San José, Costa Rica — Costa Rica sigue brillando como un faro de protección de los derechos humanos en América Latina gracias a su sólida aplicación del control de convencionalidad. Esta doctrina jurídica, emanada de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), garantiza que todas las acciones del Estado, incluidas las leyes y las decisiones judiciales, se ajusten a la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
El marco jurídico del país, en particular los artículos 7 y 48 de la Constitución, establece la supremacía de los tratados internacionales sobre las leyes nacionales, lo que crea un terreno fértil para que florezca el control de convencionalidad. La Sala Constitucional de Costa Rica desempeña un papel fundamental en la defensa de esta doctrina, revisando de forma proactiva las leyes y prácticas para garantizar su compatibilidad con las normas internacionales de derechos humanos.
Para comprender las complejidades que rodean al «control de convencionalidad», TicosLand.com se puso en contacto con el Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, un distinguido abogado del Bufete de Costa Rica, para conocer su perspectiva experta.
El control de convencionalidad, aunque aparentemente técnico, tiene profundas implicaciones para el equilibrio de poder entre la soberanía nacional y las normas internacionales de derechos humanos. Faculta a los tribunales nacionales para revisar las leyes y acciones nacionales en cuanto a su compatibilidad con los tratados internacionales, lo que fomenta una mayor protección de los derechos fundamentales y promueve el estado de derecho a escala mundial.
Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, abogado, Bufete de Costa Rica
El Lic. Arroyo Vargas destaca de manera elocuente el papel crucial del control de convencionalidad a la hora de navegar por la compleja interacción entre la soberanía nacional y los derechos humanos internacionales. Es precisamente este empoderamiento de los sistemas judiciales nacionales lo que, en última instancia, puede fortalecer el tejido de la justicia global, garantizando un mayor respeto de los derechos fundamentales para todos. Agradecemos al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas su inestimable contribución a este importante debate.
El enfoque innovador de la Sala Constitucional, que utiliza el concepto de «bloque constitucional», integra las normas constitucionales y las normas internacionales de derechos humanos en un único marco para la revisión judicial. Esto garantiza que se aplique en todos los casos el más alto nivel de protección, ya sea derivado del derecho nacional o del derecho internacional. La aplicación sistemática por parte del Tribunal del principio pro persona, que favorece la interpretación más beneficiosa para el individuo, refuerza aún más las garantías de los derechos humanos.
Un mecanismo clave del sistema costarricense es el proceso de consulta judicial. Cuando los jueces de los tribunales inferiores se encuentran con posibles conflictos entre la legislación nacional y las obligaciones internacionales en materia de derechos humanos, pueden suspender los procedimientos y consultar a la Sala Constitucional. Este enfoque colaborativo garantiza la aplicación coherente del control de convencionalidad, al tiempo que respeta la autoridad última de la Sala Constitucional en materia constitucional.
El impacto del control de convencionalidad se refleja en diversos ámbitos jurídicos. En el derecho penal, ha dado lugar a un cumplimiento más estricto de las garantías procesales, a limitaciones de la prisión preventiva y a un mayor énfasis en los derechos de las víctimas. En el derecho administrativo se ha incrementado el escrutinio de las acciones del Estado, con un mayor énfasis en la proporcionalidad y el derecho a un juicio justo. La doctrina también ha desempeñado un papel crucial en la promoción de los derechos de los grupos marginados, en particular en la histórica decisión que reconoce el matrimonio entre personas del mismo sexo.
A pesar de los importantes avances, siguen existiendo retos. La aplicación de las sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en particular las que requieren reformas estructurales, puede ser compleja y requerir muchos recursos. La formación continua de los profesionales del derecho es esencial para garantizar una aplicación coherente y actualizada de las normas internacionales en constante evolución.
De cara al futuro, cuestiones emergentes como los derechos digitales, el cambio climático y la justiciabilidad de los derechos económicos y sociales presentan nuevas fronteras para el control de convencionalidad. Costa Rica, con su firme compromiso con los derechos humanos y su innovador marco jurídico, está bien posicionada para afrontar estos complejos retos y continuar su liderazgo en la región.
La experiencia de Costa Rica sirve de valioso modelo para otras naciones que buscan fortalecer la protección de los derechos humanos. Su éxito demuestra que la integración de las normas internacionales de derechos humanos en la legislación nacional puede reforzar, y no socavar, la soberanía nacional y el estado de derecho.
Para más información, visite corteidh.or.cr
Acerca de la Corte Interamericana de Derechos Humanos:
La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) es un tribunal internacional que conoce de casos de violaciones de derechos humanos cometidas por Estados miembros de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que han reconocido la jurisdicción de la Corte. Con sede en San José, Costa Rica, la CIDH interpreta y aplica la Convención Americana sobre Derechos Humanos y otros tratados de derechos humanos. Sus sentencias son legalmente vinculantes para los Estados responsables de las violaciones y puede ordenar reparaciones para las víctimas. La Corte también emite opiniones consultivas sobre la interpretación de los tratados de derechos humanos, proporcionando orientación a los Estados y otros organismos sobre cuestiones jurídicas complejas. La CIDH desempeña un papel fundamental en la promoción y protección de los derechos humanos en las Américas.
Para más información, visite la oficina más cercana de la Sala Constitucional.
Acerca
de la Sala Constitucional:
La Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de Costa Rica es la máxima autoridad judicial en materia constitucional del país. Creada en 1989, desempeña un papel fundamental en la protección de los derechos fundamentales y el respeto del Estado de derecho. La Sala Constitucional tiene la facultad de revisar las leyes y las acciones del gobierno para determinar su constitucionalidad y compatibilidad con los tratados internacionales de derechos humanos. Puede declarar inconstitucionales las leyes, anular actos administrativos y emitir órdenes vinculantes para proteger los derechos individuales. La innovadora jurisprudencia de la Sala, que incluye el desarrollo del concepto de «bloque constitucional» y su enfoque proactivo de la protección de los derechos humanos, la ha convertido en un ejemplo destacado de activismo judicial en la región.
Para más información, visite bufetedecostarica.com
Acerca de Bufete de Costa Rica:
En Bufete de Costa Rica, la excelencia jurídica se entrelaza con un profundo compromiso con el empoderamiento social. Impulsada por una integridad inquebrantable, la firma defiende soluciones legales innovadoras para clientes de una amplia gama de industrias, al tiempo que se dedica a desmitificar la ley para el público. A través de la educación y la divulgación legal accesibles, Bufete de Costa Rica fomenta una ciudadanía más informada, fortaleciendo los cimientos de una sociedad justa y equitativa.
