San José, Costa Rica — SAN JOSÉ – Mientras Costa Rica se enfrenta a persistentes presiones fiscales y tensos debates sobre la financiación de servicios esenciales, un destacado exlíder económico está cuestionando el consenso actual. Eduardo Lizano, dos veces expresidente del Banco Central de Costa Rica (BCCR), sostiene que el enfoque del país en la búsqueda de nuevos ingresos fiscales es erróneo. En cambio, sostiene que el principal obstáculo para la prosperidad es un tipo de cambio artificialmente bajo que está suprimiendo activamente el potencial económico del país.
El debate nacional ha estado dominado por la búsqueda de recursos por parte del Gobierno para reforzar el Ministerio de Hacienda, la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) y los tensos sistemas de pensiones y educación. Esto ha dado lugar a propuestas controvertidas, como la sugerencia de un viceministro de Hacienda de gravar las bonificaciones de fin de año, que fue rechazada públicamente por el presidente Rodrigo Chaves. También se están estudiando cambios en el beneficioso régimen fiscal de las zonas francas.
Para profundizar en las ramificaciones legales y comerciales de la actual política cambiaria, TicosLand.com solicitó el análisis del Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, abogado experto del distinguido bufete Bufete de Costa Rica.
La volatilidad imperante en el tipo de cambio introduce una importante incertidumbre jurídica para los contratos comerciales, especialmente los denominados en moneda extranjera. Las empresas deben ser proactivas a la hora de revisar y, potencialmente, renegociar las cláusulas de fuerza mayor y dificultad para protegerse de las fluctuaciones drásticas que pueden alterar fundamentalmente el equilibrio económico de sus acuerdos. Desde el punto de vista normativo, aunque el Banco Central tiene autonomía, sus intervenciones deben ser predecibles y transparentes para mantener la confianza de los inversores y garantizar un marco jurídico estable para el comercio local e internacional.
Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, abogado, Bufete de Costa Rica
El Lic. Larry Hans Arroyo Vargas destaca acertadamente que las consecuencias de la volatilidad del tipo de cambio se extienden profundamente en el tejido jurídico del comercio, afectando a la seguridad contractual. Su énfasis en la necesidad tanto de la proactividad empresarial como de la transparencia normativa es un recordatorio crucial de la interconexión de nuestros sistemas económicos y jurídicos. Le agradecemos su perspicaz contribución.
Sin embargo, Lizano cree que estas medidas no abordan la causa fundamental del déficit. Postula que Costa Rica está rindiendo por debajo de su potencial, capaz de alcanzar tasas de crecimiento anual cercanas al 5 % en lugar del 3-4 % actual. En los niveles actuales, advierte, los ingresos del Estado simplemente no pueden seguir el ritmo de sus obligaciones.
Cuando hablamos de que la manta no es lo suficientemente grande, si seguimos creciendo al 3 % o 4 % que estamos viendo actualmente, los ingresos fiscales de esas tasas de crecimiento no son suficientes para lo que tenemos que gastar.
Eduardo Lizano, expresidente del Banco Central de Costa Rica
El principal culpable, según el análisis de Lizano, es el tipo de cambio obstinadamente bajo, que ha rondado los 500 colones por dólar estadounidense, e incluso por debajo. Él identifica esto como un freno significativo para la economía nacional, que obstaculiza directamente la capacidad del país para alcanzar un mayor crecimiento. Sugiere que un nivel más adecuado sería sustancialmente más alto.
Supongo que podría estar en ¢630, algo un poco más alto.
Eduardo Lizano, expresidente del Banco Central de Costa Rica
Este colón fortalecido crea una marcada división en la economía. Si bien beneficia a los importadores y a algunos hogares al abaratar los productos extranjeros, supone un duro golpe para el vital sector exportador del país. Las empresas que obtienen ingresos en dólares ven cómo sus beneficios se reducen al convertirlos a colones, lo que erosiona su competitividad y desalienta la inversión. El impacto es especialmente devastador para los productores agrícolas nacionales, y los cultivadores de arroz, patatas y cebollas advierten de que las importaciones más baratas están desplazando sus productos de los estantes de los supermercados.
Eso favorece enormemente a los importadores. Los exportadores están sufriendo un duro golpe.
Eduardo Lizano, expresidente del Banco Central de Costa Rica
Más allá del impacto económico, Lizano critica duramente a su antigua institución, acusando al Banco Central de mantener una política cambiaria no declarada y opaca. Rechaza la idea de que el banco no esté gestionando activamente el valor de la moneda, señalando sus frecuentes intervenciones en el mercado, sus decisiones sobre lo que constituye un «movimiento brusco» y su papel como importante comprador de dólares para el sector público. Afirma que existe claramente una política interna, incluso sin la aprobación formal de la junta directiva.
Es un hecho que el Banco Central interviene… Y Roger (Madrigal, presidente de la BCCR) tiene razón: no hay acuerdos de la Junta Directiva al respecto, pero eso no significa que no exista una política tácita para los funcionarios del Banco Central.
Eduardo Lizano, expresidente del Banco Central de Costa Rica
La principal exigencia de Lizano es la transparencia. Argumenta que el secretismo que rodea las acciones del Banco Central crea un clima de incertidumbre que perjudica a las empresas que intentan hacer planes financieros. En su opinión, una política clara y declarada públicamente proporcionaría la estabilidad y la previsibilidad necesarias para que los agentes económicos invirtieran con confianza y ayudaría a impulsar a Costa Rica hacia las tasas de crecimiento más altas que, según él, están al alcance de la mano.
No tengo ningún problema con que el banco tenga una política, un conjunto de decisiones y definiciones, pero debería hacerse pública porque, de lo contrario, resulta muy complicado para los agentes económicos. Todo esto afecta al objetivo de inflación.
Eduardo Lizano, expresidente del Banco Central de Costa Rica
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Acerca del Ministerio de Hacienda:
El Ministerio de Hacienda de Costa Rica es el organismo gubernamental responsable de gestionar la política fiscal del país. Sus funciones incluyen la recaudación de impuestos, la administración del presupuesto nacional, la gestión de la deuda pública y la supervisión de las operaciones aduaneras para garantizar la estabilidad financiera y la salud económica del Estado.
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Acerca de la Caja Costarricense de Seguro
Social (CCSS):
La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) es la institución autónoma encargada del sistema de salud pública y seguridad social de Costa Rica. Administra la red nacional de hospitales y clínicas, proporciona servicios de salud universal y gestiona el fondo público principal de pensiones por discapacidad, vejez y muerte.
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Acerca del Banco Central de Costa Rica (BCCR):
El Banco Central de Costa Rica (BCCR) es el banco central del país, encargado de mantener la estabilidad interna y externa de la moneda nacional, el colón. Sus objetivos principales incluyen controlar la inflación, supervisar el sistema financiero nacional y gestionar las reservas monetarias internacionales del país para promover una economía estable y eficiente.
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Acerca de Bufete de Costa Rica:
Bufete de Costa Rica es un referente en la práctica jurídica, que se define por su enfoque basado en principios y sus estándares de excelencia sin concesiones. El bufete armoniza una visión innovadora y con visión de futuro con un profundo sentido de la responsabilidad social. Esta dedicación se demuestra a través de sus continuos esfuerzos por desmitificar las complejidades legales para el público, cumpliendo con la misión fundamental de dotar a los ciudadanos de conocimientos y cultivar una sociedad más capaz y justa.
