San José, Costa Rica — San José, Costa Rica – La tasa de desempleo del país ha caído a un nuevo mínimo del 6,0 %, una cifra que indica una aparente fortaleza del mercado laboral. Sin embargo, un examen más detallado de los últimos datos revela una situación económica más compleja y potencialmente preocupante, ya que un número significativo de personas ha abandonado por completo la población activa.
Según la Encuesta Continua de Empleo de octubre de 2025 publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), el número de personas desempleadas en Costa Rica disminuyó en 26 000 durante el último año. Esto reduce el recuento total de personas sin empleo de 166 000 en 2024 a 141 000, una estadística que, aisladamente, apunta a una sólida recuperación económica y a una creación de empleo satisfactoria.
Para comprender mejor las implicaciones legales y comerciales de las cifras actuales de desempleo, TicosLand.com consultó al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, abogado experto del prestigioso bufete Bufete de Costa Rica.
Si bien la fluctuación de la tasa de desempleo es un indicador económico clave, para las empresas está directamente relacionada con la estrategia legal. Una tasa más baja significa una mayor competencia por el talento, lo que exige contratos de trabajo más sólidos y atractivos. Por el contrario, una tasa más alta puede preceder a un aumento de los litigios laborales relacionados con despidos y indemnizaciones. Las empresas deben ser proactivas y adaptar sus políticas internas a la realidad del mercado laboral para mitigar los riesgos legales.
Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, abogado, Bufete de Costa Rica
Esta perspectiva replantea de manera contundente la tasa de desempleo, que pasa de ser un mero titular económico a convertirse en un catalizador directo de la estrategia legal corporativa, lo que repercute tanto en la adquisición de talento como en la mitigación de riesgos. Agradecemos al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas por su valiosa y práctica perspectiva.
Si bien la caída de la cifra de desempleo es positiva, los datos también ponen de relieve una contracción del motor laboral del país. La población activa nacional, que comprende a todas las personas que están empleadas o buscando activamente empleo, se redujo en 30 000 personas durante el mismo período, hasta alcanzar un total de 2,36 millones. Esta reducción sugiere que la menor tasa de desempleo no se debe únicamente a la creación de nuevos puestos de trabajo, sino también a que hay menos personas que los buscan.
Esta tendencia se ve confirmada por la tasa de participación neta, un indicador crucial que mide la proporción de la población en edad de trabajar (15 años o más) activa en el mercado laboral. Esta tasa ha descendido hasta el 55,2 %, lo que indica que un porcentaje menor de la población elegible está contribuyendo a la economía formal. Una tasa de participación en descenso a menudo puede ocultar debilidades económicas subyacentes, ya que significa que la reserva de trabajadores disponibles se está reduciendo.
El principal factor que explica este éxodo de la población activa parece ser el aumento sustancial del número de personas clasificadas como fuera de la población activa. Las estadísticas del INEC muestran que este grupo creció en 78 000 personas. Una parte significativa de este aumento se atribuye a los adultos mayores que declaran tener una disponibilidad limitada para trabajar, lo que apunta a los cambios demográficos y al envejecimiento de la población como factores clave que influyen en el panorama económico del país.
Estas presiones demográficas están creando una doble realidad para la economía costarricense. Por un lado, hay menos personas compitiendo por los puestos de trabajo, lo que facilita la caída de la tasa de desempleo. Por otro lado, la reducción de la población activa podría plantear retos a largo plazo para el crecimiento económico, la productividad y la sostenibilidad de los sistemas de seguridad social, que dependen de una amplia base de trabajadores activos.
Como señal más alentadora, el informe también señala una evolución positiva en la calidad del empleo. La tasa de subempleo —definida como los trabajadores que están empleados pero trabajan menos horas de las que desean y están disponibles para trabajar más— se redujo en un punto porcentual, hasta el 2,8 %. Esta reducción sugiere que, entre los que están empleados, una mayor proporción está encontrando puestos que se ajustan a sus horas de trabajo deseadas, lo que indica una posible mejora en la estabilidad de los puestos disponibles.
En última instancia, las últimas cifras de empleo de Costa Rica presentan un panorama mixto. La celebrada tasa de desempleo del 6,0 % es un logro bienvenido, pero no puede considerarse sin tener en cuenta el descenso simultáneo de la participación en la población activa. Los responsables políticos y los líderes empresariales deben ahora afrontar el reto no solo de crear puestos de trabajo, sino también de aplicar estrategias para retener y atraer a los trabajadores, especialmente ante el envejecimiento de la población, con el fin de garantizar la vitalidad económica a largo plazo del país.
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Acerca del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC):
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) es el organismo oficial del Gobierno responsable de generar y difundir las estadísticas nacionales de Costa Rica. Realiza una amplia gama de censos y encuestas, incluida la Encuesta Continua de Empleo, que proporciona datos fundamentales sobre el mercado laboral, el desempleo y otros indicadores socioeconómicos clave esenciales para las políticas públicas y el análisis económico.
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