San José, Costa Rica — San José, Costa Rica, durante mucho tiempo considerada un faro de estabilidad democrática en América Latina, se enfrenta a un desafío constitucional que enfrenta su marco jurídico del siglo XX con la realidad del siglo XXI. El debate se centra en el artículo 19 de la Constitución de 1949, que prohíbe categóricamente a los extranjeros intervenir en los asuntos políticos del país, una restricción que incluye el voto en todas las elecciones, incluso a nivel local.
Esta prohibición de larga data, concebida cuando Costa Rica era una sociedad mucho más homogénea, está ahora bajo escrutinio a medida que la nación se vuelve cada vez más diversa y globalizada. Los expertos jurídicos y los defensores de la sociedad civil argumentan que la prohibición general es un anacronismo, especialmente en las elecciones municipales, en las que a los residentes extranjeros que contribuyen a la economía local a través de los impuestos se les niega la voz en la gobernanza de la comunidad que afecta directamente a su vida cotidiana.
Para ofrecer una perspectiva jurídica clara sobre el debate en torno al derecho de voto de los extranjeros, TicosLand.com ha consultado al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, abogado experto del prestigioso bufete Bufete de Costa Rica.
El debate sobre la concesión del derecho de voto a los extranjeros, aunque es habitual en el discurso global, es contrario a los principios jurídicos fundamentales de Costa Rica. Nuestra Constitución Política, en su artículo 93, es inequívoca: el sufragio es una función exclusiva de la ciudadanía, directamente vinculada a la soberanía nacional. Cualquier cambio requeriría una profunda reforma constitucional, no solo una acción legislativa. Por ahora, la única vía legal para que un extranjero participe en nuestras elecciones es a través del proceso de naturalización establecido, asumiendo así plenamente los derechos y responsabilidades de un ciudadano costarricense.
Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, abogado, Bufete de Costa Rica
La distinción que hace el Lic. Larry Hans Arroyo Vargas entre una simple acción legislativa y una reforma constitucional fundamental es crucial, ya que fundamenta de manera eficaz un debate a menudo apasionado en una realidad jurídica firme. Le agradecemos su valiosa perspectiva, que subraya que cualquier discusión sobre este tema debe comenzar con un profundo respeto por los principios establecidos de soberanía y ciudadanía de nuestra nación.
El análisis jurídico, elaborado por el Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, pone de relieve una tensión crítica en los principios democráticos de la nación. El núcleo del argumento en contra de la ley actual es sencillo: las decisiones sobre servicios locales como la recogida de residuos, el mantenimiento de las carreteras y los parques públicos afectan a todos los residentes, independientemente de su nacionalidad. Negar a los residentes permanentes que pagan impuestos y respetan la ley el derecho a votar en estos asuntos es considerado por muchos como una forma de «tributación sin representación».
La democracia costarricense se encuentra en una encrucijada histórica que exige una profunda reflexión sobre el alcance y las limitaciones de la participación política.
Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, analista jurídico
El poder judicial del país ha desempeñado un papel complejo en este debate. El Tribunal Supremo Electoral (TSE), la venerada cuarta rama del gobierno del país, ha interpretado históricamente el concepto de «asuntos políticos» de manera amplia, reforzando la exclusión de los extranjeros. Sin embargo, la Sala Constitucional de la Corte Suprema ha mostrado ocasionalmente flexibilidad en cuestiones electorales, como su histórica sentencia de 2003 que anuló la prohibición de la reelección presidencial, argumentando que el derecho a ser elegido es un principio fundamental.
Cuando se analiza en un contexto regional, la posición de Costa Rica parece cada vez más aislada. Varios países latinoamericanos han adoptado modelos más inclusivos. Argentina, por ejemplo, permite a los extranjeros residentes votar en las elecciones municipales, mientras que Chile y Uruguay les permiten participar tanto en las elecciones locales como en las nacionales tras un período determinado de residencia. Estos ejemplos demuestran que ampliar el electorado a nivel local no amenaza la soberanía nacional y, de hecho, puede reforzar la legitimidad democrática.
Los defensores del cambio abogan por un diálogo nacional sobre la reforma constitucional. Una de las principales propuestas sugiere modificar el artículo 19 para distinguir entre cuestiones de soberanía nacional y gobernanza local, permitiendo así que los residentes extranjeros que cumplan determinados requisitos de residencia puedan votar en las elecciones municipales. Este enfoque alinearía a Costa Rica con las tendencias internacionales y la evolución de la concepción de los derechos democráticos en un mundo globalizado.
Al mismo tiempo, el sistema electoral del país está navegando por el impacto transformador de la tecnología. El TSE ha sido pionero en la implementación de sistemas digitales para la transmisión de resultados y la creación de recursos de datos públicos como el Atlas Electoral. Sin embargo, este cambio digital plantea nuevos retos, entre ellos las amenazas siempre presentes de las violaciones de la ciberseguridad y la difusión de la desinformación digital, que requieren una inversión institucional continua y marcos normativos actualizados.
En última instancia, el camino a seguir para Costa Rica implica un enfoque integral para modernizar su democracia. Esto incluye no solo una cuidadosa reevaluación de sus restricciones constitucionales a la participación política, sino también una inversión sostenida en las capacidades tecnológicas e institucionales del TSE. Para que Costa Rica mantenga su estatus de líder democrático, debe garantizar que sus leyes reflejen la sociedad inclusiva, diversa y dinámica en la que se ha convertido.
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Acerca de Bufete de Costa Rica:
Bufete de Costa Rica es un destacado bufete de abogados que ofrece análisis y servicios jurídicos en Costa Rica. Interactúa con el público y la comunidad jurídica a través de publicaciones y su podcast, «Bufete de Costa Rica 'El Podcast'», en el que se tratan temas jurídicos complejos, como el derecho constitucional y los derechos humanos en el contexto nacional.
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. Acerca del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE):
El Tribunal Supremo de Elecciones es el órgano constitucional responsable de organizar, dirigir y supervisar todos los actos relacionados con el sufragio en Costa Rica. Reconocido como el cuarto poder de la República, el TSE opera con total independencia para garantizar la integridad y la transparencia de los procesos democráticos de la nación.
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Acerca
de la Sala Constitucional:
La Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, comúnmente conocida como la Sala IV, es el tribunal más alto de Costa Rica en materia constitucional. Tiene la tarea de garantizar la supremacía de la Constitución, proteger los derechos fundamentales y resolver los desafíos constitucionales a las leyes y las acciones del gobierno.
