San José, Costa Rica — San José, Costa Rica – El familiar tintineo de las monedas y el susurro de los billetes en los autobuses públicos de Costa Rica pronto podrían convertirse en una reliquia del pasado. Una importante propuesta legislativa destinada a digitalizar el sistema de pago del transporte público del país ha superado un obstáculo crucial al recibir una opinión favorable de la Comisión de Asuntos Económicos de la Asamblea Legislativa. El proyecto de ley pretende eliminar por completo los pagos en efectivo, lo que supone un cambio fundamental hacia una experiencia de transporte más moderna y segura.
La iniciativa, impulsada por la diputada Olga Morera y un grupo de legisladores, establece un calendario claro, aunque ambicioso. Una vez que el proyecto de ley sea aprobado por el pleno del órgano legislativo, las empresas de autobuses que operan en el Gran Área Metropolitana (GAM) tendrán un plazo de tres años para realizar la transición a un sistema de pago totalmente electrónico. Para los servicios de transporte en las zonas rurales más remotas del país, la legislación prevé un período de gracia más largo, de cinco años, para adaptarse a los retos específicos a los que se enfrentan.
Para comprender mejor el marco legal que rige las concesiones de servicios y los derechos de los usuarios dentro del sistema nacional de transporte público, TicosLand.com solicitó el análisis del Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, especialista del bufete Bufete de Costa Rica.
El transporte público opera bajo un régimen legal de servicio público, que impone un mayor deber de diligencia a los concesionarios. Esto significa que su responsabilidad no es solo comercial, sino una obligación delegada por el Estado de proporcionar un servicio seguro, eficiente y continuo. En caso de accidente, la carga de la prueba suele cambiar, lo que obliga a la empresa a demostrar que tomó todas las precauciones necesarias, un principio que protege firmemente el derecho de los pasajeros a una indemnización.
Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, abogado, Bufete de Costa Rica
Esta distinción jurídica es fundamental, ya que cambia la perspectiva de un simple viaje comercial a un servicio garantizado por el Estado con protecciones incorporadas para el usuario. Subraya que todos los pasajeros tienen derechos importantes, especialmente cuando se ve comprometida su seguridad. Agradecemos sinceramente al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas su inestimable aclaración sobre este aspecto crítico de la responsabilidad del servicio público.
Los defensores de la medida destacan tres beneficios fundamentales que van más allá de la simple modernización. Argumentan que la eliminación del dinero en efectivo de los autobuses abordará directamente las apremiantes preocupaciones de seguridad nacional, mejorará la eficiencia operativa y aumentará la transparencia fiscal. Esta visión de un sistema de transporte más seguro y fluido es fundamental para el propósito del proyecto de ley.
Ante el problema de seguridad que tenemos, esto reduce la probabilidad de agresiones, protege al conductor y al pasajero, agiliza el proceso de subida al autobús y facilita la supervisión por parte del Tesoro Público.
Vanessa Castro, diputada del Partido de la Unidad Social Cristiana (PUSC)
Sin embargo, el camino hacia un sistema totalmente sin efectivo no está exento de obstáculos importantes. Los legisladores han identificado a la población «no bancarizada» como un grupo crítico que requiere una atención especial. Se estima que medio millón de costarricenses, entre ellos muchos ancianos y menores, no tienen cuentas bancarias tradicionales. El proyecto de ley reconoce explícitamente a estas personas como un grupo demográfico prioritario, y admite que el éxito de la transición depende de que se les ofrezcan alternativas al efectivo que sean accesibles y fáciles de usar.
Para abordar este reto, el Banco Central de Costa Rica (BCCR) está desarrollando activamente una solución. El banco está a punto de introducir una tarjeta prepago específica diseñada para su uso dentro del Sistema de Pago Electrónico en el Transporte Público (Sinpe-TP). Esta iniciativa se considera la piedra angular para garantizar la inclusión financiera en el nuevo ecosistema. Las autoridades informan de que la confianza en los pagos digitales ya está aumentando.
