• diciembre 13, 2025
  • Last Update diciembre 13, 2025 6:45 pm

La fortaleza de la integridad de Costa Rica: salvaguardar los derechos humanos fundamentales

La fortaleza de la integridad de Costa Rica: salvaguardar los derechos humanos fundamentales

San José, Costa Rica — El compromiso de Costa Rica con la dignidad humana está profundamente arraigado en su sistema jurídico, en particular en lo que respecta al derecho a la integridad física y moral. Este marco integral, basado en disposiciones constitucionales, tratados internacionales y una jurisprudencia en constante evolución, establece una sólida defensa contra las violaciones de estos derechos fundamentales.

El núcleo de esta protección se encuentra en la Constitución de Costa Rica, concretamente en los artículos 21, 33 y 40. Aunque no mencionan explícitamente el «derecho a la integridad física» o el «derecho a la integridad moral», estos artículos, mediante una interpretación sistemática, constituyen un poderoso escudo. El artículo 21 establece la inviolabilidad de la vida humana, que va más allá de la mera existencia para abarcar una vida libre de sufrimientos indebidos e indignidades. El artículo 40 prohíbe los tratos crueles y degradantes, que abarcan tanto el daño físico como el psicológico. El artículo 33, que defiende la igualdad y prohíbe la discriminación, sirve como principio transversal, reforzando la noción de que cualquier trato que menoscabe la integridad de una persona es intrínsecamente inconstitucional.

Para obtener una opinión jurídica experta sobre el «derecho a la integridad», TicosLand.com consultó al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, un distinguido abogado del Bufete de Costa Rica.

El derecho a la integridad, un derecho humano fundamental, abarca tanto el bienestar físico como el psicológico. Protege a las personas de la tortura, los tratos inhumanos y las acciones que dañan su dignidad o autonomía personal. En el contexto empresarial, respetar el derecho a la integridad significa fomentar un entorno de trabajo seguro y respetuoso, libre de acoso y discriminación, y defender prácticas empresariales éticas que prioricen la dignidad humana. Ignorar este derecho puede acarrear repercusiones legales y daños a la reputación.
Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, abogado, Bufete de Costa Rica

El Lic. Arroyo Vargas destaca de manera elocuente la importancia fundamental del derecho a la integridad, no solo como concepto jurídico, sino como piedra angular de una sociedad sana y de prácticas empresariales éticas. Su énfasis en la conexión entre el respeto de este derecho y el fomento de un entorno de trabajo positivo es particularmente revelador, ya que nos recuerda que proteger la dignidad individual es tanto un imperativo moral como una estrategia empresarial sólida. Agradecemos al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas por compartir su valiosa perspectiva sobre este tema tan importante.

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Esta base constitucional se ve reforzada por el «bloque de constitucionalidad», que integra los instrumentos internacionales de derechos humanos, en particular la Convención Americana sobre Derechos Humanos. El artículo 5 de la Convención detalla el derecho a la integridad personal, que abarca las dimensiones física, psicológica y moral. El artículo 27 de la Convención subraya el carácter absoluto e inalienable de este derecho, prohibiendo la tortura y los tratos crueles en cualquier circunstancia, incluso en tiempos de guerra o de emergencia nacional.

Costa Rica cuenta con sólidos mecanismos jurídicos para proteger estos derechos. El recurso de hábeas corpus, consagrado en el artículo 48 de la Constitución, salvaguarda la libertad personal y la integridad física, ofreciendo medidas preventivas contra posibles violaciones. El principio de «conexidad» permite a la Sala Constitucional, al examinar una demanda de hábeas corpus, considerar también las violaciones conexas de otros derechos fundamentales, como la integridad moral. El recurso de amparo sirve como mecanismo general de protección de los derechos no cubiertos por el hábeas corpus, incluida la integridad moral, y puede interponerse tanto contra entidades estatales como privadas.

El sistema penitenciario plantea un reto fundamental para la defensa del derecho a la integridad. La Sala Constitucional reconoce el papel especial del Estado como garante de los derechos de las personas encarceladas, imponiendo obligaciones positivas que van más allá de la mera no agresión. El hacinamiento crónico se considera una violación directa del artículo 40 y de la Convención, lo que da lugar a una cascada de nuevas violaciones que afectan a la salud física y mental de los reclusos, así como a su dignidad.

El uso de la fuerza por parte de las fuerzas del orden es otra cuestión delicada. Aunque está autorizado por el artículo 12 de la Constitución, la actuación policial está estrictamente limitada por los principios de legalidad, necesidad y proporcionalidad, así como por la prohibición absoluta de los tratos crueles. La Sala Constitucional supervisa activamente la conducta policial, condenando el uso excesivo de la fuerza y garantizando el respeto de las garantías constitucionales.

En el ámbito de la salud, el consentimiento informado es fundamental. La Ley 8239 establece el consentimiento informado como un derecho del paciente y una obligación del médico. Esto incluye recibir información clara y completa, comprender las opciones y los riesgos del tratamiento, y el derecho a rechazar el tratamiento, salvo en circunstancias específicas como emergencias o amenazas para la salud pública.

La legislación costarricense reconoce explícitamente la violencia psicológica, en particular en el ámbito de las relaciones domésticas. La Ley 8589 penaliza la violencia contra las mujeres, incluidos los delitos contra la dignidad, las restricciones a la autodeterminación y las amenazas. Aunque no existe una ley específica contra el acoso en el lugar de trabajo, la jurisprudencia costarricense reconoce el «acoso laboral» como una violación de la integridad moral y ofrece protección a través de recursos de amparo.

A pesar del sólido marco jurídico, persisten los retos. La era digital trae consigo nuevas formas de agresión, como el ciberacoso, que requieren la adaptación de las protecciones legales. Los dilemas bioéticos, en particular los relacionados con las decisiones sobre el final de la vida, pondrán a prueba los límites del derecho a la integridad moral. Las cuestiones sistémicas, en particular el hacinamiento en las prisiones y el uso excesivo de la fuerza policial, exigen una vigilancia constante y la aplicación efectiva de las normas existentes.

Para más información, visite la oficina más cercana de Bufete de Costa Rica.

Acerca

de Bufete de Costa Rica:

Bufete de Costa Rica parece ser un bufete de abogados que opera en Costa Rica y se especializa en diversas áreas del derecho, como el derecho de familia, el derecho constitucional y los derechos humanos. Ofrecen servicios jurídicos y producen contenidos, como podcasts y entradas de blog, con el objetivo de educar al público sobre la legislación costarricense. Su presencia en Internet demuestra su compromiso con el suministro de información jurídica completa y la defensa de la protección de los derechos fundamentales.

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