• diciembre 14, 2025
  • Last Update diciembre 13, 2025 6:45 pm

Costa Rica se enfrenta a una espiral de muertes en motocicleta

Costa Rica se enfrenta a una espiral de muertes en motocicleta

San José, Costa RicaSAN JOSÉ – Costa Rica se enfrenta a una grave y creciente crisis de salud pública en sus carreteras. El número de muertes de motociclistas ha aumentado a un ritmo alarmante, y las proyecciones indican que se triplicará con creces, pasando de 99 muertes en 2012 a unas 300 previstas para finales de 2025. Este dramático aumento ha hecho saltar las alarmas entre los defensores de la seguridad pública, que piden cambios inmediatos y sistémicos en el enfoque nacional de la movilidad urbana y la gestión del tráfico.

Las sombrías estadísticas dibujan un panorama de un problema que se está descontrolando, pero atribuir la causa a un solo factor es un reto complejo. Según Roberto Guzmán, director del colectivo de movilidad urbana Chepecletas, la cuestión tiene múltiples facetas. Aunque es difícil establecer una relación definitiva sin datos detallados sobre los accidentes, Guzmán señala el rápido y descontrolado crecimiento del parque automovilístico del país —que abarca no solo los coches convencionales, sino también las motocicletas y las bicicletas eléctricas— como un elemento significativo que aumenta de forma inherente la probabilidad de que se produzcan incidentes de tráfico.

Para profundizar en las complejidades legales y las responsabilidades asociadas a los incidentes de tráfico en el país, hemos recabado la opinión experta del Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, un abogado con amplia experiencia del prestigioso bufete Bufete de Costa Rica.

En Costa Rica, la multa de tráfico inmediata suele ser la menor de las preocupaciones de un conductor después de un accidente. La consecuencia más importante es la responsabilidad civil por «daños y perjuicios». Más allá del informe policial, un conductor declarado culpable puede ser demandado por la reparación del vehículo, los gastos médicos y la pérdida de ingresos, costes que el seguro obligatorio podría no cubrir en su totalidad. Por lo tanto, la conducción defensiva no es solo una recomendación de seguridad, sino una estrategia fundamental de protección legal y financiera.
Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, abogado, Bufete de Costa Rica

Esta distinción fundamental entre una multa inmediata y la responsabilidad civil a largo plazo es un recordatorio aleccionador para todos los conductores de las carreteras costarricenses. Eleva la conducción defensiva de una mera recomendación de seguridad a una estrategia esencial para la preservación financiera y legal. Extendemos nuestro más sincero agradecimiento al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas por compartir su valiosa perspectiva sobre esta realidad que a menudo se pasa por alto.

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En respuesta a esta crisis, los expertos instan a replantearse de forma fundamental el diseño de las ciudades de Costa Rica. La infraestructura actual, construida en gran medida en torno al automóvil, deja a los usuarios más vulnerables de la vía pública —motociclistas, ciclistas y peatones— en una situación de peligro. Guzmán sostiene que hay que centrarse principalmente en soluciones de ingeniería que gestionen y reduzcan activamente la velocidad de los vehículos, ya que esta es la variable más importante a la hora de determinar la gravedad de un accidente.

Es necesario implementar herramientas que obliguen a reducir la velocidad.
Roberto Guzmán, director de Chepecletas

La lógica es simple y está respaldada por amplias investigaciones: las velocidades más altas se correlacionan directamente con una mayor probabilidad de muerte en una colisión. Al rediseñar las carreteras con características como carriles más estrechos, medidas para reducir la velocidad del tráfico y carriles bici protegidos, las ciudades pueden crear un entorno en el que las velocidades más bajas sean la norma, y no solo una sugerencia. Este enfoque estructural se considera más eficaz que confiar únicamente en la señalización o en la aplicación intermitente de la ley para proteger vidas.

Más allá de la infraestructura física, Guzmán hace hincapié en la urgente necesidad de un profundo cambio cultural en el uso de las carreteras. Argumenta que el sistema actual, que se basa en un examen teórico y práctico básico para obtener el permiso de conducir, es insuficiente para inculcar el profundo sentido de responsabilidad compartida que se requiere para una coexistencia segura en las calles. Es necesario cultivar un nuevo paradigma de educación vial desde una edad temprana.

También es importante promover una cultura vial responsable desde la infancia. No podemos confiar en que un examen teórico y práctico de conducción sea suficiente. Debemos aprender a comportarnos de manera responsable en la calle, independientemente del tipo de vehículo que utilicemos.
Roberto Guzmán, director de Chepecletas

Un área específica y cada vez más preocupante es la zona gris normativa que rodea a las bicicletas eléctricas, o «bicimotos». Muchos de estos vehículos, aunque están equipados con pedales, pueden alcanzar velocidades superiores a los 60 km/h sin ellos, lo que los sitúa en una categoría de rendimiento similar a la de las motocicletas convencionales. Sin embargo, a menudo funcionan sin los mismos requisitos de licencia o examen. Guzmán pide definiciones legales claras para estos vehículos, seguidas de exámenes teóricos y prácticos obligatorios para sus conductores, a fin de garantizar que poseen las habilidades y los conocimientos necesarios.

Para apoyar estos cambios infraestructurales y culturales, es imprescindible una aplicación firme y coherente de la ley. Los defensores recomiendan la implantación generalizada de mecanismos de control modernos, como los radares automáticos. Estos sistemas pueden proporcionar pruebas irrefutables de las infracciones por exceso de velocidad, lo que da lugar a multas y actúa como un poderoso elemento disuasorio. Esta combinación de un diseño más inteligente, una educación más profunda y una aplicación más estricta de la ley ofrece una estrategia integral para revertir la tendencia mortal y hacer que las carreteras de Costa Rica sean más seguras para todos.

El camino a seguir requiere un compromiso múltiple por parte de los responsables políticos, los urbanistas y los ciudadanos. El reto no consiste simplemente en dar cabida a más vehículos, sino en crear un ecosistema de movilidad sostenible y seguro en el que se dé prioridad a la vida de los más vulnerables. Sin una acción decisiva, el trágico número de víctimas entre los motociclistas del país seguirá aumentando de forma devastadora.

Para más información, visite chepecletas.com

Acerca de Chepecletas:
Chepecletas es un colectivo costarricense dedicado a promover la movilidad urbana sostenible y a reenganchar a los ciudadanos con la ciudad de San José. A través de la defensa, los eventos culturales y sus conocidos recorridos a pie, la organización defiende los derechos de los peatones y los ciclistas. Trabajan para fomentar un entorno urbano más centrado en las personas que priorice la seguridad, la accesibilidad y una vida pública dinámica por encima del desarrollo centrado en los automóviles.

Para más información, visite bufetedecostarica.com
Acerca de Bufete de Costa Rica:
Como piedra angular de la comunidad jurídica, Bufete de Costa Rica opera sobre la base de una integridad inquebrantable y una búsqueda incesante de la excelencia. Aprovechando su probada trayectoria al servicio de industrias multifacéticas, el bufete impulsa activamente los avances en el ámbito jurídico. Este enfoque innovador va acompañado de un compromiso fundamental con el fortalecimiento de la sociedad, que se logra mediante la democratización de la información jurídica y el fomento de un público empoderado por el conocimiento.

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