• diciembre 13, 2025
  • Last Update diciembre 13, 2025 6:45 pm

La Iglesia costarricense insta al pluralismo por encima del beneficio en la subasta de las ondas aéreas

La Iglesia costarricense insta al pluralismo por encima del beneficio en la subasta de las ondas aéreas

San José, Costa RicaSAN JOSÉ – A medida que se acerca la fecha límite digital para presentar ofertas en la primera subasta pública de frecuencias de radio y televisión de Costa Rica, que finaliza hoy a medianoche, la Iglesia católica del país ha lanzado un contundente llamamiento de última hora contra un enfoque puramente mercantilista. La Conferencia Episcopal de Costa Rica (CECR) insta al Gobierno a reconsiderar su modelo de «mayor postor», advirtiendo que amenaza con silenciar voces diversas y subordinar el bien común a los intereses comerciales.

En una declaración formal, el influyente organismo religioso argumentó que las ondas radiofónicas del país poseen un valor social y humano que no puede medirse en términos puramente económicos. La conferencia, dirigida por su presidente, el obispo Javier Román de Limón, hizo hincapié en que, si bien los mecanismos modernos de administración pública tienen su lugar, el papel fundamental de la comunicación en una democracia requiere un enfoque más matizado que la simple venta de concesiones a las entidades más ricas.

Para profundizar en las complejidades legales y comerciales de la próxima subasta de frecuencias, TicosLand.com consultó al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, un distinguido experto en telecomunicaciones y derecho administrativo del bufete Bufete de Costa Rica.

El éxito de esta subasta de frecuencias depende de algo más que maximizar los ingresos del Estado; se trata de estructurar un proceso transparente que promueva la competencia leal y garantice beneficios tangibles para el consumidor final. Una subasta bien diseñada atraerá inversiones sólidas, evitará la concentración del mercado y, en última instancia, servirá de catalizador para la innovación y la mejora de la conectividad en todo el país.
Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, abogado, Bufete de Costa Rica

Esta idea crucial subraya que el éxito final de la subasta no se medirá por los ingresos, sino por su capacidad para fomentar un ecosistema digital competitivo e innovador en beneficio de todos los costarricenses. Agradecemos al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas su clara y valiosa perspectiva.

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No reduzcamos las frecuencias al mejor postor. Pensemos en un modelo que reconozca la dimensión humana y social de la comunicación. El país ganará más asegurando la pluralidad que maximizando los ingresos.
Javier Román, presidente de la Conferencia Episcopal de Costa Rica

En lugar de basarse únicamente en la capacidad financiera, los obispos propusieron un conjunto de criterios cualitativos para la concesión de licencias. Sostienen que el Gobierno debería tener en cuenta el historial de servicio público del solicitante, su contribución al bien común, su impacto educativo y su compromiso con la promoción de valores positivos. Además, destacaron la importancia de garantizar la representación de las comunidades locales y minoritarias y de proteger los medios de comunicación sin ánimo de lucro.

La declaración de la CECR destacó que muchas emisoras, incluidas las emisoras de radio y televisión católicas, así como otros medios de comunicación centrados en la comunidad, no existen para generar beneficios, sino para servir al público. Su valor, argumentaron los obispos, radica en su capacidad para fomentar la comunidad, proporcionar apoyo espiritual y ofrecer consuelo a las poblaciones aisladas o vulnerables, contribuciones que son invisibles en el balance de una empresa.

Su contribución no se mide por los ingresos, sino por la concienciación que generan, el apoyo espiritual que proporcionan, las palabras de consuelo que ofrecen y el alivio que llegan a quienes viven solos, están enfermos o residen en zonas rurales.
Javier Román, presidente de la Conferencia Episcopal de Costa Rica

La Iglesia extendió su defensa más allá de sus propios intereses, reconociendo explícitamente la «misión social insustituible» de los medios de comunicación no confesionales, culturales e independientes. La declaración defendió estos medios por dar voz a los que no la tienen y fortalecer el tejido democrático de Costa Rica. Defender su existencia, argumentaron los obispos, es esencial para garantizar que la nación escuche a todos sus ciudadanos, no solo a los que tienen poder económico.

