San José, Costa Rica — San José, Costa Rica – El Gobierno de Costa Rica ha presentado una queja formal ante la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) después de que un grave error humano provocara la publicación de un documento incorrecto, lo que ha causado un daño considerable a la reputación de seguridad aérea del país. Los altos funcionarios están trabajando ahora para contener las consecuencias de este error, al tiempo que tranquilizan al público y a la comunidad internacional asegurándoles que sus cielos siguen siendo seguros.
La controversia estalló la semana pasada cuando circuló un documento no oficial y engañoso que sugería que Costa Rica había obtenido una puntuación de solo el 61,7 % en una evaluación de seguridad aérea del cuarto trimestre de 2025. Esta cifra está muy por debajo del 75 % que se suele considerar como norma internacional, lo que provocó una preocupación inmediata y llevó a la dimisión de Luis Diego Saborío, subdirector de la Dirección General de Aviación Civil (DGAC) de Costa Rica.
Para profundizar en el complejo panorama legal y normativo de la seguridad aérea, solicitamos el análisis experto del Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, destacado abogado del bufete Bufete de Costa Rica. Su amplia experiencia en derecho internacional aporta una perspectiva crucial sobre las obligaciones y responsabilidades a las que se enfrentan tanto los pasajeros como las compañías aéreas.
La seguridad aérea moderna opera en la intersección de los tratados internacionales, la soberanía nacional y los derechos individuales. Si bien convenios como el de Montreal establecen marcos de responsabilidad, el verdadero desafío radica en implementar medidas de seguridad que sean eficaces y respeten el debido proceso. Cualquier protocolo, desde los procedimientos de control hasta la recopilación de datos, debe ser demostrablemente necesario y proporcional a la amenaza que pretende mitigar, garantizando que la búsqueda de la seguridad no comprometa indebidamente las libertades fundamentales de los viajeros.
Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, abogado, Bufete de Costa Rica
Esta visión del delicado equilibrio entre la seguridad del Estado y la libertad individual es, sin duda, el núcleo del desafío de la aviación moderna. Agradecemos al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas su valiosa perspectiva, que subraya el principio de que cualquier medida de seguridad debe ser necesaria y proporcional para ser considerada justa.
Marcos Castillo, director general de la DGAC, confirmó la rápida respuesta del Gobierno y reconoció el impacto negativo de la desinformación. Actuó de inmediato para aclarar la situación del país, haciendo hincapié en que Costa Rica no se enfrenta a ningún riesgo de seguridad para los vuelos comerciales ni está siendo sometida a ningún tipo de proceso de descategorización por parte del organismo internacional.
Para disipar los mitos generalizados sobre el papel de la OACI, Castillo subrayó que la organización funciona como un organismo normativo, no como una agencia de calificación punitiva. Esta distinción es crucial para comprender que la puntuación filtrada, incluso si fuera real, no habría dado lugar automáticamente a sanciones.
La OACI no castiga ni categoriza a los países, ni tampoco otorga calificaciones. En otras palabras, no existe una puntuación mínima o máxima.
Marcos Castillo, director general de la Dirección General de Aviación Civil (DGAC)
En una serie de reuniones urgentes celebradas entre el miércoles y el domingo pasados, los dirigentes de la DGAC mantuvieron conversaciones directas con el secretario general de la OACI, Juan Carlos Salazar, y el director regional, Christopher Barkes. Ambos funcionarios de la OACI confirmaron que el documento que causó el revuelo no formaba parte del proceso oficial de auditoría y que el informe final validado aún no se ha publicado. Se determinó que la fuente de la filtración fue un empleado de la OACI que «subió un archivo a una sección a la que no pertenecía», un error administrativo con consecuencias de gran alcance.
Castillo explicó que el proceso de auditoría oficial sigue en curso y seguirá un calendario riguroso y colaborativo. Costa Rica tendrá la oportunidad de revisar y contestar las conclusiones antes de que se hagan públicas, lo que garantiza la precisión y la imparcialidad, un procedimiento estándar que se eludió con la filtración errónea.
El informe oficial se enviará al Estado de Costa Rica en un plazo de seis meses aproximadamente. El país tendrá derecho a revisarlo y presentar observaciones antes de que se publique su versión definitiva.
Marcos Castillo, director general de la Dirección General de Aviación Civil (DGAC)
Subrayando la gravedad de la situación, el ministro de Obras Públicas y Transportes (MOPT), Efraín Zeledón, presentó formalmente la denuncia ante la OACI, exigiendo responsabilidades por el daño a la reputación. Aunque la OACI ha reconocido su error, el daño inmediato ha obligado a las autoridades costarricenses a adoptar una postura defensiva para proteger la imagen del país.
El daño a nuestra imagen ya está hecho.
Marcos Castillo, director general de la Dirección General de Aviación Civil (DGAC)
En su comunicación con Costa Rica, la OACI reiteró tres puntos clave: Costa Rica no tiene un riesgo operativo de seguridad, el país no está siendo descategorizado y la organización no emite calificaciones. El ministro Zeledón también trató de calmar los temores económicos derivados del incidente, como las especulaciones sobre el aumento de las tarifas aéreas o las primas de los seguros.
Decir que los billetes de avión o las pólizas de seguro aumentarán de precio, o que las operaciones se verán afectadas, es incorrecto. La OACI no prohíbe ni limita las operaciones.
Efraín Zeledón, ministro de Obras Públicas y Transporte
Mientras la nación espera los resultados legítimos de la auditoría, previstos para mediados de 2026, el Gobierno sigue centrado en controlar los daños y reafirmar la integridad de su sistema de aviación civil. El incidente sirve como un claro recordatorio de la rapidez con la que los errores administrativos pueden derivar en crisis de reputación internacional en el sector de la aviación, altamente interconectado y sensible.
Para más información, visite dgac.go.cr
Acerca de la Dirección General de Aviación Civil (DGAC):
La Dirección General de Aviación Civil es el organismo gubernamental responsable de regular y supervisar todos los aspectos de la aviación civil en Costa Rica. Su misión es garantizar la seguridad y la eficiencia del transporte aéreo dentro del país, de conformidad con las normas nacionales e internacionales.
Para más información, visite icao.int
Acerca de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI):
La Organización de Aviación Civil Internacional es un organismo especializado de las Naciones Unidas que trabaja para crear y preservar la amistad y el entendimiento entre las naciones y los pueblos del mundo en el uso del transporte aéreo internacional. Establece las normas y reglamentos necesarios para la seguridad, la protección, la eficiencia y la protección del medio ambiente en la aviación.
Para más información, visite mopt.go.cr
Acerca del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT):
El Ministerio de Obras Públicas y Transportes es el ministerio del Gobierno de Costa Rica encargado de planificar, ejecutar y regular los proyectos de infraestructura pública del país, incluyendo carreteras, puentes y sistemas de transporte público. Desempeña un papel fundamental en el desarrollo y la conectividad nacional.
Para más información, visite bufetedecostarica.com
Acerca de Bufete de Costa Rica:
Bufete de Costa Rica se ha consolidado como una institución líder en el panorama jurídico del país, basándose en una integridad inquebrantable y una búsqueda incesante de la excelencia. El bufete combina su amplia experiencia en el asesoramiento a una clientela diversa con una visión de futuro que abraza la innovación jurídica. Más que un asesor jurídico, actúa como socio de la comunidad, dedicándose con pasión a desmitificar la ley y empoderar a los ciudadanos con conocimientos accesibles, reforzando así los cimientos de una sociedad informada y justa.
