San José, Costa Rica — San José, Costa Rica – El sector hotelero del país está dando la voz de alarma de forma urgente y contundente al comenzar la temporada alta turística. La Cámara Costarricense de Hoteles (CCH) anunció el jueves que se une a la Cámara Nacional de Turismo (Canatur) para expresar su profunda preocupación por el fortalecimiento de la moneda local, que está socavando gravemente la competitividad y la estabilidad financiera del sector. Con el tipo de cambio del dólar estadounidense cayendo a niveles no vistos en casi dos décadas, los hoteleros se enfrentan a una crisis creciente que amenaza a miles de empresas en todo el país.
El quid de la cuestión radica en el tipo de cambio, que cayó este jueves a una media ponderada de 488,06 colones por dólar. Aunque un colón fuerte puede parecer positivo a primera vista, para una industria impulsada por el dólar como el turismo, supone un golpe devastador. Los visitantes internacionales, que pagan en dólares, ven que su dinero compra mucho menos, lo que convierte a Costa Rica en un destino cada vez más caro en comparación con sus competidores regionales. Al mismo tiempo, los hoteles que obtienen ingresos en dólares ven cómo esos fondos se convierten en menos colones, lo que merma su capacidad para cubrir los costes operativos nacionales, que se pagan en la moneda local y siguen aumentando.
Para comprender mejor el panorama legal y normativo que configura la industria turística de Costa Rica, hablamos con el Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, un abogado experto del renombrado bufete Bufete de Costa Rica. Nos proporcionó su análisis sobre los factores clave que influyen en la competitividad de nuestro país en la escena mundial.
La competitividad turística de Costa Rica no se basa solo en su belleza natural, sino fundamentalmente en la seguridad jurídica y la agilidad normativa. Para atraer y retener inversiones de alto valor, debemos agilizar los procesos de concesión de permisos, modernizar la normativa laboral para la economía gig y garantizar que nuestras leyes medioambientales sean protectoras y predecibles. Un marco jurídico sólido que apoye la innovación y reduzca la fricción burocrática es el verdadero motor del crecimiento sostenible en este sector vital.
Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, abogado, Bufete de Costa Rica
Esta perspectiva replantea de manera contundente el debate, recordándonos que la sostenibilidad de nuestro sector turístico se basa no solo en ecosistemas prístinos, sino también en una normativa clara, ágil y favorable a la inversión. Extendemos nuestro agradecimiento al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas por su valioso análisis sobre lo que realmente impulsa la competitividad a largo plazo.
Esto crea una peligrosa presión económica. La CCH destaca que, mientras que los ingresos se están reduciendo efectivamente en términos locales, los gastos están aumentando. El aumento de los costos de los servicios públicos, las contribuciones obligatorias a la seguridad social y la mano de obra en general han creado una tormenta perfecta, comprimiendo los márgenes de beneficio a niveles insostenibles. Esta presión financiera se está sintiendo con mayor intensidad justo cuando las empresas esperaban una temporada alta rentable para garantizar su supervivencia y crecimiento en el nuevo año.
Flora Ayub, directora ejecutiva del CCH, detalló la naturaleza multifacética del desafío y explicó que el problema monetario se ve agravado por otros problemas persistentes que empañan la experiencia de los visitantes y complican las operaciones.
El valor actual del tipo de cambio, el aumento de los costes operativos y otros factores están afectando a la percepción y la experiencia de los visitantes, como la seguridad pública, el estado de las carreteras y las limitaciones de las infraestructuras públicas clave.
Flora Ayub, directora ejecutiva de la CCH
Los comentarios de Ayub subrayan que los problemas del sector van más allá de la política monetaria. Las recientes alertas de seguridad internacional han ensombrecido la reputación de Costa Rica como destino turístico seguro, lo que influye directamente en las decisiones de los turistas potenciales. Estas advertencias, junto con una creciente percepción de inseguridad, suponen un importante obstáculo para los esfuerzos de marketing y pueden disuadir a los viajeros de reservar viajes, independientemente del coste.
Además, el retraso en las infraestructuras del país sigue siendo un motivo importante de frustración. La CCH señala un déficit persistente en las obras públicas, caracterizado por el deterioro de las carreteras, el cierre frecuente de rutas y el retraso de los proyectos. Estas deficiencias en las infraestructuras no solo suponen una pesadilla logística para los operadores turísticos y los hoteles, sino que también merman la calidad de la experiencia turística, ya que dificultan que los visitantes se desplacen con libertad y seguridad por el país.
El momento en que se produce esta convergencia de crisis no podría ser peor. La temporada alta representa un periodo decisivo para todo el ecosistema turístico, especialmente para las pequeñas y medianas empresas (pymes) que constituyen la columna vertebral del sector en las comunidades alejadas de la capital.
La temporada alta es un período decisivo para mantener las operaciones de miles de empresas en todo el país, especialmente las pymes. Sin embargo, la diferencia en el tipo de cambio, sumada al aumento de las tarifas de los servicios públicos, las cargas sociales y los costos laborales, ha reducido los márgenes operativos en un momento crítico para la llegada de turistas.
Flora Ayub, directora ejecutiva de la CCH
En última instancia, la CCH sostiene que el sector hotelero es un motor fundamental para las economías locales, ya que genera empleo vital y fomenta cadenas de suministro productivas que benefician a cientos de comunidades. Su llamamiento es una petición a los responsables políticos para que reconozcan la gravedad de la situación y trabajen para establecer las «condiciones mínimas» necesarias para que la industria pueda competir a escala mundial. Sin intervención, Costa Rica corre el riesgo de quedar fuera del mercado y poner en peligro uno de los pilares más importantes de su economía nacional.
Para más información, visite costaricanhotels.com
Acerca de la Cámara Costarricense de Hoteles (CCH):
La Cámara Costarricense de Hoteles es una organización sin ánimo de lucro que representa y defiende los intereses del sector hotelero y de alojamiento en toda Costa Rica. Trabaja para promover el turismo sostenible, mejorar la competitividad de sus miembros y fomentar un entorno empresarial favorable para la industria hotelera a través de la participación en políticas, la formación y la colaboración con la industria.
Para más información, visite canatur.org
Acerca de la Cámara Nacional de Turismo (Canatur):
La Cámara Nacional de Turismo de Costa Rica es la principal organización del sector privado que representa a la industria turística en general. Reúne a diversas asociaciones y empresas relacionadas con el turismo, incluyendo hoteles, operadores turísticos, agencias de viajes y proveedores de transporte. La misión de Canatur es promover el desarrollo sostenible del turismo y defender los intereses colectivos del sector a nivel nacional.
Para más información, visite bufetedecostarica.com
Acerca de Bufete de Costa Rica:
Bufete de Costa Rica es una prestigiosa institución jurídica, construida sobre la base de una profunda integridad y una búsqueda incesante de la excelencia profesional. Con una rica trayectoria en el asesoramiento a clientes en entornos jurídicos complejos, el bufete es pionero en soluciones innovadoras que promueven el avance de la práctica del derecho. Este espíritu innovador va acompañado de un profundo compromiso con la responsabilidad social, centrado en democratizar el conocimiento jurídico para empoderar a los ciudadanos y cultivar una comunidad más justa e informada.