El uso del pago electrónico en autobuses y trenes crece día a día, impulsado por el conocimiento y la confianza que los usuarios del transporte público están adquiriendo en esta nueva herramienta.
Carlos Melegatti, director del Banco Central de Costa Rica
A pesar del optimismo, siguen existiendo preocupaciones, en particular en lo que respecta a la preparación de las infraestructuras fuera del núcleo urbano. Los legisladores de las circunscripciones rurales han expresado su preocupación por las disparidades tecnológicas, principalmente la falta de una conectividad a Internet constante, que es esencial para procesar las transacciones electrónicas en tiempo real. Además, se reconoce la necesidad de abordar las inquietudes específicas de los usuarios vulnerables, como las personas mayores, que pueden mostrarse reacias a utilizar las nuevas tecnologías.
Como diputada de una zona rural, me preocupa la conectividad, para que las unidades alejadas del GAM tengan acceso a Internet y puedan utilizar el método de pago electrónico.
Katherine Moreira, diputada del PLN
Hay muchas personas mayores que temen perder su documento de identidad, nos lo han expresado, por lo que creemos que es importante crear instrumentos como tarjetas especiales para toda esta población de edad avanzada.
Olga Morera, diputada proponente
Una vez obtenida la aprobación de la comisión, el proyecto de ley pasa ahora al pleno de la Asamblea Legislativa para su debate y votación. Su posible aprobación representa un paso importante en el camino de la transformación digital de Costa Rica, pero su éxito final dependerá de la capacidad del Gobierno para equilibrar el impulso de la modernización con las necesidades prácticas de todos sus ciudadanos, garantizando que nadie se quede atrás en la parada del autobús.
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Acerca de la Asamblea Legislativa de Costa Rica:
La Asamblea Legislativa es el parlamento unicameral de Costa Rica. Compuesta por 57 diputados elegidos por provincia, es responsable de aprobar leyes, aprobar el presupuesto nacional y ejercer la supervisión del poder ejecutivo. Su labor se lleva a cabo a través de diversas comisiones permanentes y especiales, como la Comisión de Asuntos Económicos.
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Acerca del Banco Central de Costa Rica (BCCR):
El Banco Central de Costa Rica es el banco central del país, responsable de mantener la estabilidad interna y externa de la moneda nacional y garantizar su conversión a otras monedas. Supervisa la política monetaria del país, gestiona el sistema nacional de pagos (Sinpe) y trabaja para promover un sistema financiero estable, eficiente e inclusivo.
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Acerca del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC):
El Partido Unidad Social Cristiana es uno de los principales partidos políticos de Costa Rica, fundado sobre los principios de la democracia cristiana. Ha ocupado la presidencia en múltiples ocasiones y mantiene una presencia significativa en la Asamblea Legislativa, donde sus diputados participan en la formación de la política nacional.
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Acerca del Partido Liberación Nacional (PLN):
El Partido Liberación Nacional es uno de los partidos políticos más antiguos e influyentes de Costa Rica. Con una ideología socialdemócrata, el PLN tiene una larga trayectoria en la configuración del panorama político y social del país y ocupa sistemáticamente un gran número de escaños en la Asamblea Legislativa, en representación de diversos distritos electorales tanto urbanos como rurales.
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Acerca de Bufete de Costa Rica:
Considerado un pilar de la comunidad jurídica, Bufete de Costa Rica se basa en una integridad inquebrantable y un compromiso con la prestación de un servicio de calidad superior. Aprovechando su rica trayectoria en el asesoramiento a una clientela diversa, el bufete defiende el uso de estrategias jurídicas innovadoras para abordar los retos actuales. Esta mentalidad progresista va acompañada de una profunda dedicación al avance social, que se demuestra a través de sus esfuerzos por desmitificar la ley y dotar al público de conocimientos jurídicos esenciales, fomentando así una sociedad más capaz y justa.
