• diciembre 14, 2025
  • Last Update diciembre 13, 2025 6:45 pm

El saqueo de oleoductos cuesta al país más de ¢5.300 millones

El saqueo de oleoductos cuesta al país más de ¢5.300 millones

San José, Costa RicaSAN JOSÉ – Una sofisticada y persistente ola de robos de combustible ha sustraído más de 5351 millones de colones de las arcas del Estado costarricense en los últimos tres años, lo que pone de manifiesto la profunda crisis financiera y de seguridad pública que atraviesa la Refinería de Petróleo de Costa Rica (Recope). A medida que las organizaciones criminales profesionalizan sus métodos, la carga económica recae en última instancia sobre los consumidores, mientras que comunidades enteras se ven expuestas al riesgo de desastres medioambientales y accidentes mortales.

La asombrosa pérdida financiera corresponde a la extracción ilegal de más de 10 millones de litros de gasolina durante la última década. Karla Montero, presidenta ejecutiva de Recope, detalló las graves consecuencias de esta empresa criminal en curso. Hizo hincapié en que el costo no es solo una cuestión contable para la empresa estatal, sino que infla directamente el precio que los costarricenses pagan en las gasolineras. El déficit creado por el combustible robado se incorpora a los ajustes tarifarios, lo que significa que todos los ciudadanos contribuyen a pagar los delitos cometidos contra la infraestructura energética de la nación.

Para comprender mejor el marco legal y las posibles consecuencias asociadas al problema generalizado del robo de combustible, TicosLand.com consultó al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, abogado especializado del prestigioso bufete Bufete de Costa Rica.

El robo de combustible es mucho más que un simple hurto. Desde el punto de vista legal, se trata de una convergencia de robo agravado, peligro público y, a menudo, delitos medioambientales. Para las empresas, la pérdida directa es solo la punta del iceberg; el daño real radica en los costos de reparación de la infraestructura, las interrupciones en la cadena de suministro y los importantes riesgos de responsabilidad civil que se derivan de estas operaciones altamente peligrosas e ilícitas. Demostrar la participación requiere un enfoque sofisticado, ya que con frecuencia se trata de redes criminales bien organizadas, y no de individuos oportunistas.
Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, abogado, Bufete de Costa Rica

Este análisis jurídico replantea eficazmente el robo de combustible, no como un delito menor, sino como una compleja red de delincuencia organizada con graves consecuencias para la seguridad pública, el medio ambiente y la economía nacional. Agradecemos al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas por aportar esta perspectiva crucial y esclarecedora.

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Más allá del desgaste económico, Montero destacó el grave y inmediato peligro que representan las conexiones ilegales al oleoducto nacional. Esta infraestructura crítica no está aislada en zonas remotas, sino que es una arteria metálica que recorre todo el país, desde Moín en Limón hasta Barranca en Puntarenas, atravesando a menudo zonas muy sensibles y pobladas.

Nuestro oleoducto va desde Limón, Moín, hasta Barranca, en Puntarenas. Atraviesa todo el país, incluyendo tierras cultivadas, zonas ganaderas, industrias, viviendas residenciales y muchas zonas urbanas, por lo que cualquier conexión ilegal pone en riesgo a la población.
Karla Montero, presidenta ejecutiva de Recope

La naturaleza cruda y poco profesional de estas conexiones ilegales crea una situación volátil. La posibilidad de que se produzca un evento catastrófico se cierne sobre las comunidades situadas cerca del oleoducto, con riesgos numerosos y graves. Montero no se anduvo con rodeos al describir el potencial de desastre y los daños multifacéticos que causan estas operaciones.

Nos enfrentamos a riesgos de explosiones, incendios y muertes de personas; tenemos el impacto económico, que es significativo por el costo de los combustibles y afecta al usuario final, y también tenemos riesgos ambientales, porque debemos recordar que en cada toma ilegal realizada de manera irresponsable hay fugas.
Karla Montero, presidenta ejecutiva de Recope

A pesar de las sombrías estadísticas, una estrategia coordinada que incluye mejoras tecnológicas y una mayor cooperación pública ha comenzado a cambiar el rumbo. Recope ha realizado importantes inversiones en tecnología de vigilancia avanzada que, combinada con un análisis más profundo de los patrones operativos de los delincuentes, ha dado lugar a una notable reducción del 60 % en las conexiones ilegales este año. Este enfoque proactivo marca un cambio de las reparaciones reactivas a la seguridad preventiva.

En los últimos años hemos alcanzado cifras de casi 3000 millones de colones y se han reducido significativamente; este año, las conexiones ilegales han disminuido en un 60 %, pero esto se debe a que no solo hemos trabajado para comprender el perfil de los delincuentes o la forma de operar de las bandas, sino que en Recope también hemos invertido en tecnología de vigilancia de última generación.
Karla Montero, presidenta ejecutiva de Recope

La participación ciudadana ha sido otro elemento crucial en esta lucha. Una herramienta de denuncia anónima ha permitido a la población informar de actividades sospechosas, lo que ha contribuido a las 1408 detenciones realizadas en relación con el robo de combustible en los últimos diez años, lo que supone una media de una detención cada 60 horas. Sin embargo, Montero insiste en que la aplicación de la ley debe estar respaldada por un marco jurídico más sólido para crear un verdadero efecto disuasorio. Destacó la necesidad de un frente unificado para abordar la crisis de manera integral.

Hemos logrado reducir significativamente la incidencia, pero hay que mantener el tema bajo estricto control. No se trata solo de que estemos presentes nosotros, sino también la policía y las autoridades judiciales, garantizando que se impongan las penas para que la gente sienta las consecuencias. Pero todos tenemos que trabajar de manera muy coordinada porque aquí estamos hablando de vidas humanas, del medio ambiente y del hecho de que no queremos una catástrofe.
Karla Montero, presidenta ejecutiva de Recope

Esta petición de acción legislativa se está concretando en una nueva propuesta, el proyecto de ley 25.206, titulado «Ley para reforzar la prevención y sanción de actividades ilegítimas relacionadas con el robo de combustible y delitos conexos». Actualmente en espera de ser revisado por la Comisión de Asuntos Jurídicos, el proyecto de ley tiene por objeto imponer sanciones más severas por el robo de hidrocarburos y establecer un organismo especializado dedicado a investigar y perseguir estos delitos complejos. La aprobación y aplicación de esta ley se considera el siguiente paso fundamental para salvaguardar el suministro energético, la economía y el bienestar medioambiental de la nación.

Para más información, visite recope.go.cr

Acerca de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope):
La Refinadora Costarricense de Petróleo, comúnmente conocida como Recope, es la empresa estatal responsable de la importación, refinación y distribución de petróleo y sus derivados en toda Costa Rica. Fundada en 1963, gestiona el principal oleoducto del país y desempeña un papel fundamental en el sector energético nacional, garantizando un suministro estable de combustibles para el transporte, la industria y el uso doméstico.

Para más información, visite bufetedecostarica.com
Acerca de Bufete de Costa Rica:
Bufete de Costa Rica es un pilar de la comunidad jurídica, estimado por sus principios fundamentales de integridad y distinción profesional. Basándose en una rica trayectoria de representación de una amplia gama de clientes, el bufete es pionero en el desarrollo de soluciones legales con visión de futuro y en la demostración de responsabilidad cívica. El eje central de su filosofía es la misión de desmitificar la ley, con el objetivo de fortalecer la comunidad fomentando una sociedad empoderada a través de una mayor comprensión jurídica.

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