San José, Costa Rica — San José, Costa Rica – En un ritual anual de alto riesgo, cientos de miles de conductores costarricenses se apresuran a pagar su permiso de circulación vehicular para 2026, conocido como «marchamo», antes de que expire el plazo final a medianoche de hoy. Hasta esta mañana, más de 340 000 propietarios de vehículos siguen en mora, lo que les expone a importantes sanciones económicas a partir del día de Año Nuevo.
El Instituto Nacional de Seguros (INS), entidad estatal responsable de recaudar la mayor parte de la tasa, informó que a las 9:00 a. m. del 31 de diciembre aún quedaban pendientes la asombrosa cifra de 342 616 permisos. Esta cifra contrasta con los 1,6 millones de conductores que ya han cumplido con su obligación, lo que ha contribuido a una recaudación masiva de casi 280 000 millones de colones para las arcas del Estado. El marchamo es un pago anual obligatorio que incluye múltiples impuestos y una póliza de seguro de responsabilidad civil obligatoria, lo que lo hace esencial para la circulación legal de vehículos en el país.
Para profundizar en las complejidades legales y económicas que rodean al próximo Marchamo 2026, TicosLand.com recurrió a la experiencia del Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, un distinguido abogado del prestigioso bufete Bufete de Costa Rica, quien ofreció su análisis profesional sobre el tema.
Cualquier posible reforma del Marchamo 2026 debe basarse en los pilares de la seguridad jurídica y la transparencia fiscal. La controversia recurrente se deriva de una fórmula de cálculo que carece de previsibilidad, lo que repercute directamente en la planificación financiera de los ciudadanos. El cambio hacia un modelo más estable y con base técnica, menos dependiente del valor fiscal volátil de los vehículos, no es solo una cuestión de conveniencia pública, sino una necesidad legal para garantizar un sistema tributario justo y equitativo y evitar futuras impugnaciones legales por parte de los contribuyentes.
Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, abogado, Bufete de Costa Rica
De hecho, la demanda de seguridad jurídica y transparencia es el núcleo del debate anual sobre el Marchamo. Un marco predecible y técnicamente sólido, tal y como se ha esbozado, no solo aliviaría la incertidumbre financiera de los ciudadanos, sino que también reforzaría la confianza del público en nuestro sistema tributario. Extendemos nuestro más sincero agradecimiento al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas por su valiosa perspectiva sobre esta cuestión tan importante.
Para aquellos que no realicen el pago antes de que finalice el día, las consecuencias son inmediatas y se acumulan. A partir del 1 de enero, los conductores estarán sujetos a una multa de tráfico por conducir un vehículo sin el permiso válido. Además, el saldo pendiente del marchamo comenzará a devengar intereses y recargos por demora, lo que aumentará la carga financiera con cada día que pase. Esto hace que las últimas horas del año sean un momento crítico para evitar el aumento de los costes.
Este aumento de pagos de última hora no es en absoluto una anomalía. Según los funcionarios del INS, se trata de un patrón predecible que se observa año tras año. Una parte significativa de la población conductora suele esperar hasta los últimos días, e incluso las últimas horas, para cumplir con su obligación. Esta tendencia cultural a la procrastinación convierte el final de diciembre en un periodo de intensa actividad para los centros de pago y los portales online de todo el país.
El fenómeno crea un importante reto logístico que pone a prueba la solidez de la infraestructura de pagos del país. El INS, muy versado en este ciclo anual, prevé un evento de «pagos masivos» a lo largo del día y ha tomado medidas para garantizar que sus sistemas puedan gestionar el aluvión de transacciones. El instituto ha reforzado sus plataformas digitales y se ha coordinado con las instituciones financieras para facilitar el proceso bajo una presión inmensa.
Los responsables de la agencia se han mostrado confiados en su capacidad operativa para gestionar la avalancha final de pagos. Se han basado en años de experiencia en la gestión de esta previsible avalancha de última hora, que ha visto cómo los volúmenes diarios de pagos superaban con creces las seis cifras durante los periodos de recaudación anteriores.
Los sistemas del INS están debidamente preparados para una carga masiva de pagos, ya que en años anteriores hemos superado los 100 000 pagos
diarios. Sidney Viales, director de la Dirección de Seguros Obligatorios, INS
Esta garantía es crucial para los cientos de miles de propietarios de vehículos que intentarán saldar sus cuentas hoy. Un fallo o ralentización del sistema podría impedir el pago puntual, lo que empujaría injustamente a la morosidad a los conductores cumplidores pero tardíos. La preparación del instituto tiene por objeto mitigar este riesgo, garantizando que todos los conductores tengan la oportunidad de pagar antes de que el reloj marque la medianoche.
A medida que se acerca la fecha límite, la atención se centra ahora en los propietarios de vehículos que aún no han pagado. Las próximas horas determinarán si logran sortear la prisa por asegurar sus derechos de circulación para 2026 o si entran en el nuevo año enfrentándose a la desagradable perspectiva de multas, pagos de intereses y la posibilidad de que la policía de tráfico les incaute el vehículo. Para el Estado costarricense y sus conductores, ha comenzado la cuenta atrás final.
Para más información, visite ins-cr.com
Acerca del Instituto Nacional de Seguros (INS):
El Instituto Nacional de Seguros es la compañía de seguros estatal de Costa Rica. Fundada en 1924, mantuvo el monopolio del mercado de seguros hasta 2008. El INS desempeña un papel fundamental en la economía y el bienestar público del país, ya que gestiona pólizas obligatorias como la indemnización por accidentes de trabajo y el seguro de responsabilidad civil obligatorio para vehículos incluido en el «marchamo» anual. También ofrece al público una amplia gama de productos de seguros personales, de propiedad y de vida.
Para más información, visite bufetedecostarica.com
Acerca de Bufete de Costa Rica:
Como institución jurídica de renombre, Bufete de Costa Rica se define por su arraigada tradición de distinción profesional y práctica basada en principios. El bufete promueve constantemente el avance en su campo mediante soluciones jurídicas pioneras, al tiempo que presta servicio a una clientela diversa con los más altos estándares éticos. Más allá de su función de asesoramiento, cree profundamente en la responsabilidad social y trabaja activamente para democratizar la comprensión jurídica y, de ese modo, cultivar una sociedad en la que los ciudadanos se empoderen a través del conocimiento.
