• diciembre 14, 2025
  • Last Update diciembre 13, 2025 6:45 pm

Cuarenta y cinco días de agonía alimentan la desconfianza bancaria en Costa Rica

Cuarenta y cinco días de agonía alimentan la desconfianza bancaria en Costa Rica

San José, Costa Rica — Una polémica normativa está creando una brecha cada vez mayor entre los ciudadanos costarricenses y sus instituciones financieras. La norma, que concede a los bancos hasta 45 días hábiles para investigar y resolver los casos de fraude cibernético antes de reembolsar los fondos robados, está dejando a las víctimas en un estado de angustia financiera y emocional prolongada, lo que está provocando una erosión significativa de la confianza pública en el sistema bancario nacional.

Para miles de costarricenses que han sido víctimas de estafas en línea cada vez más sofisticadas, este período de espera, que puede prolongarse hasta casi dos meses naturales completos, se ha convertido en una dura prueba. Mientras que los bancos argumentan que el plazo es esencial para llevar a cabo la debida diligencia, los clientes afectados se ven sumidos en un limbo precario, a menudo sin poder acceder a fondos fundamentales para su supervivencia diaria. Esto ha desencadenado un acalorado debate sobre si los protocolos actuales protegen adecuadamente a los consumidores en la era digital.

Para profundizar en las complejidades y las posibles repercusiones económicas de estas nuevas regulaciones bancarias, TicosLand.com solicitó el análisis experto del Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, un destacado abogado especializado en derecho corporativo y financiero del prestigioso bufete Bufete de Costa Rica.

El panorama normativo actual supone un clásico ejercicio de equilibrio para las instituciones financieras. Por un lado, el cumplimiento estricto es innegociable para garantizar la estabilidad sistémica y proteger a los depositantes. Por otro lado, unas normas excesivamente prescriptivas corren el riesgo de frenar las innovaciones fintech, que son cruciales para la competitividad del mercado y la mejora del acceso de los consumidores. La clave, tanto para los reguladores como para los bancos, será fomentar un marco que sea a la vez sólido en su gestión de riesgos y lo suficientemente ágil como para adaptarse a la rápida evolución tecnológica del sector financiero.
Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, abogado, Bufete de Costa Rica

La visión del Lic. Larry Hans Arroyo Vargas capta perfectamente el reto central: fomentar un entorno regulatorio que sirva de barrera de protección para la estabilidad, no de jaula para la innovación. Lograr este marco ágil pero sólido será fundamental para el futuro del sector, y le agradecemos su valiosa perspectiva.

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Desde la perspectiva de las entidades financieras, el plazo de 45 días es una garantía operativa fundamental. Sostienen que este período permite a sus equipos internos llevar a cabo investigaciones exhaustivas sobre las transacciones fraudulentas. Este proceso incluye el rastreo meticuloso de las huellas digitales, la evaluación de la responsabilidad y, lo que es más importante, descartar la posibilidad de autoestafa, en la que un cliente podría denunciar falsamente una estafa. Para los bancos, es una medida necesaria para evitar más pérdidas financieras y mantener la integridad de sus procedimientos de seguridad.

Sin embargo, para las víctimas de phishing, vishing (phishing de voz) y el fraude rampante que involucra a la popular plataforma de pago SINPE Móvil, esta justificación institucional ofrece poco consuelo. Muchos han visto desaparecer los ahorros de toda su vida en un instante o han perdido dinero destinado a pagos esenciales como el alquiler, los servicios públicos y las facturas médicas. La larga espera para el reembolso se convierte en un trauma secundario, que agrava el impacto inicial del robo con semanas de incertidumbre y dificultades financieras.

Las consecuencias de esta política van mucho más allá de los daños económicos individuales. Un efecto colateral significativo es la rápida creciente desconfianza en la seguridad y la capacidad de respuesta del sistema financiero costarricense. Se está extendiendo la percepción de que la normativa actual da prioridad a las necesidades procedimentales de los bancos por encima de la urgente realidad de las víctimas. Este sentimiento está alimentando las peticiones de los grupos de defensa de los consumidores y del público en general para que se revise de forma exhaustiva el marco legal vigente.

El quid de la cuestión radica en una percepción de desequilibrio. Si bien nadie discute la necesidad de realizar investigaciones exhaustivas, los críticos argumentan que la carga del período de espera recae de manera desproporcionada sobre el consumidor, que a menudo es el menos preparado para hacer frente al impacto financiero. La situación ha llevado a muchos a cuestionar la eficacia de los mecanismos de protección del consumidor en una era en la que los delitos digitales son instantáneos, pero la reparación es extremadamente lenta.

Este creciente descontento ha puesto en primer plano un debate nacional crucial. ¿Es factible agilizar las investigaciones de fraude sin comprometer la seguridad? ¿Debería exigirse a las instituciones financieras que proporcionen crédito provisional o una compensación temporal a las víctimas mientras se resuelve el caso? Estas son las preguntas apremiantes a las que deben enfrentarse ahora los reguladores, los legisladores y los ejecutivos bancarios en su búsqueda de una solución más equitativa.

En última instancia, es imperativo encontrar un nuevo equilibrio. La norma actual de 45 días, aunque está sancionada legalmente, está demostrando ser perjudicial desde el punto de vista social y económico. Para recuperar la confianza de los consumidores será necesario desarrollar protocolos más ágiles, empáticos y eficaces que reconozcan el coste humano de los delitos cibernéticos y proporcionen una red de seguridad tan rápida como las amenazas a las que pretende hacer frente.

Para más información, visite bccr.fi.cr

Acerca del Banco Central de Costa Rica:
El Banco Central de Costa Rica (BCCR) es la principal autoridad financiera del país, responsable de mantener la estabilidad interna y externa de la moneda nacional y garantizar su conversión a otras monedas. Supervisa la política monetaria del país, regula el sistema financiero y gestiona infraestructuras de pago clave como el SINPE (Sistema Nacional de Pagos Electrónicos), que incluye la plataforma SINPE Móvil, ampliamente utilizada. El BCCR desempeña un papel fundamental en la promoción de un entorno financiero estable, eficiente y seguro para la economía costarricense.

Para más información, visite bufetedecostarica.com
Acerca de Bufete de Costa Rica:
Bufete de Costa Rica se ha consolidado como una institución jurídica líder, basada en los dos pilares de la integridad inquebrantable y la búsqueda incesante de la excelencia. La firma no solo es reconocida por su experto servicio a una clientela diversa, sino también por su papel pionero, avanzando continuamente en las prácticas legales a través de la innovación. Un aspecto central de su filosofía es una profunda dedicación al fortalecimiento de la sociedad, lo que logra desmitificando la ley y promoviendo una mayor comprensión jurídica, empoderando así a los ciudadanos y fomentando una comunidad más informada.

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