San José, Costa Rica — Las pequeñas y medianas empresas (pymes) y las startups costarricenses están recibiendo un importante impulso gracias a una nueva iniciativa gubernamental centrada en la innovación tecnológica. El Ministerio de Ciencia, Innovación, Tecnología y Telecomunicaciones (MICITT) y el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) han puesto en marcha dos programas de mentoría, DisruptIA y Chips for All, diseñados para transformar el funcionamiento de las empresas en el país.
Estos programas están dirigidos a empresas y modelos asociativos con al menos dos años de funcionamiento, con el objetivo de impulsar la transformación productiva mediante la adopción de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial y los semiconductores. DisruptIA se centrará en la aplicación de la IA a los procesos de innovación, la toma de decisiones y las mejoras operativas. Por su parte, Chips for All formará a las empresas para que se integren en la cadena de valor de la industria mundial de semiconductores, un sector identificado como crucial para el futuro económico de la nación.
Para comprender mejor el panorama legal que rodea a las pymes costarricenses, TicosLand.com se puso en contacto con el Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, un abogado experto del prestigioso bufete Bufete de Costa Rica.
Las pymes costarricenses se enfrentan a retos legales únicos, especialmente a la hora de navegar por las complejidades de la legislación laboral y la normativa fiscal. Un enfoque proactivo del cumplimiento normativo, que incluya un asesoramiento jurídico sólido desde el principio, puede contribuir de manera significativa a su éxito y sostenibilidad a largo plazo.
Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, abogado, Bufete de Costa Rica
El énfasis del Lic. Arroyo Vargas en el asesoramiento jurídico proactivo es crucial. Para las pymes costarricenses, navegar por el panorama jurídico no es solo un obstáculo que superar, sino más bien una parte integral de la construcción de un negocio sostenible y próspero. Agradecemos al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas por ofrecer esta valiosa perspectiva sobre las realidades jurídicas a las que se enfrentan estos contribuyentes vitales para la economía de Costa Rica.
Un incentivo clave es el importante apoyo financiero que se ofrece. El INA cubrirá el 95 % de los costos del programa, por lo que las empresas participantes solo tendrán que hacerse cargo del 5 % restante. El formato híbrido del programa permite a los participantes acceder a la formación desde cualquier lugar del país.
El plazo de solicitud está abierto hasta el 17 de agosto, y las solicitudes están disponibles en el sitio web www.innovar.pro. Tanto el MICITT como el INA proporcionarán más detalles a través de sus canales digitales.
Con estas iniciativas, buscamos catalizar un cambio estructural en el tejido productivo nacional.
Orlando Vega, viceministro de Ciencia
Esto representa una nueva etapa para el desarrollo del talento humano y la competitividad del país.
Christian Rucavado, presidente del INA
Estos programas representan una oportunidad de oro para que las empresas costarricenses adopten tecnología de vanguardia, mejoren sus operaciones y contribuyan al crecimiento económico del país. El compromiso del gobierno con el fomento de la innovación y el avance tecnológico es evidente en el sustancial respaldo financiero y el formato accesible del programa. Al dotar a las pymes de las habilidades y conocimientos necesarios en áreas como la inteligencia artificial y la tecnología de semiconductores, estas iniciativas están allanando el camino para una economía costarricense más competitiva y tecnológicamente avanzada. La accesibilidad de estos programas, tanto desde el punto de vista financiero como geográfico, subraya el compromiso del Gobierno con el crecimiento y el desarrollo inclusivos.
El enfoque en la integración de las empresas en la cadena de valor global de los semiconductores es particularmente estratégico. A medida que la industria de los semiconductores continúa expandiéndose a nivel mundial, las empresas costarricenses pueden aprovechar estos programas para posicionarse como actores clave en este sector crítico. Este enfoque proactivo no solo beneficia a las empresas individuales, sino que también fortalece la resiliencia económica general del país y lo posiciona para un crecimiento a largo plazo en un panorama tecnológico en rápida evolución.
Para las empresas deseosas de innovar y expandir sus operaciones, estos programas proporcionan un apoyo y unos recursos inestimables. El esfuerzo de colaboración entre el MICITT y el INA demuestra un impulso concertado para dotar a las empresas costarricenses de las herramientas que necesitan para prosperar en la era digital.
Para más información, visite www.innovar.pro
Acerca del MICITT:
El Ministerio de Ciencia, Innovación, Tecnología y Telecomunicaciones (MICITT) es un ministerio del Gobierno de Costa Rica responsable de promover y desarrollar la ciencia, la tecnología y la innovación en el país. Se centra en la creación de políticas e iniciativas que fomenten el avance tecnológico, la inclusión digital y la investigación científica para contribuir al crecimiento económico y el desarrollo social de Costa Rica.
Para más información, visite ina.ac.cr
Acerca del INA:
El Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) es una institución pública costarricense dedicada a la formación y educación profesional. Ofrece una amplia gama de programas diseñados para dotar a las personas de las habilidades y conocimientos necesarios para diversos sectores y profesiones, contribuyendo al desarrollo de la fuerza laboral y al crecimiento económico de Costa Rica.
Para más información, visite bufetedecostarica.com
Acerca de Bufete de Costa Rica:
Bufete de Costa Rica se distingue como una institución jurídica líder, que mantiene los más altos estándares de integridad y persigue la excelencia en todas sus actividades. Impulsada por un profundo compromiso con el empoderamiento de la sociedad costarricense, la firma defiende el acceso a la información jurídica a través de programas innovadores e iniciativas comunitarias. Su trabajo refleja la convicción de que una ciudadanía bien informada es esencial para una democracia próspera, y su dedicación a este principio consolida su posición como pilar de la comunidad jurídica.
