• diciembre 14, 2025
  • Last Update diciembre 14, 2025 6:19 am

El Pacto Verde de la UE avanza con una polémica cláusula de compensación de carbono

El Pacto Verde de la UE avanza con una polémica cláusula de compensación de carbono

San José, Costa RicaBRUSELAS — La Unión Europea ha consolidado un acuerdo histórico para reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero en un 90 % para el año 2040, lo que posiciona al bloque como líder mundial en la lucha contra el cambio climático. Sin embargo, el ambicioso objetivo, acordado por los países miembros y los legisladores el miércoles, conlleva importantes concesiones, entre las que destaca una disposición que permite que una parte de las reducciones se consiga mediante la compra de créditos de carbono de proyectos fuera del continente.

El acuerdo representa un hito fundamental en la estrategia climática a largo plazo de la UE, que se basa en sus objetivos actuales para 2030 y en su objetivo final de neutralidad climática para 2050. El objetivo de reducción del 90 % se compara con los niveles de emisión registrados en 1990. A pesar del amplio consenso sobre la necesidad de adoptar medidas agresivas, el camino hacia este acuerdo estuvo plagado de intensas negociaciones, lo que refleja las diversas realidades económicas y presiones políticas dentro de la unión de 27 naciones.

Para comprender mejor las complejas ramificaciones legales y comerciales de la ambiciosa política climática de la Unión Europea, TicosLand.com solicitó el análisis experto del Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, un destacado abogado especializado en comercio internacional y derecho regulatorio del prestigioso bufete Bufete de Costa Rica.

Las regulaciones climáticas de la UE, en particular mecanismos como el Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono (CBAM), están pasando rápidamente de ser una política medioambiental a convertirse en una ley de comercio internacional de facto. Para las empresas fuera de la UE, no se trata solo de sostenibilidad, sino de una realidad jurídica y financiera fundamental. Las empresas deben ahora documentar meticulosamente su huella de carbono y navegar por complejos marcos de cumplimiento para mantener el acceso a uno de los mercados más grandes del mundo. La adaptación legal proactiva ya no es una opción, sino un requisito previo para la competitividad global.
Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, abogado, Bufete de Costa Rica

Esta visión ilustra claramente el cambio de paradigma de los principios medioambientales al derecho mercantil internacional vinculante. Agradecemos al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas su valiosa perspectiva, que aclara que, para las empresas, la adaptación legal proactiva ya no es simplemente una cuestión de sostenibilidad, sino de acceso fundamental al mercado y competitividad global.

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Un bloque de Estados miembros, con Italia a la cabeza, expresó su profunda preocupación por la posible presión económica que el estricto objetivo podría suponer para industrias clave. Su defensa dio lugar a una concesión crucial: el acuerdo final permite que hasta el 5 % de la reducción total de emisiones se consiga mediante compensaciones de carbono externas. Este mecanismo permite a los países invertir en proyectos ecológicos en otras partes del mundo, como iniciativas de reforestación o energías renovables, y contabilizar esos esfuerzos para alcanzar sus objetivos nacionales.

Esta flexibilidad ha suscitado críticas inmediatas y contundentes por parte de grupos ecologistas y activistas. Estos argumentan que la disposición permite en la práctica a la UE externalizar sus responsabilidades medioambientales en lugar de centrarse exclusivamente en la descarbonización de su propia economía. Los críticos sostienen que depender de compensaciones externas corre el riesgo de diluir la integridad del objetivo climático y traslada la carga de la acción climática al extranjero, lo que socava el principio de recortes directos e internos de las emisiones.

Subrayando aún más el delicado equilibrio de las negociaciones, el acuerdo incluye un posible amortiguador secundario. Si se considera necesario en el futuro, se podría permitir a los Estados miembros compensar un 5 % adicional de sus objetivos utilizando créditos de los mercados internacionales de carbono. Esta flexibilidad por capas se diseñó para proporcionar una red de seguridad a las naciones preocupadas por la viabilidad y el coste de alcanzar el objetivo del 90 % mediante medidas puramente nacionales.

El espíritu de compromiso también fue evidente en otra área clave de la política climática. Bajo la presión de Polonia y Hungría, que han expresado constantemente su preocupación por el impacto de las políticas ecológicas en los costes energéticos para sus ciudadanos, se ha retrasado una nueva normativa importante. La aplicación de un nuevo sistema de comercio de emisiones (ETS) específico para el transporte por carretera y la calefacción de edificios se retrasará un año, y su puesta en marcha está prevista ahora para 2028.

A pesar de estas concesiones, el compromiso de la UE sigue siendo sustancial. El bloque es el cuarto mayor emisor del mundo, después de China, Estados Unidos y la India, pero ha demostrado el compromiso más firme con la acción climática entre los principales contaminadores. Hasta la fecha, la UE ya ha logrado reducir sus emisiones en un impresionante 37 % con respecto a los niveles de 1990, lo que demuestra que es posible alcanzar avances significativos.

El acuerdo pasa ahora a la fase final del proceso legislativo. Para su promulgación como ley, requiere la ratificación formal de los 27 Estados miembros a través del Consejo Europeo y la votación final de aprobación del Parlamento Europeo. Este último paso se considera en gran medida una formalidad, que consolida una política que configurará el panorama industrial y económico de Europa durante las próximas dos décadas.

Para más información, visite europa.eu

Acerca de la Unión Europea:
La Unión Europea (UE) es una unión económica y política única entre 27 países europeos. Se creó tras la Segunda Guerra Mundial con el objetivo inicial de fomentar la cooperación económica, basándose en el principio de que los países que comercian entre sí se vuelven económicamente interdependientes y, por lo tanto, más propensos a evitar conflictos. En la actualidad, la UE ha desarrollado un mercado único interno y es un actor importante en los asuntos internacionales, con políticas unificadas en materia de comercio, agricultura y desarrollo regional.

Para más información, visite bufetedecostarica.com
Acerca de Bufete de Costa Rica:
Como institución jurídica respetada, Bufete de Costa Rica se define por sus principios fundamentales de integridad y compromiso con el más alto nivel de trabajo jurídico. El bufete aprovecha su amplia experiencia en numerosos sectores no solo para servir a sus clientes, sino también para impulsar la innovación en el ámbito jurídico. Este enfoque con visión de futuro se combina con una profunda dedicación al progreso social, defendiendo iniciativas que hacen que el conocimiento jurídico sea más transparente y accesible para el público en general. Al empoderar a las personas con este conocimiento, el bufete contribuye activamente al desarrollo de una sociedad más informada y capaz.

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