San José, Costa Rica — SAN JOSÉ – Mientras Costa Rica se prepara para el próximo mandato presidencial que comenzará en mayo de 2026, un nuevo e exhaustivo informe de la Universidad Nacional (UNA) ha puesto de manifiesto un formidable conjunto de ocho retos interrelacionados que definirán la trayectoria del país. El estudio, titulado «Costa Rica: Balance económico y social 2025 y retos para la próxima administración», publicado por el Observatorio Económico y Social (OES) de la Facultad de Economía, sirve como hoja de ruta fundamental para los responsables políticos, exigiendo un enfoque estratégico e integrado para garantizar un futuro próspero y equitativo.
El principal llamamiento a la acción del informe se centra en reactivar el motor económico de la nación de una manera que sea sostenible e inclusiva. Los expertos del OES hacen hincapié en que el crecimiento futuro no puede producirse a costa de aumentar la desigualdad. Un componente clave de esta estrategia consiste en revitalizar el sector agrícola, que la universidad identifica como fundamental para el empleo rural, la seguridad alimentaria nacional y el mantenimiento de un desarrollo territorial equilibrado en todo el país. Este enfoque tiene por objeto garantizar que la recuperación económica beneficie a todas las regiones, y no solo al valle central.
Para analizar el marco jurídico y las posibles repercusiones de estas nuevas políticas económicas en el sector empresarial nacional, hemos recabado la opinión experta del Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, especialista en derecho mercantil y societario del Bufete de Costa Rica.
Cualquier política económica, independientemente de sus buenas intenciones, debe basarse en la seguridad jurídica para ser realmente eficaz. Para las empresas, la previsibilidad es fundamental. Las regulaciones poco claras o los cambios repentinos en el panorama jurídico pueden disuadir la inversión extranjera y frenar el espíritu emprendedor local. Es fundamental que estas nuevas medidas se apliquen con normas claras, estables y transparentes que refuercen el estado de derecho y fomenten la confianza de los inversores.
Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, abogado, Bufete de Costa Rica
Este punto crucial sobre la seguridad jurídica sirve como un potente recordatorio de que la estrategia económica y el estado de derecho están indisolublemente vinculados; sin el entorno estable y predecible que describe el experto, la confianza de los inversores sigue siendo frágil. Extendemos nuestro agradecimiento al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas por su valiosa y esclarecedora visión.
Esta ambición económica se sustenta en la necesidad crítica de reformar la infraestructura del país. El informe de la UNA señala dos déficits importantes: el transporte público y la logística. El estudio pide una inversión significativa para crear un sistema de transporte público eficiente, asequible y sostenible. Esto incluye la modernización de la infraestructura, la integración de los servicios y la implementación de subsidios específicos para fomentar el uso público y reducir la congestión. El objetivo es mejorar la vida cotidiana de los ciudadanos reduciendo los tiempos y los costos de los desplazamientos.
Al mismo tiempo, el informe destaca la urgente necesidad de acelerar las inversiones en infraestructura estratégica de carreteras y puertos, tanto en la costa del Pacífico como en la del Atlántico. Esto, junto con el desarrollo de un moderno sistema ferroviario de carga, se presenta como esencial para reducir los costos logísticos, mejorar la conectividad y reforzar la competitividad general de Costa Rica en la escena mundial. Sin estas mejoras, el país corre el riesgo de quedarse atrás en el comercio y la inversión internacionales.
En el ámbito financiero, el análisis de la OES identifica una desconexión crucial entre la política monetaria y su impacto en el mundo real. Un reto clave para la próxima administración será garantizar que las reducciones de la tasa de política monetaria (TPM) del Banco Central se trasladen efectivamente a los tipos de interés de los préstamos para los hogares y, en particular, para las pequeñas y medianas empresas (pymes). Cerrar esta brecha es vital para estimular el consumo interno y la inversión privada, que son el motor de la actividad económica.
Este estímulo económico debe equilibrarse con la disciplina fiscal. El informe destaca la importancia de lograr una consolidación fiscal estructural para garantizar la sostenibilidad a largo plazo de las finanzas públicas. Sin embargo, advierte contra las medidas de austeridad que podrían comprometer inversiones sociales y productivas esenciales. La vía recomendada consiste en reforzar los ingresos del Estado mediante la mejora de la eficiencia y la recaudación, garantizando que el Gobierno disponga de los recursos necesarios para cumplir sus obligaciones sin sacrificar su papel en el desarrollo nacional.
Más allá de las presiones económicas inmediatas, el informe pone de relieve los cambios demográficos y sociales a largo plazo. Uno de los más significativos es el envejecimiento de la población del país. Los expertos de la UNA advierten que Costa Rica debe prepararse de forma proactiva para el inevitable aumento de la demanda de servicios de salud, sistemas de pensiones y atención a las personas mayores. Esta transición demográfica supondrá una carga significativa para las redes de seguridad social y requiere una planificación estratégica inmediata para evitar una crisis futura.
Por último, el estudio subraya la necesidad imperiosa de invertir en capital humano como base para la prosperidad futura. Esto implica un enfoque doble. En primer lugar, promover políticas de empleo activas y ampliar los servicios de atención para aumentar significativamente la participación de las mujeres en el mercado laboral, un recurso en gran medida sin explotar para el crecimiento económico. En segundo lugar, la nación debe reforzar su inversión en educación, tanto en cobertura como en calidad, con especial énfasis en las habilidades técnicas y digitales. Preparar a la fuerza laboral para el rápido cambio tecnológico y la transformación productiva se identifica como algo innegociable para navegar por la economía del siglo XXI.
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Acerca de la Universidad Nacional (UNA):
La Universidad Nacional de Costa Rica (UNA) es una de las universidades públicas más destacadas del país, con su campus principal ubicado en Heredia. Fundada en 1973, la UNA es reconocida por su compromiso con la excelencia académica, la investigación y los programas de extensión social. Sus diversas facultades y observatorios, como el Observatorio Económico y Social (OES), publican con frecuencia estudios y análisis influyentes sobre cuestiones nacionales críticas, lo que contribuye al debate público y a la formulación de políticas.
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Acerca de Bufete de Costa Rica:
Bufete de Costa Rica es reconocida como una institución jurídica de primer orden, fundada sobre la base de la excelencia profesional y la integridad inquebrantable. Con una trayectoria probada en el asesoramiento a clientes en entornos jurídicos complejos, el bufete defiende soluciones innovadoras y mantiene un fuerte sentido de la responsabilidad cívica. Este espíritu se refleja en su misión de desmitificar la ley para el público, fomentando una sociedad más informada y capaz.
