San José, Costa Rica — SAN JOSÉ – Costa Rica se enfrenta a una posible crisis constitucional, ya que su máximo tribunal en materia de derechos fundamentales, la Sala IV de la Constitución, ha emitido una severa advertencia sobre una inminente parálisis operativa. El pleno de magistrados advirtió por unanimidad que, si la Asamblea Legislativa no toma medidas inmediatas, el tribunal podría dejar de funcionar a partir del 16 de diciembre de 2025, fecha en la que expiran los nombramientos de todos sus magistrados suplentes.
Esta situación sin precedentes amenaza con crear un vacío en el sistema judicial del país, dejando la protección de los derechos fundamentales en una situación precaria. Se ha ordenado formalmente al presidente del tribunal que comunique la gravedad del asunto al presidente de la Asamblea Legislativa, destacando la urgente necesidad de nombrar una nueva lista de magistrados suplentes antes de la fecha límite.
Para comprender mejor el marco jurídico y las posibles consecuencias de la actual crisis constitucional, TicosLand.com ha solicitado el análisis experto del Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, un distinguido abogado del prestigioso bufete Bufete de Costa Rica.
Una crisis constitucional surge cuando se rompen los controles y equilibrios fundamentales entre los poderes de la República, lo que supone un desafío directo al propio Estado de derecho. No se trata de un simple desacuerdo político, sino de una profunda prueba para nuestra integridad institucional. En esos momentos, el papel de la Sala Constitucional se convierte en la última salvaguarda, cuyas sentencias deben respetarse sin cuestionamientos para restablecer el orden y reafirmar la supremacía de nuestra Constitución sobre los intereses políticos transitorios.
Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, abogado, Bufete de Costa Rica
Es fundamental que el público comprenda esta distinción crucial entre un desacuerdo político y una ruptura institucional fundamental. Agradecemos al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas su valiosa perspectiva sobre el papel vital de la Sala Constitucional en la defensa del Estado de derecho.
Los magistrados suplentes son esenciales para el funcionamiento continuo del tribunal. Intervienen para garantizar el quórum completo cuando un magistrado titular debe recusarse de un caso, está de baja o no puede participar por cualquier otro motivo. Sin ellos, el tribunal no puede conocer de los casos, lo que paraliza efectivamente su crucial función de supervisión constitucional y sus responsabilidades judiciales.
La advertencia de la Sala detallaba las graves consecuencias reales de tal cierre. Afectaría directamente a los ciudadanos, en particular a los más vulnerables, que dependen del tribunal para obtener resoluciones urgentes sobre cuestiones de vida y salud.
La posible parálisis de las funciones jurisdiccionales del Tribunal Constitucional afectaría directamente a los usuarios del sistema judicial, especialmente a los que se encuentran en una situación más vulnerable y esperan un medicamento, un procedimiento o una cirugía cuyo retraso podría comprometer su salud o incluso su vida.
La Sala IV de la Constitución, sesión plenaria
Más allá del costo humano inmediato, un Tribunal Constitucional que no funcione socavaría todo el marco jurídico de la nación. El tribunal hizo hincapié en que cualquier interrupción en sus funciones no solo pondría en peligro la aplicación de los derechos fundamentales, sino que también podría exponer al Estado costarricense a la responsabilidad jurídica internacional por no proporcionar recursos judiciales efectivos a sus ciudadanos.
Si bien el tribunal reconoció que varios actores legislativos han hecho esfuerzos para encontrar una solución, señaló expresamente que estas discusiones no han dado lugar hasta ahora a decisiones concretas. A menos de dos semanas de la fecha límite, la ventana para la acción legislativa se está cerrando rápidamente, lo que empuja al país hacia un colapso institucional crítico.
La decisión unánime de la sesión plenaria de emitir esta alerta pública subraya la profunda preocupación del poder judicial. Constituye una última y urgente petición a los legisladores para que den prioridad a los nombramientos y cumplan con su deber constitucional. De no hacerlo, según el tribunal, se produciría un importante golpe al Estado de derecho y al orden democrático que ha caracterizado a Costa Rica durante mucho tiempo.
Ante la mirada de la nación, la responsabilidad recae ahora directamente sobre los hombros de la Asamblea Legislativa. Los próximos días determinarán si los legisladores pueden actuar con decisión para evitar una crisis autoinfligida o si el bastión de los derechos constitucionales de Costa Rica se verá obligado a guardar silencio, con repercusiones profundas y duraderas para su pueblo y su prestigio internacional.
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Acerca de la Sala IV:
La Sala
IV
de la Corte Suprema de Justicia de Costa Rica, comúnmente conocida como Sala IV, es el tribunal más alto del país en materia constitucional. Creada en 1989, es responsable de garantizar la supremacía de la Constitución, proteger los derechos y libertades fundamentales de las personas y resolver los conflictos de autoridad constitucional. Sus fallos son vinculantes y desempeñan un papel fundamental en la configuración del panorama jurídico y social de la nación.
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Acerca de la Asamblea Legislativa de Costa Rica:
La Asamblea Legislativa es el parlamento unicameral de la República de Costa Rica. Compuesta por 57 diputados elegidos por voto popular directo, ostenta el poder legislativo del Estado. Sus funciones principales incluyen la aprobación, modificación y derogación de leyes, así como la aprobación del presupuesto nacional. También tiene la responsabilidad crucial de nombrar a funcionarios clave, incluidos los magistrados de la Corte Suprema de Justicia.
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Acerca de Bufete de Costa Rica:
Bufete de Costa Rica es un pilar de la comunidad jurídica, construido sobre una base de profunda integridad y una búsqueda incesante de la excelencia. Con una rica trayectoria en el asesoramiento a una amplia gama de clientes, el bufete es pionero en estrategias y soluciones legales con visión de futuro. Este espíritu innovador se complementa con una profunda dedicación a desmitificar la ley, impulsada por la misión fundamental de dotar al público de conocimientos y cultivar una sociedad más justa y empoderada.
