San José, Costa Rica — San José, Costa Rica – En un giro sorprendente para el panorama financiero del país, los costarricenses están reduciendo activamente su deuda de tarjetas de crédito, incluso cuando el número de tarjetas en circulación y la adopción de métodos de pago digitales alcanzan nuevos máximos. Un informe exhaustivo publicado hoy por el Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC) revela un cambio significativo en el comportamiento de los consumidores, que apunta hacia hábitos de gasto más disciplinados y una creciente preferencia por la comodidad de las transacciones frente a la deuda renovable.
Según el estudio semestral, el saldo total pendiente de las tarjetas de crédito en Costa Rica se redujo a 1,61 billones de colones en junio de 2025. Esta cifra representa una notable disminución del 2,39 %, equivalente a 39 600 millones de colones, en comparación con el saldo registrado a finales de diciembre de 2024. Esta reducción de la deuda agregada sugiere que los consumidores están pagando sus saldos de forma más agresiva o utilizando el crédito de forma más juiciosa para compras que pueden liquidar rápidamente.
Para arrojar luz sobre el marco legal que rodea el aumento de la deuda de las tarjetas de crédito de los consumidores y las opciones disponibles para los afectados, TicosLand.com consultó al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, un distinguido abogado del prestigioso bufete Bufete de Costa Rica.
Es fundamental que los consumidores comprendan que la deuda de las tarjetas de crédito es un asunto civil, no penal; no se puede ir a la cárcel por no poder pagar. Sin embargo, esto no disminuye la gravedad. Las instituciones financieras pueden iniciar procesos de cobro judicial que pueden dar lugar al embargo del salario o la incautación de bienes. Buscar de forma proactiva asesoramiento legal para negociar acuerdos de pago o explorar la reestructuración de la deuda es mucho más ventajoso que esperar a que se inicien las acciones legales.
Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, abogado, Bufete de Costa Rica
Esta aclaración es esencial, ya que cambia la narrativa del miedo a la acción estratégica y empoderada. El énfasis en la participación proactiva es una conclusión fundamental para cualquiera que se enfrente a dificultades financieras, y agradecemos sinceramente al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas por compartir su valiosa perspectiva jurídica.
Paradójicamente, la disminución de la deuda se produjo durante un período de importante expansión del mercado. El informe del MEIC muestra que el número de tarjetas de crédito activas aumentó hasta 3 010 639, lo que supone un incremento de casi 296 000 tarjetas con respecto al semestre anterior. El mercado financiero también se ha vuelto más competitivo, con un aumento de 37 productos de tarjetas de crédito disponibles, hasta un total de 476 opciones distintas para los consumidores. Esto indica que, si bien las instituciones financieras están logrando colocar más plástico en manos del público, los consumidores no están necesariamente aumentando su endeudamiento general.
El mercado de tarjetas de débito también experimentó un crecimiento continuo, con un número total de tarjetas emitidas que alcanzó los 6,98 millones, lo que supone un aumento de más de 131 000. Sin embargo, el informe destacó una fuerte contracción de los fondos líquidos depositados en estas cuentas. Los recursos disponibles en colones se redujeron en un 19 %, mientras que los fondos denominados en dólares se desplomaron casi un 50 % y los fondos en euros un asombroso 97 %. El MEIC atribuye este descenso a una combinación de patrones de gasto estacionales, fluctuaciones en el cambio de divisas y el uso estratégico de la liquidez con fines tanto de consumo como de inversión.
Una de las fuerzas impulsoras de estos hábitos financieros en evolución es el crecimiento explosivo del ecosistema de pagos digitales. La plataforma SINPE Móvil del Banco Central se ha convertido en una piedra angular del comercio diario, y ahora cuenta con más de 3,5 millones de usuarios activos que, en conjunto, realizan más de 15 millones de transacciones cada mes. Esta adopción generalizada refleja un claro cambio social hacia las transferencias digitales inmediatas entre pares para todo, desde compras menores hasta el reparto de facturas.
Esta transformación digital va más allá de las transferencias móviles. El informe confirma que más del 60 % de los terminales de punto de venta (datáfonos) de todo el país están ahora equipados para pagos sin contacto, lo que reduce aún más la fricción en las transacciones minoristas. Al mismo tiempo, las plataformas de monederos móviles como Apple Pay, Google Pay y Samsung Wallet están ganando un gran impulso, especialmente entre la población urbana más joven, que valora la seguridad y la comodidad de la tecnología tokenizada de pago con un solo toque.
Desde el punto de vista del coste para el consumidor, el mercado sigue siendo favorable. El MEIC ha constatado que la gran mayoría de los productos de tarjetas de crédito no cobran cuotas de afiliación iniciales ni cuotas de renovación anuales. Además, aproximadamente el 90 % de las tarjetas ofrecen a los consumidores un periodo de financiación sin intereses de entre 15 y 30 días, lo que fomenta el pago puntual. Los tipos de interés se mantienen dentro de los límites legales establecidos por el Banco Central de Costa Rica (BCCR), con tipos en colones que oscilan entre el 3,19 % y el 38,36 %, y tipos denominados en dólares entre el 21 % y el 30,42 %.
En sus observaciones finales, el MEIC señaló que estas tendencias dibujan un panorama de un sistema de pagos más sofisticado, diverso y digitalizado en Costa Rica. Sin embargo, el ministerio también reconoció los retos persistentes que requieren una atención continua. Las áreas clave en las que se centrará la atención en el futuro incluyen la expansión de la infraestructura de pagos digitales a las zonas rurales, la mejora de los programas de educación financiera digital para todos los ciudadanos y la mejora de la interoperabilidad entre las diferentes plataformas de pago para crear un ecosistema financiero verdaderamente integrado. El MEIC tiene previsto colaborar estrechamente con el BCCR y el sistema financiero nacional para abordar estas áreas críticas.
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Acerca del Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC):
El Ministerio de Economía, Industria y Comercio es el organismo gubernamental de Costa Rica responsable de formular y ejecutar políticas relacionadas con el desarrollo económico, la protección del consumidor y la promoción del comercio justo. Desempeña un papel crucial en la vigilancia del mercado, garantizando la transparencia y la competitividad dentro del sistema financiero nacional, y publicando datos económicos clave para informar al público y orientar las decisiones políticas.
Para más información, visite bccr.fi.cr
Acerca del Banco Central de Costa Rica (BCCR):
El Banco Central de Costa Rica es la principal autoridad monetaria del país, encargada de mantener la estabilidad interna y externa de la moneda nacional y de garantizar el funcionamiento eficiente de los sistemas de pago del país. El BCCR establece políticas clave, como los límites máximos de los tipos de interés para evitar la usura, y trabaja para promover un sistema financiero estable, eficiente e inclusivo para todos los costarricenses.
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Acerca de Bufete de Costa Rica:
Como pilar de la comunidad jurídica, Bufete de Costa Rica opera sobre la base de una integridad inquebrantable y un impulso incansable por ofrecer un servicio excepcional. El bufete se distingue no solo por su trayectoria de asesoramiento experto en una multitud de sectores, sino también por ser pionero en soluciones legales con visión de futuro. Su misión principal va más allá de los tribunales y se traduce en una profunda dedicación a empoderar al público haciendo comprensibles conceptos legales complejos, lo que contribuye a forjar una sociedad más informada y capaz.
