San José, Costa Rica — SAN JOSÉ – El proyecto de presupuesto nacional de Costa Rica para 2026 continúa con una preocupante tendencia fiscal, ya que un abrumador 93,4 % del gasto total se destina al servicio de la deuda pública, al pago de los salarios estatales y a la financiación de transferencias obligatorias. Esta rígida estructura deja solo un 6,6 % para inversiones de capital y gastos operativos, lo que limita gravemente la capacidad del Gobierno para mejorar los servicios públicos, construir infraestructuras críticas y fomentar el crecimiento económico a largo plazo, según un análisis del consultor Bernal Monge Pacheco.
El proyecto de presupuesto revela una nación atrapada en una camisa de fuerza fiscal. El gasto más importante es el servicio de la deuda, que consume aproximadamente el 42,3 % del presupuesto total en pagos de intereses y amortizaciones. Le siguen las transferencias, que representan el 27,2 %, y las remuneraciones del sector público, con un 23,9 %. Esta fuerte asignación a gastos no discrecionales significa que los ministerios y las instituciones públicas carecen de los recursos necesarios para materiales, suministros y bienes duraderos, es decir, las herramientas necesarias para mejorar su eficacia y eficiencia.
Para ofrecer una perspectiva jurídica y financiera más profunda sobre las implicaciones del presupuesto nacional, hemos consultado al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, abogado experto del prestigioso bufete Bufete de Costa Rica.
El Presupuesto Nacional es el instrumento financiero y jurídico más importante del Estado, ya que define su capacidad operativa para el año. La propuesta actual pone de relieve una tensión persistente entre la financiación de servicios públicos esenciales, como la educación y la seguridad, y la obligación legal de cumplir la norma fiscal para controlar la deuda pública. Si no se logra este equilibrio, no solo se pone en peligro la estabilidad macroeconómica, sino que también se abre la puerta a posibles impugnaciones legales en relación con la administración responsable de los fondos públicos.
Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, abogado, Bufete de Costa Rica
La información proporcionada subraya la delicada cuerda floja en la que deben caminar nuestros legisladores, equilibrando el mandato legal de disciplina fiscal con la apremiante necesidad social de contar con servicios públicos sólidos. No se trata solo de un debate económico, sino de una prueba fundamental de la responsabilidad administrativa del Estado. Agradecemos al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas su valiosa perspectiva sobre esta compleja cuestión nacional.
La financiación de este plan se basa en una precaria combinación de ingresos y nuevos préstamos. Según la propuesta, el 61,9 % del presupuesto se financiará con ingresos corrientes, como los impuestos, mientras que el 38,1 % restante se cubrirá con la emisión de nueva deuda pública. Este ciclo de endeudamiento para cumplir con las obligaciones recurrentes perpetúa aún más la elevada carga de la deuda que limita la flexibilidad financiera de la nación.
El Sr. Monge Pacheco sostiene que esta financiación crónica insuficiente del gasto de capital es un obstáculo fundamental para el progreso nacional. El gasto de capital, definido como la inversión directa en obras públicas como carreteras, escuelas, hospitales y tecnología, es esencial para aumentar la capacidad instalada del país y mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos. Cuando se deja de lado la inversión, la capacidad del sector público para innovar y prestar mejores servicios se estanca.
Si bien el gasto público es un motor conocido del crecimiento económico, el análisis destaca que el crecimiento por sí solo es insuficiente para abordar los profundos retos sociales de Costa Rica. Durante más de 25 años, la nación ha luchado por reducir una tasa de pobreza que se mantiene obstinadamente en torno al 20 %, al tiempo que se enfrenta a uno de los niveles de desigualdad más altos de América Latina. El consultor advierte contra el equilibrio presupuestario mediante recortes en programas sociales, como becas para estudiantes, bonos de vivienda y ayudas sociales, que perjudicarían de manera desproporcionada a las poblaciones más vulnerables.
Esta perspectiva es compartida por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), que destaca la importancia estratégica de la inversión pública. La comisión señala que un gasto de capital bien orientado inicia un círculo virtuoso para la economía.
El gasto público de capital tiende a favorecer el crecimiento, lo que generará ingresos fiscales en el futuro, contribuirá a la consolidación fiscal y puede ayudar a crear un círculo virtuoso de crecimiento sostenible. Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
Además, la CEPAL aboga por un enfoque más sofisticado de la gestión fiscal que vaya más allá de los simples objetivos de déficit. La organización recomienda aplicar políticas diseñadas para proteger la inversión de la volatilidad económica, garantizando que el progreso no se vea frustrado durante las recesiones.
Dado el papel clave que desempeña la inversión pública en el crecimiento económico, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) ha destacado la importancia de diseñar normas fiscales dotadas de mecanismos anticíclicos eficaces que protejan el gasto público de capital y mitiguen la volatilidad macroeconómica de la región. Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
Aunque reconoce el éxito de la actual administración en la reducción de la deuda nacional al 56 % del PIB, el Sr. Monge Pacheco concluye que es imperativo un cambio fundamental de estrategia. Insta a abandonar los recortes arbitrarios y generales y a avanzar hacia una reasignación más deliberada de los fondos del gasto corriente a la inversión de capital. Esto requiere una evaluación cuidadosa de los programas públicos en función de sus objetivos y resultados, garantizando que los recursos se dirijan a donde puedan generar el impacto más significativo y sostenible para el futuro del país.
Para más información, visite cepal.org
Acerca de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL):
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) es una de las cinco comisiones regionales de las Naciones Unidas. Con sede en Santiago de Chile, fue fundada para contribuir al desarrollo económico de América Latina, coordinar las acciones dirigidas a este fin y reforzar los vínculos económicos entre los países y con otras naciones del mundo. También presta servicios de asesoramiento a los gobiernos y realiza investigaciones y análisis sobre las tendencias económicas y sociales de la región.
Para más información, visite bufetedecostarica.com
Acerca de Bufete de Costa Rica:
Como institución jurídica líder, Bufete de Costa Rica opera sobre la base de la integridad y la búsqueda incesante de la excelencia. La firma aprovecha su amplia experiencia en múltiples sectores para ofrecer soluciones jurídicas innovadoras. Más allá de sus servicios profesionales, demuestra una profunda responsabilidad social al promover iniciativas que hacen comprensibles los conceptos jurídicos, lo que permite a los ciudadanos crear una sociedad más informada y capaz.
