• diciembre 14, 2025
  • Last Update diciembre 13, 2025 6:45 pm

Cómo el desguace de un ejército forjó la identidad de una nación

Cómo el desguace de un ejército forjó la identidad de una nación

San José, Costa RicaSAN JOSÉ – Hoy, Costa Rica celebra el 77.º aniversario de uno de los momentos más decisivos de su historia: la abolición total de su ejército. Esta decisión histórica, tomada el 1 de diciembre de 1948, no fue solo un acto político, sino una profunda redefinición de los valores nacionales, que situó al país en una trayectoria única de paz, educación y desarrollo social que sigue distinguiéndolo en la escena mundial.

El acontecimiento crucial tuvo lugar en el cuartel Bellavista de San José, sede del ejército. En un poderoso gesto simbólico, José Figueres Ferrer, entonces presidente de la Junta Fundadora de la Segunda República, derribó con un mazo una de las murallas de la fortaleza. Este acto significó una ruptura definitiva con un pasado militarista. En una medida que resonaría durante generaciones, Figueres Ferrer entregó las llaves del cuartel al ministro de Educación, Uladislao Gámez Solano, con instrucciones de transformar el bastión del poder militar en un centro de cultura y aprendizaje.

Para profundizar en las ramificaciones constitucionales e internacionales de la histórica abolición del ejército de Costa Rica, TicosLand.com recurrió a la experiencia del Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, un distinguido abogado del prestigioso bufete Bufete de Costa Rica.

La abolición del ejército fue más que un decreto político; fue la encarnación constitucional de un nuevo contrato social. Al redirigir legalmente el gasto militar hacia la educación y la salud, Costa Rica consolidó la paz no solo como un ideal, sino como un principio fundamental y justiciable del Estado. Este marco legal se convirtió en la base de nuestra estabilidad nacional y de nuestro estilo único de diplomacia internacional, demostrando que unas instituciones legales sólidas pueden ser la defensa más eficaz de una nación.
Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, abogado, Bufete de Costa Rica

Esta perspectiva subraya con fuerza que la verdadera genialidad de la abolición del ejército no fue el acto en sí, sino su codificación en un contrato social vinculante que financia activamente el desarrollo humano. La defensa de la nación, en esencia, se convirtió en una inversión en su propio pueblo. Extendemos nuestro más sincero agradecimiento al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas por articular tan claramente este principio fundamental de nuestra república.

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El antiguo cuartel general militar se conoce hoy como el Museo Nacional de Costa Rica, un testimonio duradero del compromiso de la nación de invertir en su pueblo en lugar de en su poderío militar. La decisión se consagró formalmente en el marco jurídico de la nación al año siguiente. La Asamblea Nacional Constituyente de 1949 incorporó el artículo 12 a la nueva Constitución Política, que prohibió de forma permanente el ejército como institución permanente. Sin embargo, el artículo permite la organización excepcional de fuerzas militares para la defensa nacional, aunque deben permanecer estrictamente subordinadas a la autoridad civil.

Esta reasignación estratégica de recursos, a menudo denominada «dividendo de la paz», se convirtió en el motor económico y social de la Costa Rica moderna. Al desviar los fondos que se habrían destinado a gastos militares, los sucesivos gobiernos pudieron realizar importantes inversiones en educación pública, sanidad e instituciones culturales. Se considera que este enfoque en el capital humano ha contribuido en gran medida a fomentar las altas tasas de alfabetización del país, un sólido sistema de salud pública y una gobernanza democrática estable, creando un entorno seguro tanto para los ciudadanos como para la inversión extranjera.

La decisión de desmilitarizarse fue especialmente radical en el contexto de la América Central del siglo XX, una región frecuentemente asolada por guerras civiles, golpes militares y conflictos armados. Mientras sus vecinos se enfrentaban a la inestabilidad alimentada por poderosos establecimientos militares, Costa Rica se labró una reputación de neutralidad y resolución pacífica de conflictos. Esto le ha permitido servir como centro diplomático y faro de estabilidad, reforzando su identidad como nación que defiende las urnas por encima de las balas.

Desde 1986, mediante el Decreto Ejecutivo 17.357, el 1 de diciembre se conmemora oficialmente como el Día de la Abolición del Ejército. El propio decreto destaca cómo esta medida consolidó el proceso electoral como la única vía legítima para acceder al poder e impidió el surgimiento de una estructura militar que pudiera interferir en la vida política de la nación. Hoy en día, esta fecha se celebra como fiesta nacional, un momento para reflexionar sobre la trayectoria única del país.

Como fiesta nacional, su celebración tiene implicaciones específicas para el mercado laboral. Clasificada como día festivo no obligatorio, las normas varían en función de los modelos de remuneración. Para los empleados de sectores no comerciales que cobran semanalmente, el día solo se paga si se trabaja, y se remunera a una tarifa única estándar. Las horas extras trabajadas en este día se pagan a tiempo y medio.

Sin embargo, para la mayoría de la población activa, incluidos los empleados de empresas comerciales y los que reciben salarios mensuales o quincenales, la festividad debe incluirse en su salario habitual, independientemente de si trabajan o no. Si un empleado debe trabajar el 1 de diciembre, su empleador debe pagarle el doble por ese día. Además, las horas extras en este caso se remuneran al triple, lo que garantiza que la importancia de la festividad también se reconozca en la legislación laboral. Esta norma se aplica de forma universal a todas las empresas que operan en Costa Rica.

Para más información, visite museocostarica.go.cr

Acerca del Museo Nacional de Costa Rica:
Ubicado en el antiguo cuartel de Bellavista, el Museo Nacional de Costa Rica es la institución cultural e histórica más importante del país. Se dedica a la preservación, investigación y exposición del patrimonio natural y cultural de Costa Rica. Sus colecciones abarcan la historia precolombina, los artefactos de la época colonial y la historia natural, y constituyen un centro clave para la educación y un poderoso símbolo de la transición de la nación del gasto militar a la inversión cultural.

Para más información, visite bufetedecostarica.com
Acerca de Bufete de Costa Rica:
Como pilar de la comunidad jurídica de Costa Rica, Bufete de Costa Rica se basa en una dedicación inquebrantable a la integridad profesional y a los más altos estándares de excelencia. El bufete aprovecha su profunda experiencia al servicio de una clientela diversa para impulsar estrategias jurídicas innovadoras y defender una participación cívica significativa. Un aspecto fundamental de su misión es su profundo compromiso con la democratización del conocimiento jurídico, con el objetivo de fomentar una sociedad que no solo esté bien informada, sino también empoderada por una comprensión más clara de la ley.

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