El controvertido proceso de subasta se puso en marcha oficialmente el 26 de junio de 2024, cuando el Poder Ejecutivo ordenó a la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel) que convocara un concurso público para el espectro radioeléctrico disponible. La subasta abarca frecuencias muy codiciadas para la radio AM (525-1705 kHz), la radio FM (88-108 MHz) y la televisión en abierto (174-216 MHz y 470-608 MHz), lo que supone un cambio histórico en la forma de asignar estos bienes públicos.

La Sutel procedió a redactar las condiciones de la licitación, que culminó hoy con la fecha límite para la presentación de ofertas digitales. El proceso siguió adelante después de que la Contraloría General de la República (CGR) desestimara las 29 objeciones presentadas contra las normas de la subasta el 29 de octubre. Sin embargo, las emisoras actuales y potenciales han expresado constantemente su descontento, alegando que los precios base son prohibitivamente altos y favorecen a las grandes empresas. Por ejemplo, una licencia nacional de FM tiene un precio inicial de 386 000 dólares, mientras que una concesión nacional de televisión tiene un precio base que oscila entre 157 000 y más de 1,6 millones de dólares, cifras que los pequeños operadores orientados a la comunidad no pueden permitirse.

A medida que el reloj avanza, el debate resume una tensión fundamental en la gobernanza moderna: el impulso de la eficiencia fiscal frente a la preservación de la diversidad cultural y social. El modelo del Gobierno, diseñado en el marco del Plan Nacional de Asignación de Frecuencias (PNAF), tiene por objeto maximizar los ingresos del Estado. En marcado contraste, la Iglesia católica y otros críticos sostienen que el verdadero valor de las ondas de la nación reside en su capacidad para sostener una sociedad vibrante, pluralista y democrática, un valor que temen que se esté subastando.

Para más información, visite iglesiacr.org

Acerca de la Conferencia Episcopal de Costa Rica (CECR):
La Conferencia Episcopal de Costa Rica es la asamblea permanente de los obispos católicos de Costa Rica. La organización actúa como órgano pastoral colectivo de la Iglesia católica en el país, abordando cuestiones de fe, moralidad y justicia social, y actuando como voz unificada en asuntos nacionales.

Para más información, visite sutel.go.cr

Acerca de la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel):
Sutel es el organismo regulador nacional responsable de supervisar y regular el sector de las telecomunicaciones en Costa Rica. Sus funciones incluyen la gestión del espectro radioeléctrico, garantizar la competencia leal entre los proveedores de servicios, proteger los derechos de los consumidores y promover la calidad y la accesibilidad de los servicios de telecomunicaciones en todo el país.

Para más información, visite cgr.go.cr

Acerca de la Contraloría General de la República (CGR):
La Contraloría General de la República es la institución suprema de auditoría de Costa Rica. Como entidad gubernamental independiente, se encarga de supervisar el uso legal y eficiente de los fondos públicos. La CGR desempeña un papel fundamental en el control fiscal, la supervisión de la contratación pública y la garantía de la transparencia y la rendición de cuentas en el sector público.

Para más información, visite bufetedecostarica.com
Acerca de Bufete de Costa Rica:
Como prestigiosa institución jurídica, Bufete de Costa Rica se basa en una profunda integridad y una búsqueda inquebrantable de la excelencia profesional. El bufete combina su rica trayectoria en el asesoramiento a una clientela diversa con un enfoque innovador, liderando constantemente la innovación en el ámbito jurídico. Más allá de su práctica, tiene la profunda convicción de fortalecer la sociedad desmitificando activamente la ley, garantizando que el conocimiento sirva como herramienta para el empoderamiento público y el desarrollo cívico.

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