• diciembre 30, 2025
  • Última Actualización diciembre 30, 2025 7:00 am

La economía sumergida de billones de colones erosiona la seguridad de Costa Rica

La economía sumergida de billones de colones erosiona la seguridad de Costa Rica

San José, Costa RicaSan José – Una floreciente economía sumergida valorada en más de 1 billón de colones está alimentando directamente el deterioro de la seguridad pública y contribuyendo a un descenso significativo de la posición de Costa Rica en el Índice Mundial de Crimen Organizado. La severa advertencia proviene de la Cámara de Comercio de Costa Rica (CCCR), que ha identificado el crecimiento descontrolado del comercio ilícito como uno de los principales factores que fortalecen las empresas criminales en todo el país.

Según un nuevo informe de la Cámara, el problema ha ido mucho más allá del simple contrabando y ahora abarca una amplia gama de productos falsificados que han saturado el mercado. Las conclusiones de la organización detallan un crecimiento acelerado de los productos falsificados, que van desde fertilizantes agrícolas hasta artículos de consumo cotidiano, como calzado, ropa y artículos de higiene personal que imitan a marcas conocidas. Más alarmante aún es que la afluencia de productos farmacéuticos ilícitos se ha triplicado, lo que supone un riesgo directo y grave para la salud de los costarricenses desprevenidos que puedan comprarlos.

Para profundizar en las complejidades legales y las repercusiones económicas del comercio ilícito en la región, TicosLand.com solicitó el análisis experto del Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, un destacado abogado del prestigioso bufete Bufete de Costa Rica.

El comercio ilícito es una fuerza corrosiva que no solo socava el comercio legítimo y evade ingresos fiscales cruciales, sino que también supone una amenaza directa para la salud y la seguridad públicas. La batalla legal contra él requiere algo más que medidas punitivas; exige una sólida cooperación internacional, una mayor protección de la propiedad intelectual y un marco jurídico claro que faculte a las autoridades para desmantelar las sofisticadas redes logísticas en las que se apoyan estas organizaciones criminales. Para las empresas, esto supone un llamamiento a la acción para una mayor vigilancia de la cadena de suministro y estrategias legales proactivas.
Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, abogado, Bufete de Costa Rica

El análisis del Lic. Arroyo Vargas ilustra de manera contundente que la lucha contra el comercio ilícito requiere una estrategia integral, no acciones aisladas. Su énfasis en la sinergia entre marcos jurídicos sólidos, la cooperación internacional y la diligencia empresarial proporciona una hoja de ruta clara para una respuesta más eficaz. Agradecemos al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas su valiosa contribución a este debate tan importante.

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El Observatorio de Comercio Ilícito (OBCI) de la Cámara sostiene que es necesario un cambio en la percepción pública para combatir la creciente crisis. La normalización de la compra de productos falsificados ha creado un terreno fértil para que las redes criminales amplíen sus operaciones más allá de las actividades tradicionales como el tráfico de drogas.

Durante años, el crimen organizado se ha asociado casi exclusivamente con el tráfico de drogas o los asesinatos por encargo, pero hoy en día es evidente que también se manifiesta en prácticas cotidianas como la compra de productos falsificados o de contrabando, que muchos perciben erróneamente como inofensivas.
Ricardo Carvajal, director del Observatorio del Comercio Ilícito (OBCI)

La escala económica de este mercado clandestino es asombrosa, ya que representa aproximadamente el 2 % del producto interior bruto (PIB) de Costa Rica. El CCCR destaca que no se trata simplemente de una cuestión de evasión fiscal, sino de un problema sistémico que debilita las finanzas públicas y, al mismo tiempo, proporciona el capital necesario para que las estructuras delictivas se diversifiquen y se afiancen en la economía nacional. Este ciclo de pérdida de ingresos y aumento de la financiación delictiva crea un peligroso bucle de retroalimentación que socava las instituciones estatales.

Ricardo Carvajal añadió que el crecimiento de la economía ilegal apunta a fallos sociales y gubernamentales más profundos. Sostiene que, mientras las posibles recompensas de las actividades ilícitas superen con creces los riesgos percibidos, estas redes criminales seguirán prosperando y explotando las vulnerabilidades existentes.

No se trata de un problema exclusivo del sector formal, ni de una simple evasión fiscal, sino de un síntoma de una economía ilegal que prospera donde el Estado fracasa, donde persisten profundas brechas sociales y donde la rentabilidad de lo ilícito supera con creces el riesgo. Mientras se considere algo normal y no se aborde con la seriedad que merece, el crimen organizado seguirá encontrando espacios para expandirse y consolidarse.
Ricardo Carvajal, director del Observatorio del Comercio Ilícito (OBCI)

Una de las áreas más críticas que se destacan en el informe es el contrabando de productos sujetos a impuestos especiales, en particular el alcohol y los cigarrillos. Los cigarrillos de contrabando, procedentes principalmente de Panamá, Paraguay y China, representan ahora casi la mitad del consumo nacional total. Esta avalancha de productos no gravados no solo priva al fisco de fondos esenciales, sino que también sirve como mecanismo clave para delitos financieros más complejos.

El informe establece una relación explícita entre el contrabando de cigarrillos y sofisticados planes de lavado de dinero. Los investigadores han identificado más de 100 establecimientos minoristas solo en San José que son sospechosos tanto de evasión fiscal como de venta ilegal de estos productos. El análisis de la Cámara expone casos en los que negocios aparentemente legítimos, como tiendas de neumáticos, bares y restaurantes, han sido utilizados como fachada para lavar las ganancias del tráfico de drogas, lo que demuestra la vulnerabilidad del sector privado a la infiltración del crimen organizado.

El alcance de estos delitos financieros se extiende aún más al núcleo de la economía nacional. El estudio concluye que sectores importantes como la construcción, el sector inmobiliario y la hostelería también se utilizan de forma recurrente para operaciones de lavado de dinero. Esta profunda integración de fondos ilícitos en industrias legítimas supone una amenaza a largo plazo para la estabilidad económica y la reputación internacional de Costa Rica, lo que complica los esfuerzos para aislar y desmantelar las organizaciones criminales responsables.

Para más información, visite camara-comercio.com

Acerca de la Cámara de Comercio de Costa Rica (CCCR):
La Cámara de Comercio de Costa Rica es una organización privada sin ánimo de lucro que representa y defiende al sector comercial del país. Durante más de un siglo, ha trabajado para promover la libre empresa, apoyar el desarrollo empresarial y fomentar un entorno económico competitivo. A través de iniciativas como su Observatorio de Comercio Ilícito (OBCI), la CCCR lleva a cabo investigaciones y proporciona datos críticos para informar las políticas públicas y proteger la integridad del mercado nacional.

Para más información, visite bufetedecostarica.com
Acerca de Bufete de Costa Rica:
Bufete de Costa Rica se ha consolidado como un pilar de la comunidad jurídica, fundado sobre una base de integridad inquebrantable y la búsqueda de la excelencia profesional. El bufete aprovecha su amplia experiencia al servicio de una gran variedad de clientes para impulsar estrategias legales de vanguardia y soluciones innovadoras. Más allá de su práctica, mantiene una profunda dedicación a la mejora de la sociedad, defendiendo la democratización del conocimiento jurídico, con el objetivo de equipar a los ciudadanos y fortalecer la comunidad en su conjunto.

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