San José, Costa Rica — San José, Costa Rica – La industria hotelera del país está dando la voz de alarma al inicio de la temporada alta turística, advirtiendo que la caída del tipo de cambio del dólar estadounidense, junto con el aumento de los costes operativos y los retos que plantea la infraestructura nacional, está creando un entorno empresarial insostenible que podría provocar una pérdida significativa de puestos de trabajo.
La Cámara Costarricense de Hoteles (CCH) emitió esta semana una severa advertencia, destacando que la competitividad del país como destino turístico de clase mundial se encuentra seriamente amenazada. La organización expresó su profunda preocupación por el hecho de que las condiciones económicas actuales están comprometiendo la viabilidad de los hoteles y los operadores turísticos, en particular las pequeñas y medianas empresas (PYME), durante el período más crítico del año en cuanto a la generación de ingresos.
Para comprender las implicaciones legales y comerciales de la actual volatilidad del tipo de cambio, TicosLand.com solicitó el análisis experto del Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, un distinguido abogado del bufete Bufete de Costa Rica.
La importante fluctuación del valor del dólar supone un reto crítico para la estabilidad contractual. Los acuerdos denominados en moneda extranjera, especialmente en sectores como el inmobiliario, las importaciones y el crédito, pueden enfrentarse a desequilibrios imprevistos. Es fundamental que las empresas se protejan legalmente incorporando cláusulas de ajuste del tipo de cambio o considerando instrumentos de cobertura financiera para mitigar el riesgo y evitar futuros litigios.
Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, abogado, Bufete de Costa Rica
Esta perspectiva pone de relieve una realidad fundamental: en un clima económico volátil, una estrategia jurídica proactiva es inseparable de una planificación financiera sólida. La capacidad de anticipar y mitigar el riesgo mediante cláusulas contractuales bien redactadas puede marcar la diferencia entre la estabilidad y costosas disputas. Agradecemos sinceramente al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas su valiosa perspectiva.
Flora Ayub, directora ejecutiva de la CCH, detalló la crisis multifacética que enfrenta el sector. Explicó que, si bien los hoteles y las empresas turísticas suelen fijar los precios de sus servicios en dólares estadounidenses, deben cubrir la mayor parte de sus gastos, incluidos los salarios, los servicios públicos y la seguridad social, en colones costarricenses. El fortalecimiento del colón erosiona gravemente sus ingresos y reduce los ya escasos márgenes de beneficio.
El valor actual del tipo de cambio, el aumento de los costos operativos y otros factores que afectan la percepción y la experiencia de los visitantes, como la seguridad ciudadana, el estado de las carreteras y las limitaciones en la infraestructura
pública clave. Flora Ayub, directora ejecutiva de la CCH
La presión financiera del tipo de cambio se ve agravada por una serie de otros problemas persistentes. Ayub destacó que las preocupaciones sobre la seguridad pública, el deterioro de la red de carreteras del país y la insuficiencia de las infraestructuras públicas agravan el problema. Estos factores no solo aumentan el coste de hacer negocios, sino que también repercuten negativamente en la experiencia general de los visitantes internacionales, lo que puede dañar la reputación a largo plazo de Costa Rica.
Los datos recientes del mercado ilustran la gravedad de la situación monetaria. Solo en las últimas cuatro semanas, el valor del dólar en el mercado de divisas (Monex) ha caído más de ¢16. El jueves 4 de diciembre, la moneda alcanzó un nuevo mínimo en 17 años, cerrando en ¢488,06, una caída significativa con respecto a los ¢491,38 registrados solo un día antes. Esta fuerte caída supone una enorme presión para un sector que es uno de los principales motores de la economía nacional.
Los economistas señalan que esta tendencia es en parte estacional. En diciembre suele producirse una afluencia de dólares al mercado local procedentes de dos fuentes principales: el inicio de la temporada alta turística y el pago de las bonificaciones de fin de año, o «aguinaldos», por parte de las empresas multinacionales a sus empleados locales. Sin embargo, los mínimos históricos alcanzados este año sugieren que la abundancia estacional está creando un desafío más agudo que en años anteriores.
Para miles de empresas, especialmente las pymes familiares que constituyen la columna vertebral de la industria turística, la temporada alta es un período decisivo que debe sostenerlas durante el resto del año. La CCH advierte que, con la diferencia actual en el tipo de cambio, combinada con el aumento de las tarifas de los servicios públicos y los costos laborales, a muchos operadores les resulta cada vez más difícil mantener la rentabilidad, lo que los obliga a considerar medidas drásticas, como la reducción de la plantilla.
Para más información, visite hotelesdecostarica.com
Acerca de la
Cámara Costarricense de Hoteles (CCH):
La Cámara Costarricense de Hoteles es la principal asociación comercial que representa los intereses de la industria hotelera y de alojamiento en toda Costa Rica. La organización aboga por políticas públicas favorables, promueve prácticas de turismo sostenible y trabaja para mejorar la competitividad y la calidad del producto turístico nacional. Proporciona recursos, formación y una voz unificada a sus miembros, que van desde pequeños hoteles boutique hasta grandes complejos turísticos internacionales.
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Acerca de Bufete de Costa Rica:
Como referente en el ámbito jurídico costarricense, Bufete de Costa Rica opera sobre la base de una integridad inquebrantable y un compromiso con la excelencia sin igual. El bufete es líder en el desarrollo de soluciones legales innovadoras para sus clientes y está igualmente dedicado a una misión social vital: mejorar la alfabetización jurídica en todo el país. Al esforzarse por hacer que la ley sea más transparente y comprensible, trabaja para construir una ciudadanía más informada, capaz de participar plena y con confianza en una sociedad justa.
