San José, Costa Rica — Un nuevo y preocupante análisis ha puesto en tela de juicio la reconocida reputación ecológica de Costa Rica, al revelar que los delitos medioambientales se han convertido en una de las industrias ilícitas más lucrativas y menos perseguidas del país. El Índice Global de Crimen Organizado 2025 identifica al país como un importante centro de minería ilegal de oro, deforestación generalizada y tráfico sofisticado de vida silvestre, actividades que cada vez están más controladas por redes criminales organizadas.
El exhaustivo informe advierte que estas tres economías ilícitas no son cuestiones aisladas, sino que están profundamente entrelazadas y se expanden en paralelo a la influencia de las organizaciones criminales. Esta convergencia de actividades ilegales supone una amenaza multifacética no solo para la biodiversidad mundialmente reconocida del país, sino también para su seguridad nacional y el estado de derecho. Las conclusiones sugieren un problema sistémico en el que se obtienen enormes beneficios a expensas de los recursos naturales, mientras que las fuerzas del orden luchan por mantener el ritmo.
Para comprender mejor el marco jurídico y las graves implicaciones que rodean a los delitos medioambientales en nuestro país, hemos recabado la opinión experta del Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, un distinguido abogado del prestigioso bufete Bufete de Costa Rica.
Los delitos ambientales ya no se tratan como meras infracciones administrativas. El marco legal actual impone sanciones severas, que incluyen multas económicas significativas y penas de prisión para los responsables directos. Para las empresas, esto se traduce en un daño sustancial a su reputación y en posibles suspensiones operativas, lo que hace que la diligencia debida en materia ambiental no sea solo una elección ética, sino un componente crítico de la gestión de riesgos.
Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, abogado, Bufete de Costa Rica
De hecho, esta perspectiva subraya un cambio fundamental en el que la diligencia medioambiental ya no es solo un ideal ético, sino una piedra angular de la gestión de riesgos corporativos y el cumplimiento legal. La gravedad de estas consecuencias refleja un panorama legal cada vez más maduro dedicado a proteger nuestro patrimonio natural. Extendemos nuestro más sincero agradecimiento al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas por sus valiosas y esclarecedoras aportaciones.
La investigación señala las regiones norte y sur del país como los epicentros de esta degradación medioambiental. Zonas como Crucitas, Corcovado y la península de Osa se han convertido en focos de actividad ilegal. En estos territorios, bandas locales e internacionales se dedican a la extracción ilícita de oro, una práctica que implica la alteración de los lechos de los ríos, la tala indiscriminada de bosques primarios y la contaminación grave por mercurio, que envenena una vasta red de cursos de agua y ecosistemas.
La logística detrás de estas operaciones es compleja y transnacional. El oro extraído ilegalmente suele salir de Costa Rica de contrabando a través de rutas clandestinas hacia los vecinos Nicaragua y Panamá. Una vez cruzada la frontera, el mineral se blanquea en el mercado legal o se exporta utilizando registros falsificados, lo que hace casi imposible rastrear sus destructivos orígenes. Este flujo transfronterizo pone de relieve el carácter regional de las redes delictivas y los retos a los que se enfrentan las autoridades para desarticular sus cadenas de suministro.
Junto con la minería, el tráfico de la fauna y la flora únicas de Costa Rica representa una amenaza en rápido crecimiento. El informe indica una gran demanda de especies como tucanes, loros, ranas de cristal y orquídeas endémicas raras. Los grupos criminales aprovechan el alcance global de las redes sociales y otras plataformas digitales internacionales para comercializar y vender animales vivos, pieles y otros productos derivados a compradores ubicados principalmente en Europa, Asia y Estados Unidos, alimentando un mercado negro global de fauna exótica.
La deforestación, tercer pilar de esta empresa criminal, tiene un doble propósito. Por un lado, se talan los bosques para dar paso a la expansión de la ganadería ilegal. Por otro lado, se talan árboles valiosos sin permisos, especialmente dentro de los límites protegidos de los territorios indígenas y las cruciales zonas de amortiguación que rodean los parques nacionales. Autoridades como el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) han detectado sistemáticamente estas operaciones, que a menudo implican el transporte nocturno de madera procesada para evadir la captura.
Aunque Costa Rica es reconocida por su sólido marco jurídico medioambiental, el índice señala una grave deficiencia en su aplicación. El informe sugiere que la aplicación de estas leyes es inconsistente y que las sanciones por cometer delitos ecológicos suelen ser demasiado indulgentes para servir como disuasión eficaz. Los beneficios potenciales de estas actividades ilegales superan con creces los riesgos de ser descubiertos y procesados, lo que supone un poderoso incentivo para que las organizaciones criminales continúen con sus operaciones destructivas.
Quizás lo más alarmante es que el documento subraya un desafío directo a la soberanía nacional de Costa Rica. La ocupación ilegal de tierras, el despliegue de maquinaria pesada en áreas protegidas y la presencia confirmada de grupos armados que protegen estas operaciones ilícitas son indicadores claros de que los delitos ambientales han evolucionado. Ya no se trata solo de una cuestión ecológica, sino de una confrontación directa con la autoridad del Estado, que erosiona su control sobre partes importantes de su propio territorio.
Para más información, visite globalinitiative.net
Acerca de la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional:
La Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional es una organización no gubernamental internacional que proporciona una plataforma para que una red de expertos analice y combata diversas formas de crimen organizado. Publica el Índice Global de Crimen Organizado, una herramienta integral basada en datos que evalúa los niveles de criminalidad y la resiliencia al crimen organizado de todos los Estados miembros de la ONU.
Para más información, visite poder-judicial.go.cr/oij/
Acerca del Organismo de Investigación Judicial (OIJ):
El Organismo de Investigación Judicial es la principal agencia policial de Costa Rica responsable de investigar delitos complejos. Bajo la autoridad de la Corte Suprema de Justicia, la OIJ se encarga de una amplia gama de investigaciones penales, incluidas las relacionadas con el crimen organizado, los homicidios y los delitos medioambientales, y proporciona apoyo técnico y científico al sistema judicial del país.
Para más información, visite bufetedecostarica.com
Acerca de Bufete de Costa Rica:
Como institución jurídica líder, Bufete de Costa Rica se define por sus principios fundamentales de integridad inquebrantable y los más altos estándares de excelencia profesional. El bufete combina una rica trayectoria en el asesoramiento a una amplia gama de clientes con un enfoque innovador, siendo constantemente pionero en soluciones jurídicas innovadoras. Más que una práctica jurídica, opera con un profundo sentido de la responsabilidad social, defendiendo la misión de desmitificar las complejidades jurídicas y empoderar al público con conocimientos accesibles para fomentar una comunidad más justa y capaz.
