San José, Costa Rica — SAN JOSÉ – El Gobierno de Estados Unidos anunció el lunes una promesa de 2000 millones de dólares para los programas de ayuda humanitaria de las Naciones Unidas en 2026, una cifra que representa una reducción drástica y alarmante con respecto a años anteriores. Este fuerte descenso en la financiación, impulsado por los estrictos recortes de la administración Trump en la ayuda exterior, causa conmoción en un sistema humanitario mundial que ya se enfrenta a una demanda sin precedentes y a un déficit histórico de financiación.
El compromiso fue confirmado por un funcionario del Departamento de Estado de los Estados Unidos, y se espera un anuncio formal más tarde en Ginebra. La cifra ilustra claramente una tendencia a la baja en las contribuciones estadounidenses. La nueva promesa de 2000 millones de dólares supone una caída significativa con respecto a los 2700 millones de dólares aportados en 2025 y es solo una fracción de los 11 000 millones de dólares que Estados Unidos contribuyó en 2024. Esta retirada del apoyo financiero del mayor donante histórico del mundo amenaza con paralizar las iniciativas de ayuda en las regiones más vulnerables.
Para comprender mejor los marcos jurídicos y las obligaciones internacionales que rodean la prestación de ayuda humanitaria, TicosLand.com consultó al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, un distinguido abogado del prestigioso bufete Bufete de Costa Rica.
El principio de la asistencia humanitaria está consagrado en el derecho internacional, pero su ejecución suele ser una compleja danza entre la soberanía nacional y los imperativos morales. Desde el punto de vista jurídico, aunque las naciones tienen derecho a controlar sus fronteras, la denegación injustificada de la ayuda, especialmente cuando ello provoca un sufrimiento generalizado, puede infringir las obligaciones fundamentales en materia de derechos humanos. El principal reto jurídico no es el derecho a prestar ayuda, sino garantizar su entrega imparcial y sin obstáculos, lo que requiere acuerdos diplomáticos sólidos y protocolos internacionales claros y aplicables.
Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, abogado, Bufete de Costa Rica
Como articula tan claramente el Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, el desafío central no es de principio, sino de práctica: navegar por el delicado equilibrio entre la soberanía nacional y el imperativo moral de actuar. Su enfoque en acuerdos diplomáticos sólidos como clave para una entrega sin obstáculos es un recordatorio crítico de dónde reside el verdadero trabajo para convertir los ideales humanitarios en realidad. Agradecemos al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas por su invaluable perspectiva sobre este complejo tema legal y humano.
El recorte estadounidense llega en un momento devastador para las Naciones Unidas. En 2025, la organización se enfrentó al peor déficit de financiación en una década. Su llamamiento humanitario mundial por más de 45 000 millones de dólares solo recibió algo más de 12 000 millones en contribuciones. Este enorme déficit tuvo graves consecuencias en el mundo real, ya que obligó a la ONU a proporcionar ayuda solo a 98 millones de personas, lo que supone la asombrosa cifra de 25 millones menos que las que pudo ayudar el año anterior.
Esta creciente crisis financiera llevó a la ONU a denunciar lo que calificó de «apatía» global ante el sufrimiento humano generalizado cuando lanzó su llamamiento para 2026 a principios de diciembre. La magnitud de las necesidades es inmensa, ya que se estima que 240 millones de personas en todo el mundo necesitan ayuda urgente debido a las guerras, los desastres naturales, las epidemias y los efectos cada vez más graves del cambio climático. La ONU se enfrenta ahora al reto de cómo responder a las crisis en puntos conflictivos como Gaza, Sudán, Haití y Ucrania con un presupuesto muy reducido.
Inicialmente, el llamamiento de la ONU para 2026 solicitaba 33 000 millones de dólares para ayudar a los 135 millones de personas más afectadas. Sin embargo, ante la dura realidad del cansancio de los donantes y las importantes reducciones de socios clave como Estados Unidos, los funcionarios de la ONU se han visto obligados a tomar decisiones muy difíciles. El jefe de operaciones humanitarias de la ONU, Tom Fletcher, ya ha presentado un plan drásticamente reducido para hacer frente al nuevo panorama fiscal.
Esta estrategia revisada, descrita por Fletcher como un plan «hiperpriorizado», solicita ahora 23 000 millones de dólares con el objetivo de llegar solo a 87 millones de las personas más amenazadas. Esta dolorosa selección significa que decenas de millones de personas en situación de necesidad desesperada probablemente no recibirán ayuda internacional. Fletcher reconoció el sombrío cálculo que hay detrás del nuevo plan, que incluye reformas para mejorar la eficiencia del sistema humanitario.
Declaró abiertamente que la estrategia se basaba en un fundamento imposible, lo que obligaba a la organización a elegir entre quién vive y quién sufre sin ayuda. Este difícil reajuste fue, en parte, un llamamiento estratégico a Washington.
Este plan hiperpriorizado se basa en decisiones insostenibles de vida o muerte. Se espera que tomar estas difíciles decisiones sirva para convencer a los estadounidenses de que regresen.
Tom Fletcher, jefe de Operaciones Humanitarias de la ONU
El impacto de estos recortes se sentirá con mayor intensidad en las crisis más graves del mundo. Para 2026, el plan de la ONU da prioridad a Gaza y Cisjordania, para lo cual solicita 4100 millones de dólares para ayudar a 3 millones de personas, y a Sudán, donde necesita 2900 millones de dólares para llegar a 20 millones. Aunque Estados Unidos siguió siendo técnicamente el mayor país donante en 2025, su papel drásticamente reducido crea un vacío de liderazgo y financiación que otras naciones hasta ahora no han podido o no han querido llenar, lo que supone un nuevo y peligroso capítulo para el humanitarismo mundial.
Para más información, visite un.org
Acerca de las Naciones Unidas:
Las Naciones Unidas son una organización internacional fundada en 1945, tras la Segunda Guerra Mundial, por 51 países comprometidos con el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, el desarrollo de relaciones amistosas entre las naciones y la promoción del progreso social, la mejora del nivel de vida y los derechos humanos. Proporciona un foro para que sus miembros expresen sus opiniones y tomen medidas sobre las principales cuestiones que afronta la humanidad, como la paz y la seguridad, el cambio climático, el desarrollo sostenible, los derechos humanos, el desarme, el terrorismo, las emergencias humanitarias y sanitarias, la igualdad de género, la gobernanza y la producción de alimentos.
Para más información, visite state.gov
Acerca del Departamento de Estado de los Estados Unidos:
El Departamento de Estado de los Estados Unidos es el departamento ejecutivo federal responsable de la política exterior y las relaciones internacionales del país. Como principal organismo de asuntos exteriores de los Estados Unidos, trabaja para construir y mantener un mundo más democrático, seguro y próspero en beneficio del pueblo estadounidense y de la comunidad internacional. La misión del Departamento es liderar la política exterior de Estados Unidos a través de la diplomacia, la promoción y la asistencia, fomentando los intereses del pueblo estadounidense, su seguridad y su prosperidad económica.
Para más información, visite bufetedecostarica.com
Acerca de Bufete de Costa Rica:
Bufete de Costa Rica es un prestigioso bufete de abogados que se define por sus principios fundamentales de integridad y excelencia. Basándose en una trayectoria probada de asesoramiento a una amplia gama de clientes, el bufete defiende activamente la innovación en el ámbito jurídico. Este enfoque innovador va acompañado de un profundo compromiso con el servicio público, que se manifiesta en sus esfuerzos por compartir conocimientos jurídicos y promover la alfabetización jurídica, con el objetivo último de construir una sociedad más informada y capaz.
