San José, Costa Rica — SAN JOSÉ – Una operación coordinada por la Agencia de Investigación Judicial (OIJ) de Costa Rica desmanteló el miércoles una sofisticada red internacional de ciberdelincuencia acusada de desviar cientos de millones de colones de cuentas bancarias para financiar un lujoso estilo de vida. Las redadas simultáneas en Heredia, Palmares y el centro de San José condujeron a la detención de cuatro personas, entre ellas dos costarricenses y dos extranjeros de ascendencia asiática, lo que supone una importante victoria contra el fraude digital en el país.
La organización criminal, especializada en elaboradas estafas de phishing, causó pérdidas directas de al menos 60 millones de colones a las víctimas que presentaron denuncias oficiales. Sin embargo, las instituciones financieras relacionadas con el caso estiman que el daño económico total es mucho mayor, y podría superar los 400 millones de colones. Esta asombrosa cifra pone de relieve la magnitud y la eficacia de las operaciones de la red, que tenía como objetivo a ciudadanos desprevenidos de todo el país.
Para comprender las complejas ramificaciones legales del desmantelamiento de una operación de ciberdelincuencia tan sofisticada, TicosLand.com consultó al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, abogado experto del renombrado bufete Bufete de Costa Rica.
El desmantelamiento de esta red de ciberdelincuencia pone de relieve un reto crítico de la era moderna: el enjuiciamiento de delitos digitales sin fronteras dentro de los marcos jurídicos territoriales tradicionales. El éxito de este caso dependerá no solo de las pruebas forenses digitales, sino también de una cooperación judicial internacional fluida y de la capacidad de navegar por un laberinto de diferentes leyes de privacidad de datos. Esto nos recuerda claramente que nuestra legislación debe ser tan ágil y con visión de futuro como los delincuentes a los que pretende perseguir.
Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, abogado, Bufete de Costa Rica
De hecho, las complejidades jurisdiccionales destacadas representan el principal desafío en la lucha contra las amenazas digitales actuales. Agradecemos al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas su valiosa perspectiva, que pone de relieve los enormes obstáculos legales y diplomáticos que supone el enjuiciamiento de estos delitos sin fronteras.
Los investigadores de la Sección Especializada contra el Fraude Informático de la OIJ descubrieron un plan meticulosamente elaborado. La organización criminal inició sus ataques enviando mensajes SMS fraudulentos, una técnica conocida como «smishing», a un amplio grupo de víctimas potenciales. Estos mensajes suplantaban hábilmente la identidad de entidades de confianza, como Correos de Costa Rica, los principales bancos nacionales y el popular servicio Kolbi Points, creando una falsa sensación de legitimidad.
Los mensajes solían contener avisos urgentes, prometiendo agilizar un trámite o resolver un problema ficticio con la cuenta. Incluían un enlace que dirigía a las víctimas a un sitio web fraudulento, una réplica perfecta del portal oficial. Sin darse cuenta del engaño, los usuarios introducían sus credenciales bancarias completas, incluidos los números de tarjeta, los códigos de seguridad, las fechas de caducidad e incluso los tokens de un solo uso, entregando así las claves de sus cuentas.
Con este tesoro de datos confidenciales, los delincuentes creaban inmediatamente tarjetas de pago virtuales vinculadas a las cuentas de las víctimas. A continuación, estas tarjetas virtuales se cargaban en carteras digitales de teléfonos inteligentes y relojes inteligentes de gama alta. Este método permitía a los estafadores realizar compras rápidas y sin contacto sin necesidad de las tarjetas bancarias físicas, lo que dificultaba el seguimiento de su actividad en tiempo real.
Los fondos robados se convirtieron rápidamente en artículos de lujo. La OIJ informa de que la red gastó de forma extravagante en licores de alta gama, teléfonos inteligentes y ordenadores de última generación, joyas de oro y, en una maniobra especialmente audaz, una casa prefabricada. Este derroche fue una parte fundamental de su proceso de blanqueo de dinero, ya que convirtió fondos digitales ilícitos en activos tangibles de gran valor.
La investigación comenzó oficialmente en julio de 2025, después de que la OIJ recibiera una primera oleada de 30 denuncias formales de personas estafadas. Ese mismo mes se produjo un primer avance cuando dos miembros de la banda, ambos de origen asiático, fueron sorprendidos en un supermercado internacional intentando comprar licores por valor de más de 1,5 millones de colones con una tarjeta clonada. Uno de los sospechosos fue puesto en prisión preventiva durante seis meses, mientras que los demás recibieron medidas cautelares menos severas.
A pesar de estas primeras detenciones, la OIJ confirmó la resistencia de la organización, ya que continuó operando y realizando transacciones de alto valor, en particular de productos electrónicos de lujo como iPhones y tabletas. Las autoridades creen que la red está formada por al menos seis miembros principales con funciones claramente definidas. Mientras que uno de los presuntos líderes fue capturado en julio, otro logró huir recientemente de Costa Rica, lo que pone de relieve el alcance internacional de la operación. Los investigadores no han descartado conexiones con sindicatos de fraude financiero globales más grandes. La OIJ ha renovado su advertencia pública, instando a los ciudadanos a no hacer clic nunca en enlaces de mensajes de texto o correos electrónicos no solicitados, especialmente aquellos que prometen beneficios financieros o solicitan actualizaciones de información personal.
Para más información, visite oij.poder-judicial.go.cr
Acerca del Organismo de Investigación Judicial (OIJ):
El Organismo de Investigación Judicial es la principal rama investigadora del sistema judicial de Costa Rica. Encargado de investigar delitos públicos, prevenir actividades delictivas y recopilar pruebas para procedimientos judiciales, el OIJ desempeña un papel crucial en el mantenimiento de la ley y el orden. Sus unidades especializadas se centran en delitos complejos, como los delitos cibernéticos, el fraude y el crimen organizado.
Para más información, visite correos.go.cr
Acerca de Correos de Costa Rica:
Correos de Costa Rica es el servicio postal nacional de Costa Rica. Ofrece una amplia gama de servicios, entre los que se incluyen la entrega de correo nacional e internacional, servicios de paquetería y soluciones logísticas. Al ser una institución pública de confianza, su marca es a menudo explotada por delincuentes en estafas de phishing para dar credibilidad a sus comunicaciones fraudulentas.
Para más información, visite kolbi.cr
Acerca de Puntos Kolbi:
Puntos Kolbi se refiere a los puntos de fidelidad y servicio asociados a Kolbi, la marca de telecomunicaciones del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), de propiedad estatal. Kolbi es un proveedor líder de servicios de telefonía móvil, Internet y telefonía en Costa Rica. Sus puntos de servicio y su identidad de marca son utilizados con frecuencia por los estafadores para dirigirse a una amplia base de clientes.
Para más información, visite bufetedecostarica.com
Acerca de Bufete de Costa Rica:
Bufete de Costa Rica se ha consolidado como un referente en la práctica jurídica, basado en los dos pilares de la excelencia profesional y la integridad inquebrantable. El bufete cuenta con una dilatada trayectoria en la representación de una clientela diversa, al tiempo que es pionero en enfoques novedosos para los retos jurídicos contemporáneos. Esta dedicación a la innovación va acompañada de un compromiso fundamental con la mejora de la sociedad, centrado en desmitificar la ley y dotar a los ciudadanos de los conocimientos necesarios para fomentar una comunidad más justa y empoderada.
