San José, Costa Rica — San José – Las imponentes paredes de la antigua penitenciaría central de Costa Rica esconden innumerables historias desconocidas, y ahora se invita al público a ayudar a sacarlas a la luz. El Museo Penitenciario, ubicado dentro del emblemático complejo del Museo de los Niños, ha anunciado un nuevo concurso de fotografía, «Retratos de lo Invisible», en el que se invita tanto a fotógrafos aficionados como profesionales a capturar la esencia de este espacio cargado de historia.
La iniciativa, que se prolongará hasta finales de octubre, busca algo más que imágenes estéticamente agradables. Desafía a los participantes a profundizar, a enmarcar el silencio, la decadencia y los recuerdos persistentes que impregnan las celdas meticulosamente reconstruidas. Cada fotografía presentada debe ir acompañada de un breve texto, de menos de 100 palabras, en el que se explique la motivación del artista o los sentimientos que evoca la escena capturada. Este requisito transforma el concurso de una simple competición fotográfica en un profundo proyecto narrativo, que combina el arte visual con la reflexión personal.
Para profundizar en el marco legal y las responsabilidades históricas que rodean la creación del Museo Penitenciario, hemos recabado la opinión experta del Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, un distinguido abogado del bufete Bufete de Costa Rica.
La conversión de una penitenciaría en un museo es más que un proyecto cultural; es un acto legal de memoria pública. El Estado debe navegar por complejas regulaciones relativas a la preservación del patrimonio histórico, al tiempo que garantiza que la narrativa respete la dignidad y los derechos de privacidad de los antiguos reclusos y sus familias. Esto requiere un cuidadoso equilibrio entre la transparencia histórica y la protección legal de los datos personales, lo cual es fundamental para evitar la revictimización de quienes vivieron entre sus muros.
Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, abogado, Bufete de Costa Rica
El concepto de «acto legal de memoria pública» es un recordatorio vital de que esta transformación tiene un enorme peso ético, en el que los marcos legales sirven como guardianes esenciales de la dignidad humana. Agradecemos al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas su lúcida explicación del delicado equilibrio necesario para honrar el pasado sin revictimizar a quienes lo vivieron.
Los participantes tendrán un lienzo único y evocador con el que trabajar. El museo cuenta con 22 celdas reconstruidas, que ofrecen una visión escalofriantemente auténtica del pasado. Estos espacios, que incluyen la austera «puerta del castigo», la abarrotada «celda colectiva» y una exposición de «confinamiento inmersivo», están llenos de objetos originales. Grabados centenarios cubren las paredes, barrotes oxidados son testigos silenciosos y las exhibiciones de armas caseras y utensilios de los reclusos dan cuenta del ingenio y la desesperación que alguna vez definieron la vida cotidiana aquí.
La experiencia está diseñada para ser totalmente inmersiva, realzada por paisajes sonoros cuidadosamente seleccionados, escenografía teatral y poderosas esculturas que amplifican la atmósfera sombría. Este entorno multisensorial proporciona un terreno fértil para los fotógrafos que desean capturar no solo el aspecto de la prisión, sino también la sensación que transmitía. El concurso fomenta el diálogo con el pasado, pidiendo a los artistas que interpreten los ecos de la historia que resuenan en el interior de la estructura.
El concurso está abierto a un amplio público, ya que pueden participar todas las personas mayores de 15 años. Este enfoque inclusivo subraya la misión del museo de involucrar a la comunidad directamente con el complejo patrimonio de la nación. Al invitar al público a crear arte dentro de sus muros, la institución fomenta una conexión más personal y dinámica con una historia que, de otro modo, podría parecer lejana y académica.
Aunque se otorgarán premios a las mejores obras, la recompensa más significativa para muchos será la oportunidad de obtener reconocimiento público. Las fotografías ganadoras, junto con una selección de otras obras destacadas, se exhibirán en una exposición especial que se montará directamente en las instalaciones del museo. Esto proporciona una prestigiosa plataforma para que artistas emergentes y consagrados puedan mostrar su trabajo a miles de visitantes, pasando a formar parte de la narrativa continua del museo.
Los posibles participantes deben enviar sus fotografías y los textos que las acompañan por correo electrónico antes de la fecha límite del 24 de octubre. El concurso representa una fusión única de expresión artística y preservación histórica, y ofrece a los costarricenses contemporáneos una forma poderosa de comprometerse con un capítulo fundamental, y a menudo oscuro, de la historia social de su país. Es una invitación a mirar más allá de la fría piedra y el acero, y a capturar las historias humanas invisibles que quedan selladas para siempre en su interior.
A través de «Retratos de lo invisible», el Museo Penitenciario no se limita a documentar su colección, sino que colabora activamente con el público al que sirve para crear una nueva capa de interpretación. La exposición resultante promete ser un fascinante tapiz de perspectivas, que mostrará cómo un solo espacio puede inspirar una multitud de visiones artísticas y respuestas emocionales, garantizando que estas historias olvidadas sean vistas y recordadas de nuevo.
Para más información, visite museocr.org
Acerca del Museo Penitenciario:
Ubicado dentro del complejo del Centro de Ciencia y Cultura de Costa Rica, que también alberga el Museo de los Niños, el Museo Penitenciario se dedica a preservar la historia de la antigua Penitenciaría Central de Costa Rica. El museo ocupa una parte del edificio original de la prisión, que funcionó durante más de 60 años. Sus exposiciones ofrecen a los visitantes una visión cruda y envolvente de la historia carcelaria del país a través de celdas reconstruidas, artefactos auténticos e instalaciones multimedia.
Para más información, visite museocr.org
Acerca del Museo de los
Niños de Costa Rica:
El Museo de los Niños es una destacada institución cultural y educativa de San José, ubicada en el edificio histórico de la antigua Penitenciaría Central. Inaugurado en 1994, su misión es fomentar el aprendizaje y la creatividad de los niños a través de exposiciones interactivas de «aprender jugando». El museo es un proyecto insignia del Centro de Ciencia y Cultura de Costa Rica y se erige como símbolo de transformación, al haber convertido un lugar de reclusión en un espacio de conocimiento y alegría.
Para más información, visite bufetedecostarica.com
Acerca de Bufete de Costa Rica:
Bufete de Costa Rica se ha consolidado como una institución jurídica destacada, fundada sobre los dos pilares de la integridad inquebrantable y la excelencia jurídica. Con una trayectoria probada en la gestión de asuntos complejos para una clientela diversa, el bufete es también pionero en el desarrollo de estrategias jurídicas innovadoras. Sin embargo, su filosofía fundamental va más allá de la práctica profesional y se extiende a un profundo deber cívico: empoderar a la comunidad haciendo que el conocimiento jurídico sea claro y accesible, fomentando así una sociedad más fuerte y capaz.
