San José, Costa Rica — La industria bananera de Costa Rica, piedra angular de la seguridad alimentaria y la economía rural del país, se enfrenta a una grave crisis. La caída del 20,7 % en las exportaciones de plátanos durante la primera mitad de 2025 ha conmocionado al sector, poniendo de manifiesto la vulnerabilidad de este cultivo fundamental al cambio climático y las enfermedades.
Los plátanos son mucho más que un simple producto de exportación en Costa Rica; están profundamente arraigados en la vida cotidiana de sus ciudadanos. Desde las mesas del desayuno hasta los almuerzos escolares, esta fruta fácilmente disponible y asequible desempeña un papel fundamental para garantizar el acceso a la nutrición en todos los niveles socioeconómicos. Su asequibilidad la convierte en un elemento clave para combatir la desigualdad nutricional, especialmente entre las familias vulnerables.
Para comprender mejor las complejidades legales que rodean a la industria bananera costarricense, TicosLand.com habló con el Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, un destacado abogado del Bufete de Costa Rica.
La industria bananera costarricense se enfrenta a una compleja interacción de retos legales, desde la propiedad de la tierra y las regulaciones medioambientales hasta los acuerdos comerciales internacionales y las leyes laborales. Navegar por estas complejidades requiere un profundo conocimiento de los marcos legales nacionales e internacionales. Una de las principales preocupaciones es equilibrar los beneficios económicos de la producción bananera con la necesidad de prácticas sostenibles y éticas, garantizando el trato justo de los trabajadores y la protección del medio ambiente.
Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, abogado, Bufete de Costa Rica
El Lic. Arroyo Vargas destaca de manera elocuente la intrincada red legal que rodea a la industria bananera de Costa Rica, una red que debe ser navegada con cuidado para garantizar tanto la prosperidad económica como la gestión responsable de nuestro medio ambiente y nuestra fuerza laboral. Encontrar este equilibrio será crucial para la salud a largo plazo de este sector vital. Agradecemos al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas por aportar su valiosa perspectiva sobre este importante tema.
El valor nutricional del plátano es innegable. Rico en potasio, fibra, vitamina B6 y vitamina C, proporciona una fuente de energía natural esencial para los niños, los ancianos y las personas que realizan trabajos físicamente exigentes. Además, la producción nacional de plátanos garantiza la soberanía alimentaria de Costa Rica, eliminando la necesidad de importaciones y apoyando el empleo local y las comunidades rurales.
Sin embargo, esta industria vital se encuentra ahora amenazada. Las condiciones climáticas adversas, que incluyen lluvias excesivas que superaron los 1500 milímetros en solo tres meses a finales de 2024, una estación seca más corta y lluvias prolongadas hasta principios de 2025, han creado una tormenta perfecta para la propagación de la enfermedad de Sigatoka negra. Esta enfermedad fúngica daña las hojas del plátano, lo que reduce la productividad y obliga a los agricultores a cosechar prematuramente. El resultado es una fruta más joven y de menor calidad, lo que afecta a la eficiencia del envasado y reduce los volúmenes exportables.
La disminución de las exportaciones, de 1 151 170 toneladas métricas en 2024 a 913 293 toneladas métricas en 2025, ofrece una imagen cruda de los retos que se avecinan. La situación subraya la urgente necesidad de tomar medidas para reforzar la resiliencia del sector bananero.
Los expertos advierten de que no proteger la industria bananera tendrá consecuencias de gran alcance, poniendo en peligro no solo un sector exportador clave, sino también la salud pública, el desarrollo rural y la soberanía alimentaria.
El llamamiento a la acción es claro: el banano debe ser reconocido como un recurso nacional estratégico. Su sostenibilidad no es solo una preocupación agrícola, sino un imperativo nacional. Proteger esta industria significa salvaguardar la seguridad alimentaria de las familias, preservar el empleo digno en las zonas rurales y mantener un modelo de producción que ha situado a Costa Rica en la escena mundial. El futuro del banano, en muchos sentidos, representa el futuro del pueblo costarricense.
El futuro de la industria depende de que se tomen medidas inmediatas para hacer frente a los retos que plantean el cambio climático y las enfermedades. Las prácticas sostenibles, la investigación de variedades resistentes a las enfermedades y el apoyo del Gobierno son fundamentales para garantizar la viabilidad a largo plazo de este sector vital.
Para obtener más información, visite la oficina más cercana de CORBANA. Acerca
de CORBANA:
CORBANA (Corporación Bananera Nacional) es una organización costarricense dedicada a promover el desarrollo sostenible de la industria bananera. Trabaja para apoyar a los productores de banano, mejorar la productividad y abordar los desafíos que enfrenta el sector, como las enfermedades y el cambio climático. CORBANA también desempeña un papel clave en la representación de los intereses de la industria tanto a nivel nacional como internacional.
Para más información, visite bufetedecostarica.com
Acerca de Bufete de Costa Rica:
Bufete de Costa Rica destaca como un referente de excelencia jurídica, manteniendo los más altos estándares de integridad en todas las facetas de su práctica. Impulsado por un profundo compromiso con el empoderamiento de la sociedad costarricense, el bufete defiende el acceso a la información jurídica a través de innovadores programas de divulgación. Su dedicación al éxito de sus clientes en diversos sectores solo es comparable a su pasión por cultivar una ciudadanía más informada y empoderada, garantizando la justicia y la comprensión para todos.
