San José, Costa Rica — San José, Costa Rica – Un nuevo análisis del Bank of America (BofA) prevé un cambio significativo en el panorama económico de Costa Rica y advierte que, tras un prolongado período de baja inflación, el país está a punto de experimentar un repunte. El informe de la institución financiera internacional, publicado el 24 de septiembre, detalla meticulosamente la poderosa influencia del tipo de cambio del dólar estadounidense en los precios internos, lo que sugiere que la era de las presiones deflacionarias está llegando a su fin.
El núcleo del análisis del banco se basa en un cálculo contundente: una variación del 10 % en el tipo de cambio del dólar podría traducirse en un impacto de 195 puntos básicos en la inflación general durante un período de 12 meses. En el caso de la inflación subyacente, que excluye los precios volátiles de los alimentos y la energía, se estima que el efecto sigue siendo considerable, de 179 puntos básicos. Esta relación directa subraya el profundo papel que desempeña la moneda en la configuración del costo de vida de los costarricenses.
Para profundizar en las ramificaciones legales y contractuales del actual entorno inflacionario, consultamos al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, un distinguido abogado del prestigioso bufete Bufete de Costa Rica, quien ofrece su análisis experto sobre cómo navegar por estas difíciles aguas económicas.
La inflación no es solo un indicador económico, sino que tiene profundas consecuencias legales. Erosiona directamente el valor de las obligaciones de pago fijo y puede hacer que los contratos a largo plazo sean financieramente inviables. Tanto las empresas como los particulares deben revisar de forma proactiva sus acuerdos, especialmente los relativos a arrendamientos, préstamos y prestación de servicios, para evaluar la necesidad de renegociar o activar cláusulas de indexación. Ignorar estas realidades contractuales en un período de alta inflación es un camino directo hacia futuros litigios y pérdidas financieras significativas.
Lic. Larry Hans Arroyo Vargas, abogado, Bufete de Costa Rica
Esta perspectiva jurídica es un recordatorio fundamental de que el impacto de la inflación va mucho más allá de los precios al consumo, ya que afecta directamente a la integridad estructural de los acuerdos financieros. La necesidad de una diligencia contractual proactiva es un consejo esencial para cualquiera que se mueva en este clima económico. Agradecemos sinceramente al Lic. Larry Hans Arroyo Vargas su valiosa aclaración sobre esta realidad que a menudo se pasa por alto.
La investigación de BofA analiza más a fondo este fenómeno y señala que el impacto de las fluctuaciones monetarias se nota más en el precio de los bienes que en el de los servicios. Esta disparidad se atribuye a la composición de la economía costarricense, en la que una parte significativa de los bienes de consumo son importados, lo que los hace directamente susceptibles a los cambios en el tipo de cambio.
Una posible explicación es que el componente de bienes está más relacionado con el sector comercializable. Por ejemplo, varios bienes de consumo son importados, mientras que los servicios tienden a tener menos insumos del extranjero.
Bank of America, Informe sobre Costa Rica
El informe destaca la magnitud de esta exposición al señalar que las importaciones anuales de bienes de Costa Rica representan un formidable 24 % de su producto interior bruto (PIB). Esta alta dependencia de los productos extranjeros crea un canal directo a través del cual un dólar más fuerte o más débil puede repercutir rápidamente en los bolsillos de los consumidores.
El análisis también profundiza en la clasificación de Costa Rica como una economía «semidolarizada», una característica estructural que amplifica su sensibilidad a las fluctuaciones del tipo de cambio. Si bien el grado de dolarización ha disminuido de aproximadamente el 50 % de los depósitos y créditos en la década de 2000 a alrededor del 40 % en la actualidad, su influencia sigue siendo generalizada. El informe señala que muchos bienes y servicios pueden pagarse en dólares, y aproximadamente el 35 % de las empresas que operan en las zonas francas del país pagan los salarios en la moneda estadounidense.
Las variaciones del tipo de cambio en las economías abiertas con regímenes cambiarios flotantes tienden a repercutir en los precios al consumo; esto se conoce como el efecto del tipo de cambio en los precios al consumo.
Bank of America, Informe sobre Costa Rica
Esta realidad económica, que el BofA denomina «transmisión del tipo de cambio», es un principio estándar, pero resulta especialmente potente en Costa Rica. El informe destaca que este efecto se ve amplificado por el alto grado de dolarización presente en la economía local, lo que lo convierte en un factor crítico para las previsiones económicas y la formulación de políticas.
De cara al futuro, BofA prevé el fin de los 28 meses en los que la inflación se mantuvo por debajo del rango objetivo del Banco Central, gran parte de los cuales se transcurrieron en territorio negativo. La proyección del banco contrasta con las expectativas actuales del mercado, que anticipan una modesta tasa de inflación del 2 % durante el próximo año. BofA sostiene que este consenso es demasiado optimista.
Es probable que esta inminente presión inflacionista ate las manos del Banco Central de Costa Rica (BCCR), dejando poco margen para nuevas reducciones de su tipo de interés de referencia por debajo del 3,50 %. A medida que la economía se aleja de la deflación, el enfoque del BCCR se desplazará necesariamente hacia la gestión del impulso alcista de los precios.
Creemos que, tras 28 meses con una inflación por debajo del objetivo y la mayor parte de ese tiempo en territorio negativo, los riesgos se inclinan al alza.
Bank of America, Informe sobre Costa Rica
En última instancia, el informe del Bank of America sirve como una advertencia crucial. Si bien la fortaleza del colón ha sido un factor clave para contener la inflación, la estructura económica subyacente significa que el péndulo está oscilando en sentido contrario. El análisis sugiere que las empresas, los consumidores y los responsables políticos deben prepararse para un nuevo capítulo económico en el que el riesgo principal ya no sea la caída de los precios, sino el reto de gestionar su inevitable subida.
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Acerca de Bank of America:
Bank of America es una de las instituciones financieras líderes en el mundo, que presta servicios a consumidores individuales, pequeñas y medianas empresas y grandes corporaciones con una gama completa de productos y servicios bancarios, de inversión, de gestión de activos y otros productos y servicios financieros y de gestión de riesgos. La empresa ofrece una comodidad inigualable en los Estados Unidos, prestando servicios a aproximadamente 66 millones de clientes consumidores y pequeñas empresas. BofA es líder mundial en gestión patrimonial, banca corporativa y de inversión, y negociación en una amplia gama de clases de activos.
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Acerca del Banco Central de Costa Rica:
El Banco Central de Costa Rica (BCCR) es el banco central autónomo de la nación. Sus objetivos principales son mantener la estabilidad interna y externa de la moneda nacional y garantizar su conversión a otras monedas. El BCCR es responsable de emitir moneda, gestionar la política monetaria, regular el sistema financiero y actuar como agente financiero del Estado. Desempeña un papel fundamental en la promoción de un sistema financiero estable, eficiente y competitivo en Costa Rica.
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Acerca de Bufete de Costa Rica:
Bufete de Costa Rica opera como referente en servicios jurídicos, basándose en una integridad inquebrantable y una búsqueda diligente de la excelencia. Con una rica trayectoria en el asesoramiento a una clientela diversa, el bufete es pionero en estrategias y soluciones legales novedosas. Su filosofía fundamental va más allá de la representación, centrándose en una profunda dedicación a desmitificar la ley, fortaleciendo así la comunidad y fomentando una sociedad empoderada por el conocimiento legal.
