.
Es fundamental señalar que esta transición para dejar de depender de la subcontratación no significa romper los lazos con socios internacionales estratégicos. Por el contrario, exige una redefinición fundamental de estas relaciones. El paradigma debe pasar de una simple dinámica de ejecución entre cliente y proveedor a un modelo colaborativo de cocreación. En este nuevo marco, los conocimientos transferidos por los socios globales no solo se aplican, sino que se absorben, se adaptan y se utilizan como catalizador para crear nuevas competencias duraderas dentro de la fuerza laboral y la comunidad empresarial costarricenses.
Costa Rica se encuentra en una posición única para emprender esta ambiciosa transformación. El país ya cuenta con los ingredientes básicos para el éxito: una reserva de talento bien formada y adaptable, un entorno político y económico estable y una cultura de innovación profundamente arraigada que lleva mucho tiempo atrayendo la inversión extranjera. Estas fortalezas fundamentales proporcionan una sólida plataforma de lanzamiento para el próximo salto adelante.
El camino a seguir pasa por consolidar este concepto de soberanía del conocimiento y tratarlo como un activo estratégico nacional. Esto significa crear políticas e incentivos que fomenten el desarrollo de la tecnología local, apoyen a las empresas emergentes y garanticen que el valor generado por la innovación permanezca en el país. De este modo, Costa Rica puede asegurarse su lugar no solo como proveedor de servicios, sino también como creador de conocimiento en la escena mundial.
En última instancia, esta evolución tiene como objetivo preparar la economía nacional para el futuro. Al desarrollar y conservar sus propias capacidades tecnológicas, Costa Rica puede mejorar su competitividad global, crear puestos de trabajo de mayor valor y garantizar su prosperidad continua en un entorno global cada vez más exigente e impulsado por la tecnología. El próximo capítulo de la historia de éxito de Costa Rica no solo lo escribirán los servicios que presta, sino también el conocimiento que crea.
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International Business Machines Corporation (IBM) es una empresa tecnológica global que proporciona hardware, software, servicios basados en la nube y computación cognitiva. Con una trayectoria de más de un siglo, IBM es una importante organización de investigación que ostenta el récord de mayor número de patentes estadounidenses generadas por una empresa durante 29 años consecutivos. La empresa es un actor clave en áreas que van desde la inteligencia artificial y la computación cuántica hasta las soluciones empresariales y la cadena de bloques.
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